Sintetizadores

Roland Zen-Core, qué es y qué ofrece este nuevo sistema de síntesis

A partir de la lectura de los manuales de referencia de algunos de los modelos recién anunciados, os contamos qué es lo que ofrece Zen-Core, el nuevo sistema de síntesis que Roland comienza a entregar en sus teclados y que es una más que destacable novedad en su dilatada historia. Se trata de una íntima hibridación, no una mera reunión, de dos mundos que hasta ahora parecían llamados a vivir por separado: la síntesis de las workstations y la de los analógicos virtuales.

De momento no podemos comentaros su sonido, que sería lo principal. Así que nos quedamos con la descripción de características, en especial señalando qué tiene Zen-Core de singular. Y lo hacemos en la seguridad de que sonar sonará al menos tan bien como lo hacen otros productos de la marca.

El anuncio de los nuevos sintetizadores y grooveboxes de Roland ha venido acompañado de referencias a 'Zen-Core' como el sistema de síntesis que a partir de ahora la marca japonesa va a ir entregando en sus nuevos productos. En los comentarios a las noticias de los nuevos sintetizadores Fantom 6/7/8 y Jupiter-X/Xm, y de las grooveboxes MC-707/101 hemos visto mucho interés, muchas dudas y algunos malentendidos sobre qué significa 'Zen-Core'.

Para orientaros al respecto hemos estudiado el 'reference manual de MC-707 y la 'parameters guide' de los nuevos Fantom, que forman la mejor fuente disponible por ahora para entender qué significa este nuevo sistema. Jupiter-X y Jupiter-Xm también cuentan también con Zen-Core pero sus manuales no están todavía disponibles en el momento de preparar este artículo. En los dos manuales señalados veréis la descripción bloque a bloque y parámetro por parámetro de lo que forma un 'tone' o sonido basado en Zen-Core, una descripción totalmente coincidente en esos modelos. Las diferencias, que las hay, vienen de otras cuestiones.

No se trata de ningún tipo de síntesis nuevo, si es que aún queda alguno por imaginar -cosa cada vez más difícil-. Es la nueva tecnología para teclados Roland, que, entre otras cosas, sí es novedosa en la forma en la que reúne posibilidades que antes sólo podían disfrutarse en productos de gamas diferentes.

Un resumen acelerado

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Para quienes tengáis prisa, las claves principales, no únicas, de Zen-Core son:

  • Primero y sobre todo: permite contar dentro de un sistema de síntesis típico de ‘workstations’ (multitímbrico de alta polifonía y complejidad) con la opción de usar en cada oscilador y en cada filtro una implementación ‘digital’ o una ‘virtual analógica’
  • Introduce funciones de control ‘modernas’ tales como LFOs que actúan como secuenciadores por pasos para parámetros, usando contornos seleccionables en cada paso, por citar solo uno.
  • La implementación es nueva y se beneficia de los avances recientes en tecnología digital y en algoritmos y procesado digital de señal, con mayor resolución en cálculos y en parámetros
  • Ofrece posibilidades crecidas de creación de rutas de modulación

Roland: de la síntesis LA a Zen-Core

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Lo primero es tener claro qué significa esto de que se lance algo como Zen-Core. De cuando en cuando, cada fabricante de sintetizadores digitales actualiza la tecnología interna de sus teclados y desarrolla un sistema de síntesis (típicamente basado alrededor de alguna familia concreta de circuitos integrados) que se utiliza durante años aplicado a diferentes modelos.

Zen-Core es en ese sentido una nueva generación de la circuitería de síntesis de Roland. Una nueva solución llamada a ser usada en diferentes gamas y modelos de teclados en los próximos años. Pero en esta ocasión, más que en otras anteriores, hay un salto importante de significado. No es una simple mejora asociada al avance de las tecnologías digitales, sino un rediseño que implia un cambio de concepto.

Roland Fantom 6, detalle del panel
Detalle del panel de Fantom 6, uno de los nuevos teclado con Zen-Core
roland.com

Los inicios de Roland se remontan, como los de otras marcas, a la época en la que sólo existían sistemas analógicos. En 1987 aparece el D-50 como primer sintetizador Roland con generación de sonido íntegramente digital, y ese cambio radical de tecnología trajo consigo un cambio igualmente radical de la paleta de sonidos posibles. Desde entonces han llovido muchas gamas, pero muchas de las ideas de la LA original se han seguido aplicando durante decenios.

En esencia 'LA' era una implementación 100% digital de un esquema sustractivo clásico con estructura de osciladores->filtros->amplificación, y envolventes y LFOs como señales de control. Siendo digital admitía tanto formas de onda basadas en las clásicas (diente, rectangular...) como resultado de la reproducción de muestras de sonidos reales (PCM). También ya desde el D-50 aparecían algunas cosas que Roland ha mantenido en sistemas posteriores. La posibilidad de contar con hasta 4 'secciones' (partials) formando un sonido era responsable de sonidos de una gran complejidad, compuestos por agregación de elementos diferentes. Cada uno de los cuatro parciales contaba con su juego de oscilador, filtro, etc.

También propio y muy distintivo de Roland ya desde el D-50 la opción de usar diferentes 'estructuras' que permitían que esos parciales en lugar de sumarse sin más para el resultado final (como hicieron otros fabricantes), pudieran interactuar en parejas a través de alguna técnica basada en modulación (inicialmente un X-OR y en otras generaciones posteriores otras modulaciones más cuidadosas y variadas: anillo, XMOD, …). Las estructuras también permitían dar entrada a algún elemento ‘saturante’ en la cadena audio para provocar distorsión individual en cada voz. Detalles que hablan de una importante ambición por parte de Roland ya en el momento de aquel primer D-50, y que iban bastante más allá, en términos de puras funciones de sínstesis, de lo que otras marcas ofrecían en sus nacientes sintetizadores y workstations digitales.

La enorme inversión de tiempo, esfuerzo y dinero que implica desarrollar la tecnología y los integrados que están dentro de un sintetizador digital complejo exige su aprovechamiento durante años. Así vimos la etiqueta 'LA' (linear arithmetic) en diferentes modelos a lo largo del tiempo. LA se convirtió pronto en 'Advanced LA', un paso que permitía, aprovechando el avance de la tecnología pero sin cambiar mucho el concepto base, contar con muestras más largas, más abundantes, y de mayor resolución. También los cálculos digitales se realizaban con mayor precisión y agilidad. Los detalles editables y el número de parámetros crecía. En definitiva, se incorporaban mejoras pero permanecía la misma idea global de los 4 parciales, las estructuras que permiten interacción entre los osciladores, etc.

El cambio de nomenclatura desde los sintetizadores 'D' a los JV, JD y XP, o los Fantom en sus series primera, S, X y G, más los derivados de menor coste Juno o los FA, es en realidad la evolución de ese concepto inicial LA y mantiene buena parte de sus características originales, pero en una línea de mayor calidad audio y complejidad de resultados, polifonía creciente y ampliación con más y más multitimbralidad (además de añadidos como efectos, secuenciadores, etc.). Otras gamas, como los teclados ‘arranger’ o los pianos electrónicos han ido adoptando estas tecnologías nacidas en sintetizadores para mejorar su oferta sonora.

De forma independiente a esos sistemas evolución del LA inicial, Roland ha ido salpicando su catálogo con algunas otras propuestas. En especial destacan las de tipo 'analógico virtual' y todos los 'V' (V-synth, V-piano, V-combo, V-drums...).

En los de tipo analógico virtual prima la fidelidad al sonido de los primeros analógicos, frente a la alta polifonía y extrema complejidad de los 'LA y derivados'. Pero recrear con cierto detalle la respuesta de los analógicos en una implementación 100% digital exige una cantidad de cómputo dedicado muy importante y limita la polifonía que se oferta en ese tipo de modelos. La más reciente y más ambiciosa propuesta en el terreno de los analógicos virtuales la constituyen los sintetizadores ‘ACB’ (analog circuit behaviour) con los que han creado versiones en digital de sintes clásicos de la marca en diferentes formatos, en especial en la gama Boutique y System, así como plugins software a través de Roland Cloud.

Por su parte los diferentes sistemas 'V' han ido dando salida a soluciones específicamente pensadas para atender la recreación de determinados instrumentos. Por ejemplo 'V-piano' y posteriormente los pianos 'SuperNatural' cuentan con técnicas, estructuras y parámetros específicamente orientados al piano.

Ha habido ocasiones en las que algún producto Roland agrupa tecnologías distintas. Cabe destacar por ejemplo los JD-Xa y JD-Xi que combinaban algún elemento analógico más elementos digitales. Pero esa reunión era resultado de juntar en una misma carcasa dos tecnologías diferentes.

Zen-Core, la ‘integración’ de la síntesis VA y la nativa digital

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Dentro de ese recorrido llega ahora Zen-Core. Zen-Core posibilita contar con un entorno digital de síntesis capaz de reunir elementos del tipo 'LA y derivados' con elementos de tipo 'analógico virtual'. No lo hace por el camino fácil, pero limitado en opciones, de reunir en paralelo las dos soluciones en el mismo chasis, como sucedía por ejemplo con las 4 voces analógicas del JD-Xa ‘pegadas’ a sus 64 voces digitales. Zen-Core es un esquema nuevo de síntesis dentro de Roland en el que varios de los elementos esenciales (osciladores, filtros) pueden configurarse y usarse en una implementación digital (para entendernos de tipo ‘workstation’ o heredera de LA) con amplia polifonía, o bien en una implementación de tipo ‘virtual analógica’ más costosa en cómputo.

No es por tanto una yuxtaposición de dos tecnologías, sino algo mucho más entrelazado. La decisión de si un sonido se beneficia o no de la recreación de modelos analógicos la toma el programador del sonido y lo puede hacer en cada elemento individualmente, allí donde se necesite para un sonido en particular. Si uso un filtro y lo deseo limpio, sin apenas resonancia y sin modulaciones intensas, posiblemente mantengo un filtro 100% digital. Pero si quiero algo que intervenga más activamente quizá adopte un filtro basado en alguno de varios circuitos clásicos. De forma parecida puedo adoptar para cada oscilador individual una solución 100% digital o bien una emulación de ondas analógicas de diferentes tipos.

Varios tipos de oscilador en Roland Zen-Core
Varios tipos de oscilador presentes en Zen-Core (imagen de un Fantom 6/7/8)
roland.com

El resultado es un híbridaje íntimo, no una mera reunión, de los dos mundos que hasta ahora parecían llamados a vivir por separado. Además, y no menos importante, supone también una implementación nueva de las ideas nacidas con ACB en busca de optimizar el cómputo y no reducir con el uso de sistemas VA tantísimo la polifonía (baste recordar las 4 y 8 voces de System-1 y System-8).

El resultado es capaz de ofrecer un recorrido continuo y personalizado en el que desplegar tanto modelos de sintes clásicos, como sonidos de corte claramente digital. Todo ello sin renunciar a la multitimbralidad y a la amplia complejidad del control. Tampoco se renuncia a una polifonía extensa, que aún así se va reduciendo a medida que despertamos más y más elementos de virtualización analógica sobre sonidos individuales. Podremos combinar osciladores Juno y filtros JP para recrear modelos de Roland, pero podremos igualmente aplicar modulación anillo entre un oscilador muestreado y una senoide VA para pasarla a continuación por un filtro tipo Moog.

Por su carácter tan específico, las soluciones tipo 'V' y 'supernatural' quedan fuera de Zen-Core. Para no renunciar a sus características, algunos de los nuevos teclados reúnen en sus tripas lo necesario para poder ofrecer tanto Zen-Core como V-piano. Es el caso de Fantom 6/7/8 por ejemplo, y ahí sí, se trata de una ‘agrupación’, pero manteniéndolos como dos mundos diferentes que conviven en paralelo en un mismo teclado. Podremos elegir en esos teclados al crear cada sonido si deseamos aplicar el modo ‘Zen-Core’ o el modo ‘V-piano’, pero no combinar elementos de uno y otro más allá de lo que permite un apilamiento o 'stack' de varios sonidos.

Osciladores y filtros en Zen-Core

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Concretando más, veréis en los instrumentos Zen-Core la posibilidad de elegir en los filtros la aplicación de un TVF (Time Variant Filter, nombre en Roland para los filtros ‘digitales’) o un filtro modelado entre los que se ofrezcan. En los Fantom 6/7/8 veréis filtros MG (Moog), P5 (Prophet), JP (Roland) y VCF1, cada uno con distintas pendientes (12, 18, 24 dB/oct) y respuestas, que se suman a la ya de por sí variada oferta de los TVF (con tres variantes low pass, más HP, BP, y PK). En el caso de usar filtros modelados aparece también presente un HPF de 6dB/oct que permite retirar la parte ‘pesada’ de graves cuando sea conveniente, de nuevo en memoria de un recurso presente en varios analógicos.

Filtros en Roland Zen-Core
Filtros en Roland Zen-Core, en imagen del manual del Fantom 6/7/8
roland.com

Entre los osciladores además de ondas PCM internas (que incluyen un recorrido amplísimo por toda la historia de sintes Roland y sus tarjetas de expansión) o cargadas por el usuario, podréis elegir osciladores virtuales de tipo diente, cuadrada, triangular (tres variantes), senoidal (2 variantes), rampa, o un diente modulado derivado del Juno analógico, o también modelos que recrean el Supersaw, las técnicas de sync (cuando usamos la estructura que vincula dos parciales en modo ‘sync’) o fuente de ruido.

En Zen-Core un ‘tone’ sigue ofreciendo los 4 parciales (partials) característicos en Roland y varias estructuras para relacionarlos con opciones sync, ring, xmod y xmod2 (esta última pensada el caso de usar dos osciladores de tipo ‘VA’). Hay en cada parcial 3 envolventes separadas de tono, filtro, y amplitud y dos LFOs.

Volviendo a cuestiones ya presentes en generaciones anteriores y que facilitan la posibilidad de recrear los sonidos de tantísimas gamas de Roland, muchos elementos sonarán a los que ya conozcáis las interioridades de casi cualquier sintetizador de la marca. Las envolventes aunque para una edición simple pueden ajustarse a través de parámetros ADSR son en realidad las envolventes clásicas de Roland definidas por cinco niveles y cuatro tiempos, que permiten una mucho mayor variedad de formas, y admiten uso con redisparo cíclico. En cada parcial se puede usar un ecualizador de tres bandas (la central con control de Q) y hay varios parámetros para controlar la panorámica individualmente (no sólo un punto fijo, sino también con posibilidades de desplazamiento y aleatoriedad). Y tras la reunión de los parciales (a nivel ‘tone’) se puede despertar un efecto (MFX) insertado. Hay desde luego importantes opciones de ajuste de ‘keytracking’y actuación de la velocidad y el aftertouch en diferentes parámetros. No vamos a detallar todos y cada uno de los parámetros, que sí podéis ver en los manuales indicados al principio, accesibles desde esos enlaces.

Otros beneficios de Zen-Core

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Como se trata de una implementación reciente, se beneficia de los avances habidos en la tecnología digital y permite mayores velocidades de control y está lista para usar un multimuestreo más profundo. Otro aspecto en el que se notan las mejoras es la resolución de los parámetros. En muchos de ellos se tienen 1024 pasos, frente a los por ejemplo 128 y 256 que venían siendo comunes en otras generaciones anteriores (pensad que incluso varios boutique contaban para la frecuencia de corte del filtro son 256 pasos que ahora se mejoran).

En las estructuras aparecen, como ya hemos comentado, opciones de interacción basada en anillo, en dos tipos de xmod (modulación en frecuencia) y al poder ser los osciladores tanto ‘VA’ como ‘digitales’ podemos realizar modulaciones combinando si lo deseamos parciales de ambos tipos. La envolvente de pitch en el caso de estructuras XMOD para a controlar la intensidad de modulación para ampliar los recursos posibles con esa acción de tipo FM. Aparece también, dentro de las posibilidades de cada oscilador individual, la opción de aplica FMX (una forma de xmod con un ‘oscilador’ interno).

Roland Zen-Core: Step-LFO
Step-LFO de Zen-Core en la pantalla de Fantom 6
roland.com

Por supuesto da entrada a nuevas posibilidades de control que han ido pasando en años recientes de estar sólo presentes en sistemas soft a encarnarse también en hardware. El ejemplo más claro son los LFOs que además de su uso convencional cíclico, pueden ahora actuar en modo step-LFO como secuenciadores de control por pasos y en los que cada paso puede tener una curva o contorno diferente y complejo.

Zen-Core amplía la capacidad de crear rutas de control, haciéndolas muy ambiciosas. Más allá de las preasignaciones que puedan existir en cuanto al uso de envolventes, LFOs, control desde teclado, etc. las rutas de control (rutas de modulación o matriz de modulación) han supuesto en todas las marcas la forma de permitir dar cabida a necesidades menos convencionales. No es que no existieran en Roland, pero con Zen-Core se potencian y amplían su alcance notablemente.

Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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