Sintetizadores

Elektron Analog Rytm (I): realidad analógica aumentada

Muchos amamos la caja de ritmos como categoría, como instrumento diferente en sí mismo. Posibilita resultados peculiares que cuesta mucho esfuerzo aproximar por otras vías. Exige reunir en un mismo equipo un motor de sonido multitímbrico especializado hacia percusión/batería, más un secuenciador enfocado a patrones que no desdeñe la grabación en tiempo real y los ajustes finos de swing/groove, junto con un suficiente juego de controles que hagan posible interactuar con todo ello con agilidad y claridad. Será esa la estructura con la que abordaré el análisis en dos artículos, con esta primera entrega centrada en la parte de síntesis y creación de sonidos. También (especialmente en la segunda parte) aclararemos algunas ideas a los usuarios presentes o futuros, y que pueden escapar incluso tras una (y dos) lecturas del manual.

Conseguir una caja de ritmos excelente implica acertar separadamente en esos elementos, y, no menos importante, al integrarlos haciendo que no simplemente se sumen sino que se potencien unos a otros.

Las especificaciones de Rytm apuntan alto y desde luego integración potenciadora es algo que define a Elektron. Recordando el debate realidad virtual /realidad aumentada en software, con Rytm estamos ante una ‘realidad analógica aumentada’. Sí, es ciertamente una caja de ritmos capaz de generar analógicamente sonidos de percusión, pero los acompaña con muestras y los inserta en un entramado digital de control y secuenciación que abre una cuarta dimensión.

Resumen

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Para los impacientes, empezaré esta vez por unas conclusiones muy globales, sin diferirlas a la segunda parte.

Rytm y creación de sonidos:

Para los interesados en crear sus propios sonidos específicamente para percusión me costaría proponer alguna alternativa que resulte más competente, salvo por la cuestión de las muestras no estéreo (en muchos casos no esencial) y la ausencia de multisampling por velocidad que facilitaría más naturalidad en sonidos acústicos muestreados. En los extremos (colas subgraves largas y vertiginosos cliks analógicos) mantiene buen sonido y nitidez siempre que no os excedáis con la reverb interna. En todo caso no es un sinte ni rompler generalista pese a las muestras, pero puede aportar bajos, ambientes, hits, efectos y otras gracias varias dentro de los patrones.

Rytm y secuenciación:

Basta decir que es Elektron. Para mi gusto reinan en el territorio de los secuenciadores por patrones. Posibilitar que en cada pista de cada patrón, cada uno de los golpes pueda estar usando un sonido diferente o tener unos ajustes personalizados de los parámetros que definen al sonido, controlar con idéntico detalle en cada paso la mezcla y los efectos,… y todo ello con facilidad, sin necesidad de menús y ediciones complejas. Ese es el sello de Elektron. El peligro si acaso puede ser a veces el de excederse, el de ser ‘hiperactivos’, nunca el de ser aburridamente simples. Eso sí, estamos ante una caja de ritmos, no un ‘phrase sampler’ ni nada semejante. No esperéis funciones de tipo fraccionar y reorganizar un patrón o bucle (para eso mirad hacia la Octatrack).

Rytm, controles y manejo:

Pese a que el aprendizaje para los nuevos en Elektron exige algún tiempo, es finalmente muy usable y entendible, con una lógica sencilla de asimilar y todo tipo de funciones (las esperables y otras cuantas más allá). Eso sí, hay que trabajarse (y más de una vez) el manual, que me temo no apto para novatos: es más enunciativo que explicativo, incluso en cosas que agradecerían una mayor aclaración. Los botones y encoders son robustos y prácticos. Aunque es un terreno muy personal, el tamaño y tacto de los pads no me encaja, también es cierto que yo siempre tiendo a enganchar un teclado y algún pad de tipo batería más que a tirar de ‘botón’. Al menos la falta de ajuste de sensibilidad debería repararse en algún momento vía firmware. Con todo, en 1,8 cm. x 1,8 cm. hay el espacio para un dedo, no dos, y tanta miniatura condiciona. No me convence la dependencia estricta de los pads para el modo ‘performance’ (modo que permite modular simultáneamente varios parámetros de los sonidos desde un único control). Hace muy difícil el ser preciso. Vía MIDI podemos usar para ello cualquier tipo de controlador (encoders, faders o semejantes) con tal de que generen CCs / NRPNs, pero los usuarios de Analog Four echarán en falta poder usar los encoders presentes en Rytm para ese modo ‘performance’. La próxima llegada de Overbridge permitirá hacer una delicia la integración de Rytm y DAWs dejando guardada automáticamente toda la programación de Rytm en el proyecto DAW, añadiendo la transferencia de audio vía USB, facilitando la edición de los parámetros de Rytm desde la pantalla del ordenador, etc.

Lo primero es oírla

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Si queréis oír unas demos de la propia Elektron podéis visitar

https://soundcloud.com/elektron/sets/analog-rytm-audio-examples

Sin duda, muchas de las características de Rytm y las demos en Internet apuntan hacia un tipo de público/mercado muy centrado en intereses ‘electro’, terreno abonado para su reinado absoluto, pero no hacen honor a la variedad de estilos y sonoridades que puede llegar a alcanzar.

Aquí tenéis un patrón supersimple (16 pasos), todavía muy electrónico pero claramente diferente a los que ofrecía ese enlace que os daba. Un bombo, caja, y hat sin ninguna gracia especial pero con una pista más que es la que tiene ‘la chispa’ y que preparé cargando una muestra de voz. Es una frase en alemán de la colección EBU-SQAM, pero no intentéis entenderla: en cada golpe el punto de arranque para la reproducción de la muestra se va cambiando de forma automatizada desde un LFO. Es Rytm directo al audio in de un conversor Roland USB sin otro procesador ni retoque. Preparado en cuestión de 4 minutos de mover parámetros. Va en flac (codificado sin pérdidas) para que lo oigáis lo mejor posible.

En estilos más acústicos algunas limitaciones de la parte ‘sampling’ son evidentes. Destacaría las muestras mono y sin capas, pero eso no impide que pueda mantener el tipo dignamente en muchas ocasiones. Como contraste con la desmesura electrónica, aquí tenéis un patrón también simple, pero ahora mucho más acústico o natural, por así decirlo, aunque casi todo es síntesis (sólo hay una muestra que apoya parcialmente al sonido de caja). En general bastante uso de los ‘parameter-locks’ en los hats para darles variedad. Patrón y sonidos están programados desde cero, sin tirar de ‘presets’. La segunda presentación del patrón lleva un ligero toque de reverb desde la propia Rytm, incorporado sólo en algunos, no todos, los golpes de caja dentro del patrón. Ese tipo de detalle y personalización golpe a golpe reintegra la riqueza que asociamos a lo acústico, menos maquinal.

Motor de sonido

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A la hora de crear o modificar sonidos, las posibilidades de síntesis superan con mucho a la de otras cajas de ritmo analógicas. Se trata de voces diseñadas para obtener cierto tipo de sonidos clásicos y siguen arquitecturas bastante ‘típicas’. Pero la cantidad de parámetros y de elementos que afloran desde los circuitos analógicos de percusión excede con mucho a lo que es habitual en cajas de ritmo analógicas y conllevan un control mayor de la definición de estos sonidos.

La generación de sonido en Rytm se basa en 8 unidades de voz más un área común de mezcla y efectos (delay y reverb en envío regulable desde cada pista, más distorsión y compresión en el máster). En la figura los elementos rellenos en gris son de tecnología analógica mientras los de fondo sin relleno son digitales.

Claramente la ruta principal de audio (salvo la fuente de ruido y lógicamente la reproducción de muestras) es analógica, mientras los elementos de control (envolventes y lfo) y los efectos de retardo y reverb son digitales.

El generador analógico de percusión contiene elementos suficientes para generar los sonidos típicos de unidades de ritmo analógicas, lo que incluye osciladores, rampas independientes para caída amplitud y tono y otro buen número de recursos que analizaremos. Muchos sonidos requieren una fuente de ruido que en Rytm consigue un variado repertorio de colores. Han tomado la decisión, muy razonable, de realizarla en digital, sin acrecentar la circuitería analógica pero sin que tampoco se note, salvo para bien por la variedad, esa decisión. Por cierto, sospecho también de origen digital los transitorios (‘tic’) que pueden añadirse para un mayor impacto inicial en los sonidos, pero de nuevo es sólo la variedad de formas de transitorios disponible y no su sonoridad lo que lleva a esa sospecha.

Contar adicionalmente con un reproductor de muestras (samples) extiende el uso más allá de lo estrictamente analógico y permite una caja de ritmos generalista, a pesar de que esos otros territorios están sin explorar en los ejemplos de fábrica. He probado a cargar todo tipo de muestras y abre un montón de posibilidades: batería, percusión orquestal, percusión étnica se reproducían correctamente y las posibilidades de manipulación son amplias.

Añadiendo aún más posibilidades, el conjunto de estas fuentes (sintética+muestra) se procesa por un filtro con pre-overdrive y un amplificador, todo ello nuevamente analógico. El filtro es un multimodo de dos polos (12 dB/oct) semejante al que existe como filtro 2 en el Analog Four. Admite comportamientos LPF y HPF (cada uno con dos pendientes), pero también BPF, BRF, y Peaking. Tiene control de resonancia y llega a la autooscilación.

Escuchad a continuación el mismo patrón que os mostré antes, pero ahora retocando la parte de síntesis para obtener un resultado muy diferente. Sigue siendo un patrón de sólo 16 pasos, pero gracias a un LFO a tempo muy lento se anima en un ciclo mucho más extenso de forma automática, que os permite ver de paso cómo suena su filtro resonante.

Se cuenta con sendas envolventes para filtro y ampli (ADSR y AHD -attack, hold, decay- respectivamente). Mucho ojo con el control ‘Hold’ en la envolvente de amplitud, si veis que no conseguís sonidos tan ultracortos como deseáis es el primer sospechoso. Se puede llegar perfectamente a tiempos de vértigo (pese a algunas quejas infundads que veréis por Internet), pero si no los alcanzáis el ajuste de hold a ‘auto’ o a un valor que no sea de los extremadamente bajos puede ser la causa oculta. De igual manera hay que ser conscientes de los múltiples lugares donde podemos estar interviniendo en la duración apreciable: hay controles de ‘decay’ dentro de los generadores analógicos de percusión (a veces varios para las distintas partes de un sonido) y los hay también en las envolventes de filtro y de amplificación que se aplican a posteriori. Es útil pensar en que en realidad tenéis dos sintes consecutivos: el ‘tradicional’ percusivo (con el añadido de la reproducción de muestras) y el conjunto ‘filtro+amp+envs+lfo’ que va a continuación. Eso ayuda a resolver las aparentes paradojas que a veces se presentan, por las interdependencias que puede acarrear. Si alguno de ellos tiene tiempos cortos no esperéis que el otro lo pueda alargar. A la inversa, tener esas dos etapas de síntesis ayuda a desarrollar sonidos con envolventes finales más complejas y a perfilar muy bien los decays dobles y otras formas semejantes.

Existe un único lfo por pista muy versátil y sincronizable ‘a tempo’ que cuenta con fade, varias formas de onda, definición de la fase inicial, y un buen número de opciones de disparo: libre, reinicio con cada nota, disparo único del ciclo o de medio ciclo y (muy poco vista y extremadamente útil) una interesante opción: libre pero ‘congelando’ el valor durante el desarrollo de cada nueva nota. Excelente para dar variedad a cada golpe de un instrumento/pista sin que la variación del parámetro afectado tenga que ser continua como es habitual con LFOs. El hecho de que sea tan versátil hace que aparezcan ganas de contar con algún LFO más, especialmente dado que el destino de la modulación es seleccionable pero único. Un LFO idéntico (y también monodestino) existe para la pista de efectos.

Ciertamente se pueden crear y usar sonidos aprovechando los recursos analógicos y/o combinados con el muestreo, que permitirían cubrir usos más allá de la percusión/baterías. ¿Puede sustituir a un sinte (al menos para líneas de bajo, pequeños riffs y adornos de acompañamiento…)? Lógicamente no hay el grado de detalle y comodidad en ese apartado que podemos encontrar en un sintetizador convencional, pero rivalizar con ello desde una caja de ritmos ya es todo un mérito.

Efectos

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Se pueden regular en cada pista/sonido volumen, panorámica y los envíos a delay (con overdrive) y reverb, ambos efectos digitales estéreo y parametrizables. Mucho ojo con la reverb: hay dos juegos de filtros que amplían posibilidades pero que si no se usan con conocimiento pueden confundirte. Hay un juego LPF+HFP, con las dos frecuencias ajustables, para procesar la señal que llega a la entrada de la reverb antes de procesarla, y hay un shelving con frecuencia y ganancia para recortar brillo en la salida reverberante.

La distorsión y la compresión globales son analógicas (¡sin aliasing!) y ajustables. La distorsión es básica (aunque con controles de intensidad y de offset DC para generar patrones asimétricos) y sirve como complemento para ‘ensuciar’ la mezcla más allá del realce dado en cada pista mediante su propio ‘overdrive’. Mucho más generosa en controles, la compresión, aunque ‘a banda completa’ (no multibanda), puede usar como ‘side-chain’ una versión filtrada (con tres variantes) de la propia señal procesada. Junto con los controles de ataque y liberación, nivel, ratio y codo, permite al final matizar notablemente el resultado, sin necesitar equipos adicionales exteriores.

Todos los efectos y mezcla son manipulables desde el secuenciador Elektron, y por tanto variando los ajustes que los definen incluso en cada paso si así lo deseamos. Siempre, y más con batería/percusión, es mejor reservar la reverb y el delay sólo para ciertos momentos / instrumentos dentro de un patrón. Aprovechad para ello los ‘parameter-locks’ variando los envíos, niveles, y ajustes de los efectos a lo largo del patrón. Usadlos también cuando la distorsión o la compresión necesiten un rescate para enmascarar los excesos que puedan producirse en algún paso.

En la figura podéis ver dónde se insertaría dentro de la cadena audio la señal exterior: razonablemente tras la distorsión pero antes de la compresión. Pero es una entrada de poca ganancia, necesita recibir una señal caliente para poder competir con los sonidos generados internamente.

12+1 pistas para 8 voces

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En Rytm disponemos a la hora de crear patrones de 12 pistas de instrumento + 1 para controlar los efectos. Aunque son doce pistas de instrumento (de ahí los 12 pads) se dispone realmente de 8 canales de síntesis, y por tanto la polifonía total final es de ocho voces simultáneas. El reparto no es dinámico. No puede serlo porque los circuitos de las voces no son idénticos: algunas pistas funcionan realmente ‘emparejadas’, usando un mismo canal de voz. Es el caso clásico de las pistas hi hat corto y largo (cerrado/abierto). Sonará una u otra, pero no ambas (ved las parejas en esta figura).

Tomad los acrónimos de las pistas sólo como una orientación general: BD, SD, RS, CP, BT, LT, MT, HT, CH, OH, CY, CB, son siglas de otros tantos tipos de sonidos (bombo, caja, aro, cuatro toms grave/bajo/medio/agudo, charles cerrado y abierto, platos y cencerros), pero las arquitecturas subyacentes pueden ir más allá de lo que indican esas denominaciones. Sí es cierto que la parte de generación analógica de percusión que usa cada pista es una concreta y especializada para cierta gama de sonidos, pero por ejemplo la voz RS/CP puede perfectamente crear los mismos sonidos que la voz BD o la SD porque tienen la misma arquitectura (de hecho, algo ampliada). Otro ejemplo: las voces de toms pueden usarse para generar un sonido de bajo sintético apoyándonos también en el filtro y envolventes que hay a continuación. Las etiquetas de las pistas son sólo orientativas. Lo que importa es qué arquitectura subyace a cada pista y si es pista individual o emparejada. Así, nada impediría, dado que es el mismo circuito, dejar configurado todo en las pistas CY y CB para dos variantes de cencerro (alto y bajo) si lo deseamos.

Teniendo en cuenta que simultáneo a la parte de percusión analógica +ruido digital tenemos un reproductor de muestras, las pistas pueden usarse para generar cualquier cosa. ¿Qué tal unas castañuelas para escuchar unos transitorios marcados? Aquí tenéis una muestra de un único golpe de castañuela cargada al Rytm. Primero la toco cromáticamente a mano desde los pads para hacer un fraseo típico y luego lanzo un patrón muy simple jugando sobre esa muestra y llevándola a explorar otros terrenos. De la naturalidad del toque manual, a la deformación programada.

Buena parte de mi mayor diversión con las muestras ha venido al completarlas con algún aditamento estrictamente sintético-analógico. Son combinables, no excluyentes. Añadir un complemento por síntesis a una muestra de caja permite matizar su sonido, completarlo con algo que la integre mejor dentro del contexto/tema musical (¿no os pasa que sea cual sea la muestra de cada que uséis siempre le falta algo para terminar de encajar con el resto del tema?).

O si lo preferís podéis transformar los sonidos muestreados usando el conjunto overdrive / filtro /amplificador. Aquí escucháis el mismo patrón de las castañuelas, pero ahora usando una muestra de triángulo y procesándola con el delay, envolventes, filtro… Al principio reconoceréis el triángulo, pero luego ya no es factible, transmutado en una realidad diferente.

No penséis que cada patrón está limitado a jugar con sólo doce timbres. El límite de las 12 pistas no lo es de sonidos: podremos usar muchos más de doce en cada patrón. Se pueden ‘reprogramar’ todos los elementos que definen el sonido de cada pista en cada paso de un patrón. Basta usar ‘parameter-locks’ y/o ‘sound-locks’ (el nombre de Elektron para referirse a cambios de sonido o de parámetros en cada paso). Permiten hacer uso de una misma pista/voz generando diferentes sonidos sucesivamente o matizar cada golpe en cualquiera de sus detalles.

Cinco (seis) tipos de circuitería de percusión

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Olvidando de momento la parte de ‘samples’, el generador de sonido de percusión tiene diferentes diseños según cuál de las 8 voces miremos. Al estilo de lo que se encuentra en las unidades clásicas de ritmo analógicas, hay diseños especializados para bombo, toms, platos, etc. La figura las resume coloreándolas. Hay 5 tipos de arquitectura (una de ellas en dos variantes, así que serían 6 si nos ponemos finos).

Cada uno de esos diseños o circuitos de percusión tiene varios parámetros que el usuario puede modificar. Hay bastantes más parámetros de lo que solemos encontrar en cajas de ritmo analógicas. De hecho tantos que no se nos ofrecen directamente ‘en bruto’ (sería una lista larga), sino ‘preconfigurados’ en algunos subconjuntos que representan formas útiles para generar diversas familias de sonidos, en lo que Elektron llama ‘machines’. A la hora de diseñar cada sonido debemos podemos elegir una ‘machine’ de las disponibles para cada arquitectura, cada una con varios parámetros de síntesis que el usuario puede modificar para crear sonidos. El número de ‘machines’ actual totaliza 14, dos más que cuando apareció Rytm (quién sabe si podrá llegar alguna otra futura).

Buena parte de las machines se complementan con el generador de ruido digital para terminar de generar el sonido de percusión. Así, la caja clásica (SDCL) usa sus dos osciladores para simular el sonido de los parches y delega en ruido la recreación del efecto de los muelles del parche inferior.

Sólo muy ocasionalmente se echa de menos un poco más de resolución en algún parámetro, en la inmensa mayoría los recorridos son adecuados. Por ejemplo las repeticiones iniciales de los sonidos de palmas son siempre muy próximas, o los ajustes en ‘retrig’ para obtener redisparos, flams y redobles automáticos al pulsar un pad se mueven a saltos demasiado grandes en los tiempos cortos.

Pistas BD, SD, y RS/CP: voces de dos osciladores

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La fila de abajo en los pads tiene asociada una arquitectura de síntesis bastante versátil, que permite una amplia variedad de sonidos. Las dos voces dedicadas para la pista llamada bombo (BD, bass drum) y para la pista caja (SD, snare drum) son en realidad idénticas. Cuentan cada una con dos osciladores que pueden tanto sumarse como modularse en frecuencia. Con aún más versatilidad, una tercera voz (simultanea para pistas RS/CP) es como las dos anteriores pero incorpora aditamentos necesarios para crear sonidos de aro (RS, rim shot) y de palmas (CP, clap).

Para esta primera arquitectura de dos osciladores, existen en la versión de firmware 1.02 cinco ‘machines’ distintas (BDHD, BDCL, BDFM, SDCL, SDFM) que corresponden a tres variantes de bombo (hard, classic y FM) y dos de caja (classic y FM). La cifra sube a 8 en las pistas RS y CP (realmente una única voz) porque se añaden otras tres ‘machines’ (RSHD, RSCL, CPCL) para aro en versiones hard y classic, más palmas classic.

Hay mucho recorrido para definir el sonido. Porque os hagáis una idea, sólo las cinco máquinas para BD y SD totalizan casi una treintena de parámetros. De ellos cada máquina hace aflorar un máximo de 8. Según de qué máquina (qué tipo de sonido) hablemos, habrá controles de afinación; de snap; de tiempo de decay; de regulación de un barrido inicial del tono (en duración e intensidad); de nivel, color y duración de un ruido que se suma a los osciladores (habitual en cajas); de nivel y tipo de sonido de un ‘click’ o transitorio inicial (habitual en bombos); sin olvidar los parámetros específicos que existen para los modelos que usan modulación en frecuencia entre los dos osciladores; etc.

Los aditamentos para palmas son esencialmente los referidos a poder personalizar (y mucho) una envolvente con varios ‘redisparos’ próximos iniciales, un truco clásico para este sonido en el que también contamos con una cola de ruido ajustable. En el caso de la máquina para aro de caja está presente una no linealidad configurable para ‘metalizar’ el resultado o la afinación independiente de cada oscilador.

Pese a ello, los viciosillos de la síntesis casi pediríamos a Elektron que además de darnos ‘machines’ específicas, nos diera en alguna versión futura del firmware, acceso ‘en bruto’ a una ‘supermachine’ totalmente en manos del usuario, que ofrezca el 100% de cada arquitectura y no esa visión dentro del marco de una ‘machine’.

BT, LT y MT/HT: tres voces monooscilador

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La fila del centro lleva los acrónimos de los timbales/toms, desde el grave (BT, bass tom) hacia otros progresivamente más agudos (LT, MT, HT para low, mid, high tom). Se trata de la parte más simple en cuanto a síntesis: hay tres voces, todas con diseño monooscilador. Una de las voces tiene un oscilador de registro que alcanza zonas destacadamente graves (BT). Las otras dos voces tienen un registro amplio pero no tan extremo, estando dedicadas a la pista LT y las pistas combinadas MT/HT. No habría problema pues en hacer sonar incluso tres toms superpuestos, si alguien lo necesitara. Pero la mayor parte de las veces una sola de las pistas de toms puede realizar todas las alturas necesarias en sucesión (monofónicamente, sin superponerse), liberando así las otras voces para otros usos. Por ejemplo para crear algún bajo monooscilador o para sonidos basados en muestras. De hecho es en estas pistas donde primero tiendo a situar sonidos puramente muestreados, porque es fácil prescindir de alguna de ellas (menos arriesgado que gastar una de las otras y luego echarla en falta).

La pista BT tiene actualmente una ‘machine’ (BT Classic) y las pistas LT, y MT/LT comparten una misma máquina (XT Classic). El diseño de estas arquitecturas permite por supuesto afinar el oscilador en un recorrido muy amplio, pero también regular el tiempo de decay, que es independiente del tiempo/intensidad de snap o de barrido de frecuencia inicial (y que es el responsable del ‘punch’ de ataque en estos sonidos si lo ajustamos rápido o de una caída a lo ‘Simmons’ con tiempos mayores). Hay también la posibilidad de incorporar ruido (más configurable en la máquina XTCL, con controles de color y de una duración que puede diferir del decay aplicado al oscilador).

CH/OH y CY/CB: dos voces multioscilador

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Accesibles en la fila superior están los ‘aéreos y metálicos’: la voz de los charles abierto y cerrado (CH, closed hat; OH, open hat) y la de los platos y cencerros (CY, cymbal; CB, cowbell). Estamos hablando de objetos tridimensionales, que soportan muchos conjuntos de modos de vibración simultáneos, de ahí la necesidad de una arquitectura de síntesis multioscilador (6 osciladores en cada voz) tanto para hats como platos y cencerros, pero con diseños diferentes adaptados a las especificidades de esas familias de sonidos.

Son diseños de máquinas (CY classic y CB Classic a día de hoy) con pocos parámetros si las comparamos con las anteriores pero que permiten a través de ellos un rango de control muy amplio sobre el resultado, cubriendo bien las necesidades de esa gama de percusiones electrónicas. Una vez más, no olvidéis que detrás están overdrive/filtro/ampli/envs plenos de parámetros configurables para terminar de moldear el sonido.

La parte de ‘sampling’

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Cuando además introducimos la posibilidad de usar la reproducción de muestras, las puertas que se abren nos llevan a terrenos mucho más allá de las limitaciones estilísticas de las cajas analógicas. En este sentido los sonidos ‘de fábrica’ son sólo una visión muy parcial de lo que puede dar de sí, demasiado centrados sin necesidad en lo ‘electro’ y despreocupados por mostrar otras posibilidades (especialmente en la minúscula colección de muestras preinstaladas). La forma en la que muestreo y síntesis analógica pueden combinarse en una misma voz es todo un territorio fructífero para diseñar timbres.

La memoria interna flash de Rytm (1GB, llamada ‘+Drive’) permite guardar hasta 4096 muestras que no se pierden al apagar. De entre ellas podremos escoger independientemente para cada Kit (y por tanto para cada patrón) hasta 127 diferentes, que podrían usarse desde cualquiera de las 12 pistas. Las muestras (monofónicas) preferiblemente han de ser de resolución 16 bit y fs 48KHz (la conversión final es de 24 bit). En otro caso, serán convertidas a este formato al importarlas.

Recordad que una misma pista puede hacer sonar sucesivamente muestras diferentes tomadas de esas 127. En pura filosofía Elektron, la muestra usada es modificable con ‘parameter-locks’. La variedad de timbres está así más que asegurada cuando se necesite.

Desde luego nada impide usar muestras de sonidos instrumentales, hits, fills, scratches, pequeñas frases o guiños melódicos, acordes,… no tiene porqué limitarse a un uso de tipo ‘percusiones’. De hecho podríais cargar una muestra de una nota y aprovechar la posibilidad de tocarla en un recorrido de +/- 2 octavas para crear líneas de bajo o de cualquier otro tipo necesario en vuestros patrones. Los pads pueden usarse para ese uso melódico disparando distintas notas de un mismo sonido, pero es más cómodo ligar un teclado vía MIDI.

No hay opción para muestras estéreo y eso a menudo impactará el posible uso como ‘loop/phrase player’. Algunos soñábamos con que fuera posible usar las muestras para disparar, trocear y reorganizar frases/bucles (loops) sobre la marcha. Pero son manejos que quedan para otras máquinas (OctaTrak). Hay que seguir vendiendo el resto de la gama Elektron, supongo. Tampoco hay multisampling (ni en velocidad ni en registro), una carencia que hay que suplir llegado el caso con un exceso de programación concienzuda vía ‘parameter-locks’ para simular unas capas por velocidad que no existen.

Pese a las muestras mono y sin multisampling , con tal cantidad de funciones como tiene y la posibilidad de usar un amplísimo catálogo de muestras que el usuario cargue en su memoria, hay muchas opciones para aquellos que queremos también acudir a esos otros territorios que combinan lo puramente electro con las sonoridades y transformaciones (incluso radicales) de lo acústico.

Los parámetros de los que disponemos en la sección SAMPLE permiten la selección de la muestra dentro de esas 127, y también la afinación (gruesa y fina), la aplicación de una reducción de bits (ya sea para añadir un poco de ruido de cuantización que no pocas veces resulta atractivo en percusiones, o llegando al extremo de una severa distorsión por el ‘escalonamiento’ de la señal de resultados inciertos y muy variables), e incluso hay unos controles para regular el punto de arranque y final del fragmento reproducido de la muestra. Es posible solicitar la repetición en bucle.

La utilidad del control de ‘start’ tiene que ver con el poder retirar/recuperar los transitorios de arranque en un sonido muestreado. Es una forma útil de variar su carácter cuando se reitera su sonido, y un candidato a controlarse con la velocidad de pulsación. Pero tanto ‘start’ como ‘end’ no son controles finos (no operan muestra a muestra) así que tomadlos más como un añadido útil a veces que como una herramienta de edición fina (no lo son). Se pueden usar fragmentos ‘a la inversa’ usando valores de start posteriores al end.

Lo mismo sucede con la opción ‘loop’. Para muestras específicamente preparadas con un solo ciclo sirve como forma de tener un oscilador de forma de onda personalizada (útil para crear bajos o leads, etc.). Dado que start y end tienen sólo 120 posiciones, no penséis en realizar ajustes finos. Si son necesarios deberéis mejor dejarlos realizados en la propia muestra .wav antes de cargarla en Rytm y dejar que esta se reproduzca íntegra en bucle.

Pese a todo, hay muchísima diversión garantizada jugando con start/end cargando un sonido o frase largo y ‘encontrando’ por casualidad trozos útiles en ella. O, tal como hice en el ejemplo de la frase en alemán, incluso variando sobre la marcha esos puntos. Os dejó un vídeo del inefable ‘Cuckoo’ en el que crea un patrón usando exclusivamente una única muestra (con la que al final produce todo tipo de sonidos, percusivos y no, bajos, melodía…).

La transferencia de muestras se ha de realizar mediante SDS (sí, el ‘Sample Dump Standard’ de MIDI) usando preferiblemente el soft C6 de la propia Elektron (lo hace todo más fácil). Parecería interesante (y desde luego más veloz) que pudiera realizarse la transferencia vía USB presentando el almacén de muestras de Rytm como un disco hacia el ordenador, pero no es factible (¿quizá en el futuro?, ¿quizá ‘overbridge’ lo haga finalmente innecesario?). En todo caso dos consejos:

  • Si configuráis la sección MIDI de Rytm para que sólo use USB (y no MIDI DIN 5 puntas) las transferencias con el ordenador y usando C6 se benefician del modo de alta velocidad (x10) que permiten las máquinas Elektron a través de USB MIDI.
  • Y ojito con el indicador del número de muestra en el que se va a empezar a cargar (que apunta siempre por defecto a la 0). Con un poco de mala suerte sobreescribiréis las muestras preexistentes. Sed organizados por vuestro propio interés, mirad siempre cuál es la última muestra, usad carpetas de muestras por proyecto o por tipo de sonidos, y procurad hacer los experimentos y primeras pruebas con cosas prescindibles.

Antes de acabar el apartado sobre ‘samples’: ¿os preguntáis porqué start y end tienen 120 valores? Yo sí, extrañado de no ver un recorrido más típico como 0-100 o 0-127. Quizá no es casual. 120 es un valor divisible entre otros por 2, 3, 4, 5, 6, 8, 12, que son figuras clásicas para subdividir el tiempo en música. Si cargáis como ‘sample’ un bucle de un compás en 4/4, el fragmento de 0 a 30 habla del primer tiempo o negra y el fragmento 0 a 15 sería la primera corchea. Los tresillos de semicorcheas implicarían duraciones de longitud 5... Pilláis la idea. Con los ‘parameter-lock’ sería factible, aunque trabajoso, realizar una reorganización del loop grabado en la muestra. Lástima que 120 no sea divisible por 16 ni 32, pero menos es nada (y siempre existe la AHD en el amplificador para intentar terminar de ajustar la duración requerida si start/end no nos la dan ya de por sí).

Continuará

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Nos vemos en la segunda parte y cierre en torno a Rytm, en la que tenemos muchas cosas importantes que tratar.

Hilo en los foros de Hispasonic sobre Rytm: https://www.hispasonic.com/foros/elektron-analog-rytm/450908

Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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