Review de Denon DS1, interfaz para DVS en Serato DJ Pro

Durante 10 años la neozelandesa Serato mantuvo un acuerdo de exclusividad con la norteamericana Rane por el que sus interfaces de audio serían exclusivamente los únicos certificados para funcionar con Scratch Live, el antiguo software insignia de la marca. Dicho acuerdo llegó a su fin poco después de la llegada del software Serato DJ, ahora recién rebautizado como Serato DJ Pro.

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El primer interfaz certificado para control DVS en Serato DJ que no es de Rane se llama DS1 y lo fabrica Denon, marca que pertenece al conglomerado empresarial InMusic Brands y con el que actualmente Serato tiene muy buena relación ya que la mayoría de productos para DJs de las marcas de InMusic –controladores de Akai, Numark y Denon– están certificados para Serato; y bueno, por qué no decirlo, InMusic también compró Rane hace aproximadamente año y medio. Se trata de un interfaz muy simple en características y espartano en su apariencia.

Nos ha costado un poco conseguir uno para contarte qué tal funciona este dispositivo, pero hoy por fin te contamos todos sus detalles. ¿Estás listo? Empezamos.

Para ser un diminuto interfaz, el DS1 viene con un packaging que aunque de calidad es algo aparatoso.¿El motivo? El interfaz viene acompañado de todo esto:

• Patas de goma adhesivas.
• Cuatro cables RCA.
• Cable USB.
• Dos vinilos de control negros para Serato DJ.
• Dos CDs de control para Serato DJ.
• Manual de instrucciones.
• Tarjeta de descarga de software.

Es destacable lo escueto del manual, que excusa su brevedad haciendo referencia a webs donde se puede obtener información más detallada. No es que un interfaz de audio sea tecnología aeroespacial, pero el librito podría ser algo más detallado en algunos aspectos. Que vengan absolutamente todos los cables necesarios es un muy buen detalle.

Algunas imágenes del paquete:

El interfaz está construido en aluminio con un acabado de pintura en polvo de color negro metalizado, los laterales con las conexiones tienen un acabado gris metálico. Es muy ligero –258 gramos– y se percibe muy sólido al tacto. Las serigrafías que tiene son en un blanco bien legible con adornos azules. Elegante y funcional.

En un lateral tiene dos entradas RCA –todas con un acabado gold plated– para la conexión de dos platos o reproductores, un terminal donde acoplar las tomas de tierra de los platos, y un conmutador para seleccionar el nivel de la señal de entrada entre phono o línea.

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En el lateral opuesto tenemos dos salidas en formato RCA para la conexión a una mesa de mezclas, un puerto USB tipo B para la conexión al ordenador, y un led azul para indicarnos si el aparato está conectado y funcionando; si la luz azul permanece fija tras conectarlo es que está funcionando correctamente y si parpadea es que recibe energía pero tiene algún problema. Todas las conexiones son muy firmes, especialmente la del puerto USB que es tan firme que llega a costar sacar el cable, algo que en el fondo nos garantiza que en entornos de alta presión acústica y muchas vibraciones no sufriremos desconexiones desafortunadas por mal contacto del cable y el puerto.

El acabado del interfaz hace que se deslice con mucha facilidad por cualquier superficie con cualquier golpecito o tironcito de sus cables, si deseamos tenerlo estático disponemos de las patitas adhesivas de goma que el usuario puede pegar opcionalmente y cumplen perfectamente con su cometido.

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El interfaz requiere la instalación de drivers para Windows que deben descargarse de la web del fabricante. En macOS no es necesaria la instalación de ningún driver puesto que el dispositivo es USB class compliant.

Serato DJ Pro se debe descargar también de la web de Serato –este proceso es totalmente gratuito– y tras instalar el programa podemos directamente arrancarlo. Si el interfaz está conectado automáticamente se activará la versión completa del software junto con las funciones DVS. No será necesario realizar ningún registro ni activación online, aunque luego comentaré sobre una peculiaridad de la versión de Serato DJ Pro que nos activará el interfaz.

En macOS Sierra tuvimos un pequeño problema con el interfaz que se repitió en dos ordenadores distintos; si con el software arrancado en el modo offline conectabas a posteriori el interfaz el software se quedaba mostrando el mensaje “Conectando con el dispositivo de audio” sin llegar a aparece la versión completa del software. Este problema tiene una solución tan simple como arrancar siempre el programa con el interfaz conectado, aunque es un comportamiento que no debería darse.

El DS1 no cuenta con panel de control propio por software, a fin de cuentas los únicos ajustes que necesita son el tamaño del buffer –que se ajusta desde Serato DJ modificando el tiempo de latencia–, y el nivel de la señal entrante, que como ya he indicado tiene el aparato un conmutador físico para ello.

A estas alturas y después de 10 años de interfaces dedicados a control DVS en el mercado y unos cuantos artículos en Hispasonic es un poco absurdo que pasemos por las explicaciones de cómo funcionan este tipo de dispositivos, y si “funcionan bien”. Atrás quedaron los tiempos en los que los primeros dispositivos de este tipo daban no pocos problemas –por el bajo rendimiento de los ordenadores y el errático flujo de datos de los puertos USB de máquinas de gama baja y media– y hoy por hoy se da por hecho que este tipo de dispositvos funcionan, así que vayamos directamente a lo que importa: ¿cómo de bien funciona?

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Los vinilos se calibran sin ningún problema usando el método automático de calibración de Serato DJ Pro y el interfaz recibe correctamente la señal todo el tiempo, al menos con las máquinas en las que se probó –y que cumplían los requisitos recomendados–. La latencia más baja en Serato DJ Pro a la que se podía configurar el interfaz de forma “segura” –sin dropouts de ningún tipo ni congelaciones o cuelgues del software– era de 2ms. Se podía llegar a configurar en 1ms y funcionaba sin problemas la mayor parte del tiempo, aunque había dropouts ocasionales en el audio.

El audio que sale de los conversores de 24 bits y 96kHz es muy bueno, es una señal con mucha pegada, definición y excelente campo stereo; no se le puede poner absolutamente ninguna pega y creo que Denon no podía haber puesto mejor sonido por el precio del interfaz –350€ aproximadamente– ni en ese espacio. No puedo realizar una comparación directa con un interfaz de Rane porque no dispongo de ninguno en este momento, pero por lo que recuerdo de memoria, me temo que este interfaz no tiene nada que envidiar en cuanto a sonido a los de Rane.

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La modalidad de Serato DJ que nos activará este dispositivo permite usar 2 decks, y aunque queramos controlar 4 decks usando para ello algún controlador adicional, el programa no nos dejará hacerlo. Sólo podremos tener 2 decks, con lo que se podría decir que la licencia de Serato DJ que se nos otorga con este hardware no es completa del todo. Esta limitación de software y hardware hace que si queremos usar el sampler del software este tenga que compartir canal con una de los dos principales, y a pesar de que en el software tengamos la opción de elegir el canal “Master” para el sampler, en realidad es lo mismo que elegir el canal 1.

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Como también tenemos sólo dos entradas, obviamente no podremos grabar sesiones si estas están realizadas empleando DVS, puesto que las dos entradas del interfaz estarán ocupadas por los platos. En el caso de que controlemos Serato DJ Pro empleando reproductores que soporten HID, sí que podríamos grabar la sesión ya que las entradas del interfaz quedan libres y pueden usarse para conectar la salida de la mesa de mezclas y seleccionar en el software una de las dos entradas como fuente de grabación.

Se echa en falta un modo “Thru” nativo en el hardware del interfaz, esto es, poder pinchar con el ordenador apagado pero los platos o reproductores cableados al interfaz, haciendo el interfaz de simple puente de audio. La incorporación por otra parte de esta funcionalidad, seguramente habría hecho el interfaz algo más abultado y puede que ligeramente más caro. Para los que puedan encontrar inconveniente en esto, siempre está la opción de usar cables duplicadores en la salida de audio del plato o reproductor –ojo, que sean duplicadores de los buenos o los zumbidos y cambios súbitos en la dinámica estarán asegurados–.

El DS1 es un muy digno interfaz para Serato DJ Pro, y está a la altura de lo que conocíamos de Rane. Es más me atrevería a decir que suena tan bien o mejor que los interfaces SL2 y SL3. Su precio, que incluye una licencia de Serato DJ Pro y de la expansión DVS –aunque como ya os he dicho sólo para 2 canales– es correcto para el mercado actual, y unido a su facilidad de uso y configuración, lo convierten en un dispositivo francamente accesible.

No dará dolores de cabeza por su tamaño y peso, cabe en cualquier mochila, bolso, o maletín de transporte y es ligero, y su tamaño y peso no están en absoluto reñidos con la solidez de construcción. El rendimiento es muy bueno, el software corre estable y a baja latencia, y el dispositivo no podría ser más simple de utilizar; vale, me he quejado de lo escueto del manual, pero en el fondo cualquiera que haya tenido o usado algún interfaz DVS no necesitará consultar ningún manual.

Entre las carencias, lo ya comentado en cuanto a no disponer de ninguna entrada de grabación y la ausencia de un modo “Thru”. No obstante calificarlo de carencias reconozco que es algo un tanto subjetivo, ya que incorporar esas funciones es algo que habría probablemente aumentado tanto el tamaño como el precio del producto, y entonces estaríamos hablando en realidad de un producto diferente.

Lo mejor: Excelente construcción en un tamaño compacto, sencillo de usar y sonido sobresaliente.

Lo peor: La ausencia de un modo "Thru", y que Serato DJ Pro se activa sólo para usarse con dos canales.