Informática musical

iMaschine para iPad, ¿merece la pena?

A finales de Mayo, Native Instruments actualizó después de unos cuantos años la aplicación iMaschine para iOS. La primera versión de la aplicación fue diseñada exclusivamente para iPhone, y aunque funcionaba en iPad mediante el reescalado gráfico que realiza automáticamente iOS, claramente no se aprovechaban las posibilidades de una pantalla de mayor tamaño. La nueva versión, se adapta a todos los tipos de pantalla de dispositivos iOS, y además añade unas cuantas nuevas funciones que mejoran el workflow y amplían las posibilidades creativas de la aplicación.

¿Exactamente para qué sirve?

La mejor manera de explicar la utilidad de la aplicación puede ser diciendo lo que no es: no es el software de Maschine metido dentro un iPad, y tampoco convierte al iPad en un controlador adicional para ser usado con el hardware de Maschine. Si nos fijamos en el nombre entero de la aplicación veremos que es “iMaschine: The Groove Sketchpad”, o dicho en castellano “cuaderno de bocetos de ritmos” (sí, he traducido groove como ritmo, no me matéis). Y es precisamente para hacer bocetos para lo que podemos emplear la aplicación, bocetos que luego podemos trasladar al ordenador y continuar trabajando con ellos empleando el hardware y software Maschine convencional. ¿Consigue estos objetivos? Pues eso es precisamente lo que vamos a analizar.

Lo que nos ofrece la aplicación

La aplicación se presenta con una interfaz dividida en dos partes, en la parte derecha tenemos los controles de interpretación de los cuatro posibles “Grupos” que pueden formar tu proyecto, controles que pueden ser un bloque de 16 pads o un teclado de dos octavas, según como configures el grupo, y en la parte izquierda hay varias pestañas para acceder a las funciones de mixer, edición de patrones, carga de sonidos, edición de sonidos y control de la velocity. En la parte superior tenemos una pequeña área donde tenemos el nombre del proyecto, el metrónomo, el tempo del proyecto y los controles de transporte (Play y Rec). El aspecto gráfico general recuerda en ciertos aspectos a la aplicación para iPad de Traktor, probablemente la aplicación haya sido desarrollada por el mismo grupo de especialistas.

iMaschine: Pads

Los cuatro “Grupos”, son las fuentes de sonido. Como antes he indicado, cada grupo puede ser un bloque de 16 pads desde los que podemos disparar samples (percusión o cualquier otra cosa), o bien un piano en el que cargar instrumentos melódicos. El piano aunque tiene dos octavas cuenta con una barra de desplazamiento arriba para subir y bajar de octava. En cualquiera de los dos casos, ambos instrumentos, los pads y el piano, solo disparan samples. A diferencia del software Maschine para ordenador, aquí no se pueden cargar ningún tipo de sintetizador virtual. Esto no resta interés a la aplicación, ya que viene bien servida de muestras (especialmente para bases rítmicas) de calidad y además en la tienda de expansiones se pueden adquirir paquetes de muy buena calidad, la mayoría por 0,89€. Hay una tercera opción para los grupos, y es que el grupo sea una grabadora de sonidos, que cuando pulsemos Rec en el transporte, registrará cualquier sonido que entre por el micro del dispositivo, y posteriormente lo reproducirá cíclicamente junto con lo que se grabe tocando con los otros grupos. Los tipos de grupos se pueden combinar de cualquier manera, todos pueden ser teclados, o todos pueden ser pads, o mitad y mitad, o tres grabadoras y un pad…

iMaschine: tienda de sonidos

En los pads podemos desde la librería cargar kits, que son conjuntos de muestras ya preseleccionadas, o bien podemos cargar muestras una por una en cada pad. Si queremos emplear muestras propias que no sean las proporcionadas por NI, podemos grabar sonidos con una sencilla grabadora que se activa automáticamente cuando la señal alcanza un nivel preseleccionado por el usuario, y un editor que permiten recortar el principio y final de las muestras, o también podemos cargar música de la librería de nuestro dispositivo para con el editor recortar muestras y almacenarlas en la aplicación. Con las muestras elegidas y cargadas en los pads, podemos alterar su tonalidad, ganancia, panorámica, y asignarles propiedades de reproducción como “one-shot”, que reproduce toda la muestra entera aunque sueltes el pad, o “choke”, que hace que al reproducir la muestra con esa propiedad, se detenga la reproducción de todas las otras muestras con la misma propiedad activada (sirve para loops melódicos, sobre todo). Los kits que hagamos podemos almacenarlos igual que los kits que vienen con la aplicación. El teclado se comporta de manera similar pero solo reproduce una muestra, a diferentes tonalidades según la tecla que se pulse, evidentemente.

iMaschine: teclado virtual

Para la interpretación de los pads y el teclado virtual, como usamos una pantalla táctil y no hay manera de transmitir la velocidad (velocity) de interpretación por más fuerte o débilmente que la toquemos - y porque a Native Instruments no le ha dado la real gana permitir usar un controlador class compliant de los cientos que hay compatibles con el iPad - en una de las pestañas disponibles en el lado izquierdo, tenemos unos controles para ajustar la velocidad o “velocity” de los pads, podemos usar un valor fijo para cada pad ajustando una especie de fader, o usar una superficie que según donde toquemos reproducirá la muestra con mayor o menor volumen. Lo de ajustar un valor fijo a la velocidad no está mal, pero para valores variables de interpretación, indudablemente hubiera sido preferible contar con la posibilidad de usar un controlador.

Grabando

Todo lo explicado hasta ahora en la aplicación, podría decirse que está bastante bien, de hecho está francamente bien para una aplicación portable. El navegador de muestras, las funciones para samplear y editar muestras, incluso los pads y el teclado virtual están bien y son algo a lo que te puedes acostumbrar. El problema llega cuando quieres empezar a secuenciar tus ritmos. No hay un sistema de secuenciación por pasos ni un editor tipo piano roll ni nada que pueda considerarse un sistema de edición/grabación con referencias visuales. Activas la grabación, y con la ayuda de un metrónomo y un sistema de cuantización, interpretas tu secuencia. Si se te dan bien los pads y el teclado virtual, lo harás bien. Si no, puedes tratar de borrar las notas incorrectas pulsando una tecla de borrado cuando vaya a sonar la nota en cuestión mientras se reproduce, o borrar toda la secuencia que acabas de hacer y repetirla. Hasta que te salga bien. Si queremos hacer secuencias muy largas, podemos grabar un fragmento, que sea de la mitad de duración, luego decirle a la aplicación que duplique el tamaño del patrón, lo cual añadirá una parte de la misma duración en blanco, y grabar la segunda parte de la secuencia en el fragmento en blanco. Podemos superponer grabaciones tantas veces como queramos sobre un mismo patrón, con lo que podemos grabar ritmos por partes si no somos muy hábiles con el fingerdrumming. Cada grupo sólo puede tener un patrón, que puede ser de un máximo de 32 compases. Los patrones de cada grupo pueden ser de diferente longitud, los patrones más cortos permanecerán sonando cíclicamente hasta que el patrón más largo finalice, momento en el que toda la reproducción volverá a comenzar. La limitación de un patrón de 32 compases como máximo, es algo que en cierto modo limita el que puedas hacer una canción entera con el iPad (por simple que sea su instrumentación), y que la aplicación quede destinada a bocetos.

iMaschine: grabadora de loops

Mezcla

El programa tiene un sencillo mezclador con 4 faders, uno para cada grupo, y dos efectos que puedes activar en cada grupo. Los dos efectos son unos sencillos chorus, lofi (interesante), delay, flanger y tres filtros que suenan como los de Traktor. Los efectos se controlan con pads X/Y bastante prácticos. Hubiera estado bien algún tipo de EQ en cada grupo, le habría dado un toque más acabado a la sección de mezcla, y por supuesto más posibilidades. Desde aquí también podemos mutear algún grupo por si queremos escuchar algo aislado. La mezcla no se puede automatizar, y es algo que me ha fastidiado bastante, porque poder automatizar efectos hubiera sido un punto muy bueno a favor de la aplicación.

iMaschine: Mixer

Exportación

A la hora de sacar del iPad lo que hemos hecho con iMaschine tenemos dos opciones, o bien exportar a Soundcloud una grabación de lo que hemos hecho (para lo que debemos tener una cuenta en Soundcloud y la aplicación autorizada), en la que podremos elegir si la pista es pública o se sube de manera privada, y si queremos que además envíe a través nuestras redes sociales (Twitter y Facebook) una publicación para nuestros contactos y seguidores. Os dejo de muestra un par de cosas muy simples hechas con iMaschine y exportadas a Soundcloud, no hace falta que las escuchéis enteras, porque son cosas cortas sonando en loop constante:

La otra opción es exportar para seguir trabajando en el ordenador, en tal caso la aplicación crea un archivo ZIP que contiene por una parte un archivo .wav con la renderización de lo que hemos hecho, y un archivo de proyecto para Maschine junto con todas las muestras necesarias, que se puede abrir con el software Maschine versión 1.7 en adelante. El ZIP lo puedes rescatar del iPad usando iTunes. Una vez descomprimido el archivo del proyecto se puede abrir sin problemas desde el software y continuar el trabajo del mismo usando el workflow de la combinación hardware-software de Maschine sin ningún problema. Este es probablemente el punto más fuerte de la aplicación.

Se echa de menos entre las opciones de exportación el poder incluir el audio final de nuestro proyecto en la librería de iTunes.

iMaschine: exportando

Conclusiones

La aplicación funciona realmente bien, funciona de manera muy fluida en todo momento y no se me ha colgado en ninguna ocasión. Carga rápido las muestras y exporta y envía a Soundcloud las grabaciones muy rápido. La edición de muestras es realmente sencilla y efectiva y pillarle el truco a tocar usando la pantalla táctil, aunque es imperdonable no poder usar ningún controlador. Entendido que la finalidad de NI es la de ofrecer una aplicación para la movilidad, para hacer bocetos mientras estás fuera de tu entorno, pero unos cuantos freaks tenemos a veces un mini-teclado de Korg o Akai al fondo de la mochila junto al iPad, y podríamos aprovecharlo también con iMaschine.

La método para grabar las secuencias destrozará los nervios de los que no están acostumbrados a “tocar”, aunque probablemente la excusa de Native Instruments para no incluir un editor visual será nuevamente la de que es una aplicación para la movilidad y los bocetos, y para eso no merece la pena un editor elaborado, dejando la secuenciación en manos de la improvisación y la inspiración momentánea del usuario.

Eso sí, es innegable que la función de la aplicación de exportar los proyectos para ser continuados con el ordenador, funciona perfectamente y cumple su cometido. Es por ello que la aplicación queda como bastante recomendable para todos aquellos que ya trabajan con un sistema basado en Maschine. Esos efectivamente son los que le encontrarán sentido a la aplicación, su momento de inspiración volviendo del trabajo en metro podrá tener su continuación nada más sentarse en el estudio.

¿Debería NI plantearse incluir un editor visual y opción de controlador externo para hacer crecer la aplicación? Depende. Si pretende que gente que no sean usuarios de Maschine en el ordenador se dediquen a hacer música con la aplicación de iPad, es imprescindible, la aplicación actual no sirve para hacer creaciones musicales “completas”. Si sólo pretenden que sea una extensión del trabajo con el sistema de ordenador, pueden dejarlo como está. Eso sí, tendrán que tener claro el público potencial al que renuncian. Ya hay otras aplicaciones que permiten el desarrollo de creaciones musicales completas y admiten el uso de controladores externos: Caustic, Beatmaker, Cubasis… así que si Native Instruments ha decidido a pesar de evolucionar la aplicación seguir dejándola sin las prestaciones que comento, es porque tiene claro el camino de su aplicación. Otra muestra de las intenciones futuras de la aplicación, es que no es compatible ni con Audiobus ni Audiocopy, así que no parece que tampoco quieran que su aplicación se relacione con otras.

iMaschine se puede comprar en la App Store por 4,49€

Teo Tormo
EL AUTOR

He trabajado como productor musical y discjockey. Desde hace años investigo y analizo la tecnología musical aplicada al DJ, buscando siempre las herramientas más innovadoras y observando su impacto en la industria musical.

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