DJ

Análisis: selección de mixers DJ de club asequibles

Está claro que determinadas marcas y gamas dentro de esas mismas marcas que claramente son un estándar profesional dentro del sector DJ, pero lamentablemente ni todo el mundo puede acceder económicamente a adquirir esas herramientas, ni tampoco muchos clubs o locales pequeños se pueden permitir instalarlo en su local. Pero, ¿qué características debería tener un mixer “de club” para ser considerado como tal? Esa quizá ha sido la parte más difícil del artículo, ya que realmente más allá de un estándar vale absolutamente cualquier cosa, sin embargo pienso que reduciéndolo todo a los principios elementales de lo que debería tener un mixer para formar parte tanto de una instalación casera como de un local –aunque sea de bajo presupuesto–, hay cinco cuestiones más o menos esenciales:

  • Cuatro canales para al menos poder conectar dos platos y dos reproductores digitales y poder pinchar con ellos realizando cualquier tipo de combinación.
  • Al menos un canal de micro.
  • Salida master balanceada en formato XLR.
  • Salida independiente de monitoraje –conocida como booth– con su propio control de señal. Aquí seremos un poco más abiertos y nos conformaremos con cualquier tipo de conexión para esta salida.
  • Fuente de alimentación interna con conector estándar IEC.

Y para ajustarnos a la condición de que sea “asequible”, sencillamente he tenido que decidir una cifra tope y esta ha sido 700€. Como tengo claro que eligiera la cifra que eligiera no iba a poner de acuerdo a todo el mundo, he procurado que algunos de los mixers elegidos para el artículo queden algo lejos de ese tope. Todo lo demás que tenga el mixer, como efectos, filtros especializados, circuito de envío/retorno, interfaz de audio/MIDI, etc. supondremos que es azúcar para hacerlo más dulce, así que mi misión he tratado que consistiera en buscar lo más dulce dentro de los parámetros elegidos. Obviamente ninguno lo tiene todo, pero es que si así fuera seguramente nos iríamos a otra clase de precios. También hay que tener en cuenta que salvo uno de los mixers, ninguno es precisamente una novedad; su antigüedad en el mercado ha ayudado a reducir su precio, todo sea dicho.

Y una vez dadas todas las explicaciones pertinentes, hablemos de los mixers seleccionados.

Allen & Heath Xone:43 y Xone:43C

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Estos dos mixers de 4 canales son en realidad el mismo con la salvedad de que el Xone:43C cuenta con un interfaz de audio de 8 canales de entrada y salida –un par estéreo de cada entrada y salida por canal físico del mixer– que se puede emplear para DVS y cuenta con la certificación de Serato DJ Pro y Traktor Scratch Pro. Por lo demás, ambos mixers son idénticos. La diferencia de precio entre ambos es mínima, 610€ del Xone:43 contra 670€ del Xone:43C, pero si ya tienes un interfaz de audio decente o sencillamente no tienes interés alguno por conectar el mixer a un ordenador, te puedes ahorrar esos 60€ de diferencia.

Podría decirse que estos mixers son la forma más económica de disponer del clásico sonido analógico de Allen&Heath que tantos seguidores tiene alrededor de todo el mundo –y también muchos que lo ponen en duda, todo hay que decirlo–. De todos modos aunque es un mixer analógico con un buen sonido, si crees que vas a tener un sonido tan sumamente redondo como el de una Xone:92 por la mitad de precio te equivocas. A fin de cuentas nadie da duros a cuatro pesetas. Lo mismo pasa con la construcción del mixer, aunque no está mal, no es tan robusta como la de sus hermanas mayores. Cuenta también con un filtro analógico conmutable entre pasa alto, pasa bajo, y pasa banda asignable a cualquier canal o combinación de canales; por supuesto también con el típico sonido Xone –aquí me mojo y diré que siempre me ha parecido un filtro poco agresivo–, y también con un circuito de envío y retorno a efectos que Allen&Heath ha bautizado como X-FX.

Tienen un completo metering con vúmetro de 9 segmentos por canal y uno doble en el master. Y un acabado en pintura negra y detalles naranjas que particularmente me resulta muy elegante. ¿Algo más? Sí, el interfaz del modelo 43C tiene una resolución de 24 bits y 96kHz, y cuenta con una conexión RJ45 para los controladores de la serie K de Allen&Heath. A pesar de estas bondades digitales debes tener en cuenta que no incluye licencia para ningún software para los que tiene certificación –o sea, que lo pagas aparte–, y de hecho la licencia para Serato DJ junto al DVS upgrade sale por un poco más de 200€. Y a pesar de que cuenta con un interfaz muy completo el modelo 43C, Allen&Heath se dejó algunas cosas a medias y si quieres aprovechar alguno de los canales de entrada tienes que abrir la mesa y reconfigurar unos jumpers; algo que se podían haber ahorrado con algún tipo de interruptor adicional.

En suma, dos mixers analógicos relativamente completos y de una marca con un sonido –y solera– muy respetable, uno de ellos con posibilidades de usarse directamente con tu ordenador. Si los tratas bien pueden durarte unos cuantos años. ¿Se puede pedir más? Es posible que sí, pero no sin destrozar tu cartera.

Puntos fuertes:

  • Sonido Xone en un mixer de club a precio asequible.
  • Controles bastante espaciados y muy sencilla de usar.
  • La versión 43C tiene certificación DVS tanto para Traktor como para Serato.

Puntos débiles:

  • Para poder usar uno de los canales del interfaz de audio como canal de grabación para las sesiones es necesario abrirlo y configurar unos jumpers manualmente. En España eso supone la pérdida de la garantía.

Behringer DDM-4000

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Sí, es cierto, me he atrevido a cometer el sacrilegio de incluir un producto Behringer en este artículo, algo que molestará a muchos puristas e incluso sorprenderá a los que me lean habitualmente puesto que la mayoría saben que no soy precisamente amante de la marca. Pero seamos sinceros, más allá de las manías personales, Behringer tiene algún que otro producto DJ con una relación calidad/precio asombrosamente buena. Y este es uno de esos pocos productos.

A pesar de los años que lleva en el mercado, la DDM-4000 todavía se puede adquirir como producto nuevo y a un precio de escándalo: 260€. La adecuada construcción del mixer y la enorme cantidad de características que ofrece en cualquier otra marca como mínimo doblaría el precio. Entre esas características podríamos incluir los dos bancos de efectos con toneladas de parámetros personalizables, los controles envían MIDI a través de la salida MIDI de 5 pines que tiene en la parte posterior, dos entradas de micro, EQ programable, dos contadores de BPM, salida digital en formato S/PDIF…

La construcción está hecha en metal, pero el plástico de algunos de sus controles no transmite sensaciones de durabilidad demasiado grandes… por 260€ algo tenía que no se tan “guay”. El layout de los controles no es exactamente el típico –por la barbaridad de funciones que tiene integradas– y requerirá una pequeña curva de aprendizaje. Y bueno, no tiene interfaz de audio.

Respecto al sonido, lo calificaremos de “decente”, a veces mete algún zumbido extraño en las frecuencias altas –cuando he probado alguna creo que el ruido proviene de la conexión de micro– y la salida de auriculares es algo ruidosa. Por lo demás, si no tienes ni 300€ para un mixer de cuatro canales y necesitas uno como sea, con este no deberías equivocarte.

Puntos fuertes:

  • Precio.
  • Enorme cantidad de efectos configurables, EQ también configurables.
  • Sonido decente por el precio, mejor que el de mesas más caras.

Puntos débiles:

  • Layout y funciones algo atípicas que requieren algo de aprendizaje.
  • Algunos usuarios comentan en webs y foros que se desgasta con facilidad.

Reloop RMX-60 y RMX-80

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Si tuviera que definir estos mixers con una sola frase lo tendría claro: la copia de un mixer Pioneer con la mejor relación calidad/precio/sonido. Y es que está muy claro lo que pretendió en su momento Reloop cuando lanzó estos mixers, y era ofrecer un layout calcado al de los mixers Pioneer, con una serie de funciones muy similares y un sonido decente a un precio que no te dejara atado a un banco durante un par de años. Y vaya, creo que no sólo lo consiguieron si no que además parece que estos mixers casi han sido diseñados para este artículo.

Tienen una construcción realmente sólida –os lo aseguro, han pasado un par de estos por mis manos– y el sonido es mucho mejor de lo que cabría esperar por este precio. Los controles son bastante firmes y puedes sustituir el crossfader por un mini-innofader especialmente diseñado para Reloop. Y bueno, no puede ser más fáciles e intuitivos de usar con un layout tan reconocible, o mejor dicho, tan calcado de las mesas Pioneer.

El RMX-80 cuesta unos 620€ mientras que el RMX-60 está alrededor de los 450€, son aparentemente casi iguales pero hay diferencias en las funciones que definen esa distancia en el precio. El RMX-80 cuenta en la parte trasera con un hub USB que puede resultar práctico –el RMX-60 tiene un puerto USB pero sólo es para actualizar el firmware–, tiene mayor variedad de efectos y además cuenta con un circuito de envío/retorno para efectos. Por lo demás ambos mixers son idénticos.

¿Defectos? Claro que tienen. Algunos maniáticos del control sonoro notarán que los potenciómetros tienen algo de zona muerta al principio y al final del recorrido; esto aunque es típico de mixers digitales hay gente que lo tolera mejor y gente que lo tolera peor. Lo mejor es probarlos antes de comprar. Y también hay que decir que algunos efectos son poco usables por lo exagerados que son o porque sencillamente parece que nunca se terminan de ajustar bien al tempo. Eso sí, los efectos que más usa todo el mundo que son el delay y la reverb, están geniales. Hay un par de detalles un poco tonto con los filtros que personalmente siempre me han puesto de los nervios con estas mesas y me gusta señalar: el potenciómetro que controla el filtro tiene un punto de detención central algo complicado de pillar –es fácil buscar el punto central y pasarse en una dirección u otra– y se hecha de menos un botón para desconectar el filtro.

Puntos fuertes:

  • Relación calidad/precio/prestaciones difícil de batir.
  • Sólida construcción.
  • Layout calcado de Pioneer, así que cualquiera sabe usar una de estas.

Puntos débiles:

  • Algunos efectos no son nada útiles.
  • Si interfaz de audio de ningún tipo a pesar de ser digitales.

Omnitronic TRM-402

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Recién llegada al mercado es la mesa Omnitronic TRM-402, una rotary de cuatro canales de muy bajo coste y hermana mayor de la TRM-202 y que entra por los pelos en nuestra selección porque su precio está justo en el límite: 700€.

La TRM-402 monta un componente bastante típico de las mesas “rotativas”, unos potenciómetros ALPS “Blue Velvet” que ahora desea todo el mundo por la suavidad con la que permiten “fundir” las mezclas, y un efectivo isolator en el master –probablemente lo mejor de toda la mesa– que es una delicia. Además cumple con todos los requisitos del artículo: entrada de micro, salida master y booth independientes –ambas con conexión XLR y RCA– y fuente de alimentación interna. Tiene aparte algún detalle de agradecer, como incluir cuatro conexiones phono, y también poder conmutar esas cuatro conexiones entre nivel phono y línea, con lo que cuentas con 8 entradas de línea si lo deseas. Además cuenta con una salida adicional para grabaciones.

Su sonido es correcto, y ojo, sólo correcto, ya que por este precio ni de lejos esperes el sonido de una E&S o una Condesa; si piensas que vas a obtener algo así te estás engañando a ti mismo. Sin embargo no hay ruidos extraños, la señal es bastante limpia, y el sonido se manipula sin sobresaltos. Probablemente no puedas pedir más en el sonido de una rotary por este precio.

Obviamente tiene puntos débiles, el principal para mi es la falta de conexiones de envío/retorno para efectos, lo cual lo convertiría en algo casi perfecto por su precio. Por otro lado, el metering de esta mesa es bastante limitado con únicamente dos vúmetros para el master. Algunos usuarios que ya han puesto sus manos encima también se han quejado de un detalle que no se ha solucionado con respecto a la TRM-202, y es que los potenciómetros del isolator no tienen punto de detención central, debes ponerlos a cero "a ojo" –y ha oído–.

En definitiva una mesa para mezclar “a la antigua” con una muy buena cantidad de entradas y salidas que la vuelven muy flexible, que proporciona la suavidad de mezcla de los potenciómetros ALPS y un sonido correcto. Y oye, una forma barata de tener tu primera rotary si es algo que siempre te ha producido una gran curiosidad; algunos se enganchan tras probarlas.

Puntos fuertes:

  • Gran cantidad de entradas y salidas, a destacar la salida booth en formato XLR y RCA, y las cuatro conexiones phono conmutables en línea.
  • Potenciómetros ALPS Blue Velvet.
  • Isolator sencillamente maravilloso.
  • La rotary más económica del mercado.

Puntos débiles:

  • Sin posibilidad de introducir efectos.
  • Metering muy reducido.

Ecler NUO 4.0

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A pesar de que en su momento no hubo anuncio oficial alguno, Ecler parece que hace tiempo que abandonó el desarrollo de productos DJ. Sin embargo todavía pueden encontrarse las últimas mesas analógicas que fabricaron como producto nuevo en unas cuantas tiendas, y la NUO 4.0 es una de esas mesas y cumple perfectamente con todo lo que demandamos en este artículo. Y puede conseguir por unos asequibles 610€.

Respecto al sonido de esta mesa, creo que es un poco absurdo a estas alturas tratar de detallar lo excepcional y lo fiable que ha sido siempre el sonido de Ecler. Es probablemente el producto patrio que mejor sonido para DJs ha ofrecido jamás, y que además cuenta con reconocimiento internacional. Ahí lo dejo.

Respecto a “complementos” que la hagan más dulce, tenemos que tanto la salida master como la booth están en formato XLR y RCA, la salida específica para grabación, disponer de un circuito de envío/retorno a efectos con selector independiente por canal para elegir si queremos que el envío se prefader o postfader, una EQ de tipo isolator con potenciómetros de muy buen tamaño, vúmetros independientes para cada canal, y doble entrada de micro. No podemos olvidar detalles como el ajuste de curva para fader y crossfader, la preescucha del retorno de efectos o el poder reemplazar el crossfader por un Eternal como el que montan las mesas para scratch de la serie Hack de Ecler.

En resumen, una mesa que ofrece muy buen sonido analógico, con muchas opciones de entradas y salidas, todo lo necesario para mezclar con extremada precisión cuatro canales de sonido musical, un layout cómodo e intuitivo… Sinceramente el único defecto que se le puede encontrar quizá sea el desconocer si Ecler va seguir dando servicio en cuanto a repuestos para sus mesas DJ debido a que parece que abandonó el sector, pero si sus mesas siguen vendiendo por ley están obligados a ofrecer repuestos. Así que no debería haber problema.

Puntos fuertes:

  • Sonido excelente.
  • Controles de gran tamaño y metering completo.
  • Excelentes posibilidades en cuanto a conexiones.

Puntos débiles:

  • Al margen de que Ecler ya no desarrolle productos DJ, ¿alguien tiene algo en contra de esta mesa?
Teo Tormo
EL AUTOR

He trabajado como productor musical y discjockey. Desde hace años investigo y analizo la tecnología musical aplicada al DJ, buscando siempre las herramientas más innovadoras y observando su impacto en la industria musical.

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