Yamaha MOXF (2013)

Es el núcleo de mi estudio. La calidad de su sonido es inigualable. Y no sólo me refiero a los sonidos con los que viene equipado (Motif), sino a la calidad misma del sonido Yamaha. Se nota que Yamaha fabrica no sólo instrumentos electrónicos, sino todo tipo de instrumentos acústicos y eléctricos. Tengo o he tenido otras workstations de Roland o Korg y Yamaha siempre está un punto por encima.

Es ideal para conseguir sonidos ya producidos de forma rápida si tu trabajo te lo exige. Obviamente, no es un instrumento concebido para la síntesis sonora. Tiene de todo y todo muy, muy bueno. Para mí destacan las guitarras (no he escuchado una recreación de tanta calidad en ningún otro sintetizador) y los pads y cuerdas.

Los efectos son sobresalientes (de nuevo la experiencia en sonido de Yamaha) y, sobretodo, sus miles de arpegios pensados para todo tipo de instrumentos y estilos lo convierten en una herramienta con una potencia y una eficiencia inigualables en su rango de precios (tengo también un Roland FA-06 y, aunque me encanta porque contiene prácticamente toda la historia de Roland dentro, está a años luz del MOXF6 en rendimiento).

Obviamente, no llega al nivel de un Montage o un Phantom de última generación, pero creo que no se puede dar más por menos en una workstation. La pena es que cuenta con un interface demencial (aunque parece que ese aspecto lo han arreglado con el MODX).