Roland TR-909 (1983)
Descripción
La Roland TR-909 Rhythm Composer es una caja de ritmos que combina síntesis analógica y samples, con un secuenciador de 16 pasos. Apareció en 1984.
Estos son sus sonidos:
Bombo
Caja
Tom bajo
Tom medio
Tom alto
Rim shot
Palmada
Hi-hat (abierto o cerrado, pero no los dos al mismo tiempo)
Platillo (ride o crash)
Todas las percusiones, excepto los hi-hats y platillos, eran generados sintéticamente; tiene un circuito oscilador con un filtro dedicado y una curva de envolvente. Los hi-hats y los platillos eran samples de 6 bits, comprimidos y combinados con una curva de volumen del envolvente (y ajuste) para permitir ligeras modificaciones.
Gracias al circuito analógico, varios aspectos del sonido de percusión pueden ser modificados (tono, ataque, decaimiento). También cuenta con una función llamada "accent" (acento); un modo primitivo de humanizar los ritmos, enfatizando los "golpes de batería" con cambios de volumen.
Opiniones de usuario (5)
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Lo mejor: Su contundente sonido y que tenga MIDI
Lo peor: Pocos parámetros para poder modificar sus sonidos.
Datos de la unidad comentada | Año de fabricación: 1996 | Precio pagado: 1200 € (usado)Entre 1996 y 1998 tuve tres Roland TR-909 (incluso 2 a la vez, tengo viejas fotos de ello). Famosos Dj's de Catalunya me pedían alguna 909 para crear sus maxis y me lo agradecían en sus vinilos.
Las fuí vendiendo poco a poco y compré una Nava Extra 9...
Al no ser purísta del sonido 909 me gusta la Extra 9 por sus muchos knobs. -
Lo mejor: Su sonido y groove
Lo peor: Precio muy elevado actualmente
Datos de la unidad comentada | Precio pagado: 900 € (usado)Compré mi 909 en el 2009, a un conocido productor alemán de ambient. Por aquellos entonces, sus precios no tenían nada que ver con los actuales.
Como máquina en sí, tiene grandes virtudes. Un sonido increíble y que a la vez suena genial en una mezcla y un groove muy bueno.
Esta máquina, lo ideal es comprobar qué eprom lleva. Si no lleva la 4.0, dará muchos problemas de sincronización, obligándote a usarla por sync24 y perdiendo algunas de las virtudes de usarla por midi sync.
Esta eprom es fácil de encontrar, tanto en ebay como gente encargada de vender piezas (synthaur por ejemplo).
Una cosa que la hace muy única es su característico groove y modos de acento.
Su modo song está muy bien. Sin llegar al nivel de la 707, pero se acerca.
El único pero que le veo a la máquina es, si quieres por ejemplo guardar patrones en un cartucho, no te deja. Sólo te deja guardar canciones en modo song enteras -
Lo mejor: sonido, panel de control, facíl programación, work flow , midi, salidas individuales, sonido hibrido perfecto
Lo peor: los knobs un poco juntos, la pila interna borra los patrones una vez que se gasta.
Es mi maquina favorita, la maquina que define mi música, mi manera de ser como dj y productora, sin ella no puedo hacer lo que quiero, el workflow es unico y se que hay cosas mucho mas complejas y completas, en mi ipad tengo cosas mucho mas bestias (tecnicamente hablando), pero luego vuelvo a la 909 y todo lo que quiero crear esta hay nada suena igual a esta maquina, sonidos digitales, analogicos, secuenciador, salidas dedicadas a cada sonido, MIDI.
Sin esta maquina la musica house no me suena igual de interesante y veo que no me gusta tanto, sonidos atemporales que nunca mueren incluso para el techno ¡no necesitas usar todas las partes!
su bombo mas conocido como ¨el tira tabiques¨, es unico y reconocible a primera vista.
Sampleada en 1001 librerias de sonido, no solo por ser iconica, los sonidos solo son eso, sonidos, y los encontraras en muchos tipos de drumkits.
una gran maquina para la musica electronica para ritmos lentos o freneticos, 100% recomendable aunque la TR09 o cualquier otra con el mismo woekflow, tambien la recomendaria. -
MOD
Lo mejor: Sonido legendario. De las primeras en llevar MIDI
Lo peor: Precio desorbitado en segunda mano
No es fácil comentar una máquina como esta, seguramente la caja de ritmos más influyente de la historia, junto a la TR-808. Y no lo es porque se ha convertido en un objeto de culto y colección, más allá de su carácter de instrumento musical.
De su sonido no diré mucho, porque ya se sabe todo. La intención inicial de la TR-909 era imitar una batería real, objetivo en el que falla estrepitosamente por culpa de una tecnología sonora en pañales. Pero de ese fracaso nace precisamente su éxito: el sonido que resulta de su primitiva combinación analógico-digital es grueso, contundente y electrónico, y atrae a una nueva ola de artistas que la convertirán en ingrediente elemental del house y el techno. Como decía, en este terreno está todo dicho por la Historia.
Sí que me interesa comentar la pertinencia de una máquina como esta en un estudio actual —y me refiero a la máquina original, que es a la que corresponde esta ficha de producto—. Existiendo tal cantidad de emulaciones de la TR-909 en todos los formatos imaginables (hardware y software, analógico híbrido y digital, con las especificaciones originales o mejoradas, etc), creo que la TR-909 queda como un objeto de puro coleccionismo. Y como tal, dada su escasez —obviamente no se fabrican nuevas, y las que existen se van estropeando y perdiendo—, cada vez escala a cotas mayores de precio. En el momento de escribir esto, es habitual verla en torno a los 3.000 euros.
A diferencia de otros sintes y máquinas vintage, que pueden tener precios elevados pero cuya compra sigue teniendo un sentido por sus funcionalidades y sonido, aquí la brecha entre precio y conveniencia está demasiado abierta. Cualquier emulación de buena calidad se moverá en cantidades con una cifra menos y cumplirá sobradamente en un estudio. Ahora bien, si lo que quieres es tener la auténtica y original, por su valor sentimental o pensando en ella como inversión, no busques otra cosa.
Aún con eso, y como no me atrevo a dar una puntuación mediocre a un icono como este, lo dejaré en un 4 sobre 5
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Sony MDR-7506
Una de sus principales virtudes es lo cerrados que...
por Nathan Cifuentes
Lo mejor: el sonido, el workflow, funciones y el secuenciador de 11 voces
Lo peor: sus knobs de plastico demasiado juntos, patrones se borran con la pila.
Una es su tamaño, realmente enorme y que ocupa demasiado.
El precio en segunda mano es vergonzoso y una auténtica estafa, por mucha pieza de museo que sea, no vale esos 3000.
Creo que como máquina es la mejor de todas las TR de Roland; un detalle nada más compararla con la TR808 y 606 es que es la primera máquina con contador de bpm's.
Realmente sincronizar una TR-808 con una TB-303 era fácil, pero nunca podías saber en qué BPM's exactos estaban y eso era una odisea, como pasaba con la TR-606.
Las digitales como 505,707 fueron más en la línea de la 909, pero sin duda la TR-909 fue la que superó a la TR-808 y 606 en ese sentido.
Luego, el midi fue otra gran decisión de Roland, todo un acierto, e hizo posible que esta caja pudiera usarse como secuenciador para samplers y módulos de 6, 12, 16 partes.
Fue una gran alternativa para aquellos que querían hacer house y techno sin depender del ordenador en los años 80, con más razón aún, cuando esos ordenadores eran demasiado pesados y voluminosos.
Sé que existían conversores CV a Midi, aunque no siempre funcionaban bien. El Midi resolvió muchos problemas de conectividad entre máquinas.
El manejo facil y el workflow hicieron que en muchos estudios esta máquina fuera una máquina para generar melodías por medio de crear ritmos, es decir, cada beat tenía un bajo creado o una melodía de notas, ya que la máquina tiene secuenciador cromático, aunque sus módulos fuesen one-shots.
Esto para más de uno fue una máquina perfecta para escribir en un Atari ST-1040 y hacer sonar esas notas en sintetizadores y samplers.
Esto dio todo un sin fin de estilos, como el house, techno, break beat, música rave en general y otros muchos estilos de la escena underground de la época.
Sin duda fue la máquina más importante en la música electrónica que lo cambio todo y dio una nueva forma de componer con secuenciador por pasos via MIDI, donde por poco dinero podías obtener un secuenciador MIDI de 11 voces/pistas y una caja de ritmos hibrida en formato groovebox.
Hoy día una TR-8s la supera por completo, posiblemente la mejor caja de ritmos digital que ha hecho Roland hasta la fecha.
RD-9 es otra gran alternativa, con el modo clásico y moderno, si lo que te interesa es tener mismas condiciones de sonido para improvisar en directo.