Los mejores pedales de sustain para teclados en 2023

Un teclista toca con las manos, dirían muchos. Con la cabeza y el corazón, otros que no sé si tildar de pretenciosos o románticos. Pero también se toca con los pies, y no me refiero al teclado para pies que tocan los organistas para producir notas de bajo, sino especialmente al pedal de sostenido al que hoy dedicamos esta guía con consejos y comparativa de modelos.

Si consultáramos la historia de los instrumentos de teclado, veríamos que ya desde épocas muy tempranas abundaban los ‘controladores’. Y no sólo en formato pedal. También palancas para desplazar con la rodilla y toda otra suerte de artilugios. Capaces de afectar al sonido en formas mucho más atrevidas que el actual juego de 3 pedales del piano de cola. A través de mecanismos que colocaban sobre las cuerdas telas o papeles, incluso planchas de metal, para modificar su timbre. Para que luego digan que el piano tratado es un invento del siglo XX. Como prueba, esa foto del encabezamiento, con los seis pedales que presenta un fortepiano del MIM (Museo de Instrumentos Musicales en Bruselas, que es visita que os recomiendo si pasáis por la capital belga).

Pero vamos a lo nuestro. Arrancando con una relación de modelos, tras la que podréis encontrar una especie de glosario sobre los términos y características de los pedales, con criterios que debéis considerar en su elección. La lista de modelos revisa la oferta en cuanto a pedales de 'sustain' para nuestros teclados/pianos/sintetizadores electrónicos, separada en dos categorías, siendo la segunda más económica para cuando hay que apretarse el cinturón. Y siempre agradecido si completáis en comentarios con con vuestras experiencias y sugerencias, las que yo presento. Si te abruma la variedad de productos y no sabes como diferenciarlos, empieza por leer los consejos y recomendaciones del final.

Os resumo algunos modelos, precios y características de pedales de tipo interruptor, más algunos válidos para 'half pedalling'.Incluimos alguno de gama muy económica porque no siempre hay porqué ir a máximos. Para funciones secundarias y usos no críticos, hay pedales más sencillos que pueden bastar. En particular, para tener uno de repuesto a mano sin que sufra el bolsillo, también puede estar bien ahorrarse unos eurillos.

Todo un clásico del 'low cost', es un pedal interruptor (no continuo) de una marca propia de Thomann. Ofrece polaridad ajustable y 2m de cable fijo, e incluso tres tapas en diferente color para la zona que se pis, que ayuden a distinguir para qué es cada uno si tenéis varios. A este precio y con el cambio de polaridad, aunque sea de plástico y ligero, como segundo pedal de repuesto/salvavidas o para otros usos puede valer perfectamente. Para haceros una idea de su tamaño, en este y en los demás tomad la referencia del jack. Pequeño y no muy pesado, quizá no sea lo mejor para usar en el vaivén de un barco.

Otro Lead Foot, marca propia de Thomann, y por tanto precio bien económico. Lleva interruptor, polaridad ajustable, cable fijo sorprendentemente amplio con nada menos que 3.5m. Interesante el hecho de que pueden encajarse lateralmente varios para montar un pedal múltiple, pero no tanto el que por su pequeño recorrido y su pequeña superficie móvil yo no lo usaría como 'sustain' principal, aunque sí para otros usos y como reemplazo/salvaguarda. Su peso al ser metálico y el hecho de ser 'plano' le da cierta estabilidad, especialmente en caso de montar varios reunidos.

Precio en torno a 16 euros.

Interruptor abierto en reposo, con cable de 3m. El cable largo es su punto fuerte, junto con la confianza que me da haberlo tenido durante años sin ni un solo problema. Por lo demás es pequeño en superficie, ligero y alto, una combinación que no es mi preferida, la verdad, por el riesgo de que se desplace sin mucho control cuando el suelo no ayuda. Pero si buscas un pedal que ocupe y pese poco, es un candidato claro. Procura fijarlo de alguna manera al suelo o usar una alfombrilla o superficie de goma para que no se te escape en un descuido.

Su aspecto de pedal piano no tiene que llevaros a engaño, es un pedal interruptor (no continuo), como evidencia su jack TS (dos contactos). Hace posible con muy bajo precio la comodidad de este formato 'pedal de piano acústico'. Cuenta con polaridad ajustable y cable de 2m, por lo que resultará suficiente para cualquier uso normal. El peso, el recorrido vertical más amplio, y la acción al pisar suave, lo sitúan mejor en nuestra elección frente a otros de parecido precio y configuración como el Miditech MP-1.

Precio en torno a 30 euros.

Semejante en aspecto al Korg SP2 y el M-Audio SP1, es de polaridad fija, en este caso válida para los Yamaha y con cable de 1.6m. Pero como la mayoría de los teclados recientes suelen admitir ambas polaridades, todo es cuestión de mirar si el tuyo lo admite. Metálico y robusto, lleva lustros conmigo y lo único que he tenido que hacer es apretarle los tornillos un par de veces. El precio actúa en su contra porque ahora mismo hay mucha gama entre la que escoger. Pero si eres de los del 'sí, quiero; para toda la vida', este es de los que aguanta carros y carretas.

Precio en torno a 45 euros.

El primero en la lista que sirve como 'medio pedal'. Útil con modelos Roland y compatibles (lee el artículo sobre pedales de control, para saber las diferencias entre los distintos tipos), puede además ajustarse con un conmutador para que tenga comportamiento de pulsador (no 'half') extendiendo así su compatibilidad hacia un mayor abanico de modelos, aunque sea a costa de renunciar a la función de medio pedal. Cable de 2.2m. Una muy buena idea es la base de goma, que puede abrirse en bisagra para dar una zona mayor en la que podemos apoyar el pié, mejorando el agarre. El recorrido vertical no es corto y el peso se deja notar, evitando que se tumbe con facilidad. Uno de mis preferidos personales, y también de varios colegas. Por algo será.

Precio en torno a 45 euros.

Cuenta con polaridad ajustable. Metálico y asociable con otros a través de los raíles laterales para formar un robusto conjunto de varios pedales. Por su peculiar formato, no lo veo tanto para función de 'sustain' como para otras (tipo arrancar/parar secuencias, cambiar al siguiente sonido, etc.). Pero lo citamos porque si buscas tener muchos pedales para esos otros usos, el hecho de que sean acoplables es un plus. El cable extraíle es otro punto a favor, paa asegurarle una vida más larga ante incidentes inesperados.

Precio en torno a 75 euros.

Generalmente valoro muy alto la relación precio/prestaciones en Yamaha. Pero en esto de los pedales, comparativamente están un tanto altos, dado que este FC4A no cuenta con 'half pedal' a pesar del precio. Eso sí, el recorrido vertical es muy amplio y está bien de peso para que se asiente y no corra por el escenario más que el guitarrista. Pese a tener dos apoyos en su base (en lugar de toda la base como apoyo) ofrece un agarre firme y eso puede ser muy útil en suelos un poco curvos, que nunca se sabe cómo van a ser los escenarios. Cable de 1.60m.

Precio en torno a 75 euros.

Aquí vienen a cuento los mismos comentarios que en el pedal anterior, pero ahora sí tenemos half pedalling. Supone la tranquilidad completa si vuestro teclado/piano es Yamaha. Y Yamaha en esto de los pedales para teclados tiene demostrada fiabilidad a largo plazo en cualquiera de sus modelos. Aguantan y son longevos.

Precio en torno a 130 euros.

Dejamos como última referencia un ejemplo de pedal triple, para poder comentar algo sobre este tipo de formato y advertiros al respecto. Aunque atractivos a primera vista, debe tenerse en cuenta que estos pedales triples en su mayoría usan un cableado específico de la marca/modelo para el que están concebidos. Aunque se trate de jacks no siguen los esquemas convencionales. No es extraño por ejemplo que con solo dos jacks se ofrezca comportamiento continuo para los tres pedales. En general es muy arriesgado tratar de usarlos para otros teclados. Así que pensaros muy bien si invertir en uno de estos 'tanques' o resolver las necesidades con varios pedales individuales. La reunión de tres en uno principalmente sera útil con pianos electrónicos y para un uso marcadamente pianístico.El que mostramos de Roland tiene la ventaja de contar con un jack por cada pedal, lo que lo hace algo más fácilmente compatible que otros esquemas mucho más exclusivos. Pero no hay que olvidar que los pedales continuos no siguen todos el mismo estándar. Estos 3 pedales del RPU-3 funcionarán, sí, como si fueran tres pedales continuos Roland autónomos reunidos en un único chasis. Una equivalencia que no se da en otros muchos conjuntos de tres pedales. Pero que no se extenderá si tu teclado no admite pedales continuos Roland.

Os remito a la guía sobre controladores de 88 teclas en la que hice referencia, aunque breve, a los tres pedales del piano de cola y su función habitual (sostenido o forte, sostenuto y una corda). Digo habitual porque alguno de ellos en pianos verticales tiene una función diferente, de menor complejidad interna y menor coste. Pero el que no falta nunca, tampoco en nuestros teclados electrónicos salvo modelos exageradamente básicos, es el pedal de sostenido, conocido como 'sustain' o 'damper' en inglés, y también llamado 'forte' en literatura sobre piano más académica.

Es el de sostenido un pedal esencial, que en el caso del piano retira los apagadores de las notas de tal forma que al soltarlas no dejan de sonar. Permanecen sonando hasta extinguirse naturalmente o hasta que se libera el pedal. En el piano acústico no es sólo el efecto de esa prolongación de la duración sino también un efecto de 'resonancia' puesto que las cuerdas, libres para vibrar, entran en vibración por 'simpatía'. Aunque toquemos una sola nota, estará acompañada de un fondo, de un murmullo reverberante, que proviene de la vibración de otras cuerdas, espacialmente de las que guardan alguna relación armónica simple con la/s que hayamos atacado desde el teclado.

Hay técnicas posibles en acústico como el medio pedal, que dan más posibilidades que lo que esa descripción sencilla parece implicar. Se trata de actuar sobre el pedal no de forma completa, sino con recorridos intermedios para graduar la duración de esas colas y el nivel de ese fondo reverberante. También se puede liberar ligeramente el pedal para volver a pisarlo a fin de conseguir que esas colas con las que se extingue el sonido sucedan a un nivel más bajo de intensidad y brillo.

En el caso de nuestros teclados electrónicos el pedal sustain las más de las veces es mucho más básico. Un simple pulsador que puede estar activado o no, pero que no distingue niveles intermedios. Del mismo tipo que el que usamos para accionar el timbre de una puerta. Literalmente ese fue mi primer pedal cuando no tenía dinero para otra cosa y sí encontré por casa un interruptor sobrante.

Esos pedales-interruptores pueden ser de dos tipos: abiertos (sin contacto) en reposo, o cerrados en reposo. Muchas veces lo veréis referido como 'polaridad' (si son de polaridad + o -) Hay marcas que han optado por uno u otro tipo, y si usáis el tpo incorrecto el pedal parecerá operar al revés de lo habitual. Cada vez más y más teclados pueden programarse en ajustes de los menús 'sistema', 'global' o parecidos, para usar el primer o el segundo tipo. He tenido también algún teclado que se ajusta automáticamente porque en el momento de encenderse detecta si el pedal está cerrado o abierto. Pero también hay marcas y modelos que siguen manteniendo la obligación de usar un pedal compatible con su propio criterio. Por eso veo interesante contar con algún pedal 'ajustable', que los hay y no caros. En ellos podremos decir cuál de los dos criterios, cuál de las dos polaridades, queremos que se aplique.

Aunque tengáis un pedal algo más caro y de mejor presencia, sujeción, tamaño, etc. no está de más, especialmente con lo poco que cuestan, tener siempre a mano un segundo pedal más básico pero ajustable. Será vuestro salvavidas si el pedal principal deja de funcionar justo antes de salir a tocar aunque en la prueba de sonido todo iba OK (me ha pasado), o en el caso de que os veáis forzados a usar un teclado desconocido y que vaya usted a saber qué criterio aplica. Al menos no añadir al terror de ese momento la inquietud de tener que salvar la actuación sin pedal.

Entre los pedales interruptores, sin recorrido continuo, hay que distinguir los que son de tipo pulsador de los de tipo conmutador. Un pulsador (como el timbre) sólo actúa mientras se acciona y es el tipo necesario para la acción 'sustain'. Un conmutador cambia de estado cada vez que se pisa, y no es el tipo de pedal que atendemos en esta guía. El conmutador (switch, a veces llamado on/off, o latched) es usado por ejemplo para activar y desactivar una unidad de efecto externa, o conmutar entre dos canales de un ampli. Ojo porque muchas marcas ofrece pulsadores y conmutadores en su catálogo muy parecidos externamente, pero sus funciones son bien distintas.

La acción que el pedal sustain desarrolla en muchos sintes es sólo la de prolongar la duración de las notas como si estuvieran siendo mantenidas en el teclado. Por ejemplo, los sintetizadores seguirían en la fase 'sustain' sin ir a la de 'release' hasta liberar el pedal. Pero en pianos electrónicos no extremadamente básicos hay emulación de la resonancia, y en cada vez más sintes de tipo rompler/workstation podéis activar en la sección de efectos esa emulación si lo veis necesario. Como cualquier emulación las hay buenas y no tan buenas. Os sorprendería ver cuántas veces esa posibilidad está disponible pero no está aplicada en muchos de los presets de piano.

En pianos electrónicos la entrada de pedal de sustain a menudo admite pedal continuo para así controlar el efecto 'medio pedal' en la emulación de la resonancia. En pianos es cada vez más frecuente, aunque los de gamas más bajas quizá sólo cuenten con acción de tipo interruptor. No es tan habitual en sintes, aunque a veces puede haber sorpresa agradable, especialmente en romplers/workstations de gama media/alta en los que uno de los usos típicos va a ser tocar sonidos de piano.

Pero ojo con ello. Si en el pedal interruptor básico sólo había dos posibles polaridades, en esto de los pedales continuos para sustain el abanico se abre, no hay un estándar. Suelen ser simples potenciómetros, el equivalente a tener una rueda de modulación pero accionable con el pie. Pero en la forma de llevar los tres contactos del potenciómetro hacia el conector (que suele ser un jack TRS -el de tres contactos, mal llamado 'estéreo'-) cada cual campa por sus reales. Para no arriesgar, en estos casos mejor probad antes de comprar, salvo que adquiráis un pedal de la propia marca y/o declaradamente compatible con vuestro teclado.

Además de la función de sustain, para los teclistas/sintesistas el pié se responsabiliza de más cosas. Podemos tener pedales de tipo interruptor para arrancar/parar secuencias, para avanzar entre sonidos, para sumar una capa, etc. Esos tipos de uso son más tolerantes a pedales menos ambiciosos, porque su uso es más esporádico y menos expresivo y crítico.

Como veis en la imagen, la oferta de pedales sustain, además de la distinción interruptor/continuo, tiene muchas variantes de formato. Algunas reflexiones y cosas que conviene tener en cuenta:

Importante comprobar qué tal se agarra al suelo. Hay pedales con unas patitas de goma y hay otros con toda su superficie de goma, pero por si sola esa diferencia visual no dice toda la verdad. Nada como ponerlo en un suelo liso o en una mesa y probar a empujarlo.

Otra dimensión del tema agarre, también importante. Cómo de firme se sujeta la suela del zapato. En pedales de cierta anchura no suele haber problema, pero otros extremadamente finos pueden ser más difíciles de actuar, especialmente con zapato de suela (las zapatillas de goma son otra historia). Además, y también relacionado con las sensaciones de la acción con el pie, el recorrido en vertical me parece importante. Si es corto tendréis poca sensación de estar pisando o no, me gusta más que se note ese espacio que recorremos con el pie.

Ojo con los de 'aspecto' piano, no todos son de tipo 'medio pedal'. Pese a todo, incluso para un pedal sólo interruptor es agradable y cómodo el formato amplio del pedal más clásico de piano. Con el pedal destinado a sustain soy algo exigente y me gusta que sea amplio y de ese formato 'pedal de piano', es un pedal del que necesitamos una mayor precisión y agilidad de respuesta, porque hacer uso de él de forma permanente no es lo habitual. Solemos soltarlo momentáneamente y volverlo a pisar con cada cambio de acorde o por otras razones, y es agradable tener seguridad, buenas sensaciones y realimentación con él. Pero para otras funciones como lanzar secuencias o cambiar entre sonidos lo que necesitamos es una pulsación ocasional, y podemos optar con tranquilidad por pedales más simples. Los muy pequeños y ligero a veces rebotan y saltan tras pisarlos, según en qué suelos, y eso puede no ser problema grave para un 'play' pero sería muy distractivo para uso como 'sustain'.

Los pedales están por el suelo y además de la acción amable de nuestro pié van a recibir antes o después algún otro pisotón o patada no tan bien intencionado. Si esperáis un ambiente hostil, mejor que sea sólido, etc. El peso ayuda a que se asiente y permanezca sin desplazarse, conviene evitar los ultraligeros en esto de los pedales. Otra opción que en algunos casos puede plantearse es 'anclar el cable' para así fijar el pedal, por ejemplo si trabajáis en un escenario fijo, aunque vaya montado sobre un camión.

A menudo no lo miramos, pero ¿cómo de extenso es? Según cómo sea vuestra disposición de teclados, si tenéis varios pisos y alguno está un poco algo, puede ser necesario que tenga cable generoso. Especialmente porque el conector del pedal de sustain no suele ir al centro del panel trasero del teclado, sino en un lateral. Para llevarlo al centro tendréis que tirarlo en oblicuo con un recorrido mayor, no digamos ya si por estética y para evitar cables colgantes por el aire intentáis bajar el cable por el soporte y que luego vaya por el suelo hasta el centro donde queréis tener el pedal. O cuando va a actuar sobre un equipo que tenemos en un rack cercano pero no justo delante. Siempre puede prolongarse con un cable macho/hembra pero mejor tenerlo en cuenta de partida.

Os permite personalizar la longitud y además en caso de rotura del cable o espachurramiento del conector (el pisotón de turno durante el montaje del escenario) podéis salir del paso con más facilidad. Aunque no lo veo un criterio fundamental. Realmente, en mi caso, he optado al final por llevar siempre dos pedales, y uno de ellos guardado en maleta para protegerlo de esas 'inclemencias' por si tiene que salir a reemplazar al otro muerto (por cierto, también intento llevar dos fuentes de alimentación cuando son externas, otra amenaza que puede hundiros la actuación).

Si os hacéis el cable para el pedal, huid de los muy gruesos/rígidos. Mejor flexible y ligero, porque la rigidez del cable puede dificultar colocar el pedal si este no tiene un mínimo de tamaño/peso que lo asiente. La tensión de cable puede ayudar a que el pedal se dé la vuelta en una minipatada inadvertida si es muy ligero.