Lumbeat: cajas de ritmo inteligentes que improvisan
Lumbeat es el nombre comercial de la iniciativa de Luis Martínez (mekeo en Hispasonic) que ha creado un conjunto de apps capaces de generar patrones de batería/percusión animados con improvisaciones basadas en reglas. Reglas que emanan de su experiencia de 20 años como batería y del estudio de los guiños propios de cada familia de estilos atendida desde su colección de programas.
Llamar a sus apps caja de ritmos se queda corto, en tanto que caja da idea de algo cerrado y con una capacidad predeterminada, mientras que las funciones de ‘jamming’ que incorporan sus apps pretenden crear la ilusión de estar acompañados por un batería humano con iniciativa y gusto por adornar los patrones iniciales. Con un sonido más que correcto, hacen del iPhone o iPad un compañero creativo para los ensayos o para genear con facilidad bases de batería, desde un interfaz sencillo y a un precio contenido.
La creciente familia Lumbeat
[Índice]Se trata de momento de cuatro sabores: Funk Drummer, Rock DM, Brazilian DM y AfroLatin DM, con precios entre los 10 y 15 € cada una. En el vídeo hacemos un recorrido por las funciones y posibilidades de Funk Dummer, y más hacia el final visitamos también más brevemente las otras tres (minutos 12, 15 y 17 aprox.). La forma de uso es idéntica en las 4 aunque cada una ofrece un icono y un aspecto diferente tendente a lo colorista, y con un tamaño de controles muy amplio y cómodo en iPad.
Fraccionar por estilos, en vez de consolidar todo en una macro app, es una decisión práctica para mejor asegurar que tanto los sonidos usados y los patrones preregistrados, como sobre todo las reglas de improvisación, no desencajen y realmente ayuden a consolidar el estilo pretendido. En el fondo en sistemas soft de batería es bastante estándar la cuestión de los ‘packs’ con sonidos y programaciones en diferentes estilos, idea que se traslada aquí en forma de estas varias app. Pueden ejecutarse tanto en iPhone como en iPad y algunas existen también en versión ‘Lite’ gratuita para poder probarlas. Por 4 € su catálogo ofrece también Super Metronome Groove Box, que viene a ser una versión reducida del concepto de sus apps principales.
Hay proyecto de ampliar la familia: antes de que acabe febrero, se inician sesiones de grabación centradas en sonidos con escobillas, hot rods, etc. Algo que visto el gusto (en el doble sentido de la querencia y del buen hacer) acústico de Lumbeat resulta prometedor en un terreno tan expuesto como el de esos sonidos y los estilos que los demandan. También nos cuentan que es posible que un futuro proyecto se enfoque más hacia la electrónica, aunque para eso aún no hay planes concretos.
Funk y Rock han sido renovadas hace poco e incorporan efectos, sincronismo MIDI, IAA y Audiobus, control de swing, y otras cuestiones que en breve (cuestión de días) estarán también en Brazilian y AfroLatin, igualándolas en funcionalidad. Algo más tendrá que esperar la posibilidad de contar con salida MIDI desde los patrones puesto que hoy por hoy la salida en las cuatro aplicaciones es audio y no permite gobernar instrumentos/sonidos externos. Algo que se compensa con la variada oferta de sonidos que contiene cada app y de la que hablamos más adelante.
Patrones y canciones
[Índice]El juego de patrones incluido con cada app es extenso, pero el usuario también puede añadir sus propias variaciones o creaciones desde cero.
Los patrones ‘de fábrica’ contemplan separadamente patrones principales y patrones de relleno. Cara a dejar rápidamente rodando la aplicación generando una base rítmica podemos elegir un patrón principal, además de marcar el periodo con el que se producirá el acceso a algún relleno (nunca o cada 4/8/12...32 compases) y si los rellenos harán o no uso de ‘crash’ final (nunca / raramente / ocasionalmente / frecuentemente / siempre). Eso y el control ‘jam intensity’ del que luego hablaremos permite una forma sencilla de crear un contexto sobre el que desarrollar ideas en otro instrumento mientras el batería de Lumbeat nos acompaña. Para quien no quiera entrar en mayores complicaciones, posiblemente una de las herramientas más rápidas en ofrecer una base sobre la que practicar.
La colección de patrones principales pueden hacerse crecer con patrones del propio usuario (se guardan y bautizan creando así contenido añadido personalizado en un banco ‘user’), pero los fills no. La cuestión de los redobles queda en la ‘creatividad interna’ de la aplicación, como forma de mantenerla simple y ágil cara al usuario. En casos en que se desee más variedad y precisión puede acudirse al modo ‘song’ que nos permite encadenar patrones y fills con mayor libertad. Dentro de ese modo, podríamos ir alternando patrones propios creados con intención de servir de patrones base con otros también propios creados con intención de servir de relleno (aunque aparezcan en la aplicación como supuestos patrones principales), simulando así la presencia de fills de nuestra propia cosecha.
Creación y contenido de los patrones
[Índice]Las dimensiones del nuevo patrón pueden elegirse y así, p.ej,. en funk drummer el botón ‘new groove’ nos permite definir entre 3 y 9 tiempos por patrón, cada uno con entre 3 y 6 subdivisiones. Por ejemplo 4 tiempos subdivididos en 4 partes para un clásico patrón de 4/4 de 16 pasos (semicorcheas), o bien 8 tiempos en 4 partes que permitirían un patrón algo más extenso ampliado a dos compases. Los intrépidos pueden animarse con compases 5/4, 7/4, o aires ternarios propios de shuffle como 12/8 (mediante 4 tiempos de 3 partes para obtener corcheas, o bien 4 tiempos de 6 partes si queremos actividad a semicorcheas).
En cuanto al contenido de los patrones en sí, la apariencia inicial de estas apps puede resultar engañosa. Al pulsar ‘editar’ para mostrar el detalle de los golpes que forman un patrón inicialmente vemos sólo tres pistas, que parecerían hablar de tres sonidos.
Se muestran los pasos que forman el patrón en la clásica vista en rejilla, en la que podemos intervenir a nuestro gusto tocando sobre la pantalla para activar/desactivar el sonido de cada pista.
Un selector nos permite cambiar de vista ‘basic’ a ‘full’, pero nuevamente lo que se presenta es un juego de 5 o 6 pistas, que puede parecer limitado si atendemos sólo al número, pero que demuestran no serlo en los resultados audibles, probando que un batería puede bastarse con un mínimo de elementos para crear un arreglo atractivo. De hecho los patrones predefinidos están resueltos usando sólo las tres primeras pistas, aunque suenan con una mucho mayor riqueza.
Para quienes no deseen adentrarse en la creación de patrones propios desde cero, es posible modificar los existentes directamente sobre la rejilla, alterando las 3 pistas principales o añadiendo elementos y golpes en las otras pistas que se muestran en la vista ‘edit -> full’. Pero hay también una alternativa más sencilla. La vista ‘pattern’ permite combinar la intervención de cada uno de los tres primeros instrumentos tomada de patrones diferentes. Podríamos tomar por ejemplo el fraseo de bombo de un patrón Motown, la caja de un funk y el charles de simple beat.
Es factible modificar la subdivisión de un tiempo en particular para un instrumento concreto (por ejemplo para introducir en la caja un tiempo en tresillos o incluso septillos dentro de un patrón de aire binario), para lo cual en la pantalla de edición debe realizarse una pulsación larga y después mover el dedo arriba/abajo. De esa forma podemos alcanza patrones con combinaciones exóticas como la que muestra la figura (que ilustra un tresillo, un seisillo y un septillo sobre un fondo basado en subdivisión cuaternaria):
Parte importante de cómo Lumbeat obtiene resultados vistosos partiendo de sólo 3 pistas (basic) o 5 si editamos en modo full (6 en Brazilian) está también en cómo son esos sonidos.
Los sonidos, múltiples y con ‘round robin’
[Índice]El sonido de cada pista es en realidad triple: la activación de un patrón en un paso puede hacerse (mediante repetidos ‘clics’) usando una entre tres posibles variantes del sonido elegido (débil, acentuada, y especial) representadas con los colores gris/blacnco/rojo que veis en la figura anterior. Por ejemplo en algunas cajas la tercera variante es un breve redoble, o en un plato ride encontramos las diferentes zonas de reacción del mismo desde el toque lateral hasta el toque en la copa. En Brazilian DM aparece una cuarta variante (en azul).
Es más, en no pocos de los sonidos, cada uno de esos timbres y articulaciones está grabado varias veces en ejecuciones diferentes, para construir un juego de muestras entre las que se rota (round robin) para evitar la reiteración de golpes sucesivos en un instrumento con una única muestra que evidenciaría su origen ‘máquina’.
Cada una de las apps ofrece un repertorio de sonidos (en este sentido ‘complejo’ de ser realmente tres toques en uno y con round robin) entre los que podemos elegir cuál aplicar en cada pista. Los juegos de hasta cinco de estos ‘multisonidos’ pueden definirse con combinaciones al gusto de cada cual construyendo así unas especies de kits. Vienen ya creados ‘kits’ que maridan sabores de un mismo ámbito (hablando de baterías un kit acústico, un kit más power, otro más mini, etc.), pero si preferimos combinar una caja pequeña y aguda con un bombo de amplio cuerpo y sonido profundo es factible definir nuestro propio kit para usarlo en los patrones que deseemos.
Por citar sólo un ejemplo, Funk Drummer ofrece 5 tipos de HiHat (dark, bright, electro, small 11”, Zildjian), dos variantes de aro, 11 bombos (electro, electrocomp, extracomp, loose, low, pillow, roomy, small, sub, Yamaha), 3 tipos de ride, 9 cajas (13”, big, electro, high, Maple, roomy, small 10”, wood, wood rim), 3 tipos de tom normal y otros 3 de tom grave. Y con ellos vienen ya predefinidos 10 kits, aunque he disfrutado mucho saltándome las reglas de lo cotidiano y reuniendo instrumentos de orígenes diferentes. Incluso podéis tentar suerte con el dado, que realizará una combinación aleatoria de sonidos.
Nada impediría combinar dentro de un kit dos cajas diferentes o dos bombos, o dos aéreos, … lo que sea más conveniente a la intención que se persiga.
Afortunadamente, la aplicación recuerda cuándo al crear/modificar un patrón hemos alterado también el ‘kit’ usado en él, obligándonos si es el caso a salvar primero el kit cuando intentamos salvar un patrón para garantizar que se pueda recuperar su adecuada forma de sonar.
Improvisación ‘humana’ codificada en reglas
[Índice]En los titulares de este reportaje indicaba las capacidades improvisatorias como un argumento principalísimo en lo que ofrece y diferencia a Lumbeat.
Ya comenté en su momento que me gustó y mucho la posibilidad que ofrece Beat Step Pro con sus controles de aleatorización (fijando el % de probabilidad y el % de profundidad con el que realizar cambios sobre un patrón pregrabado, con lo que existe una aleatorización ‘controlada’ o ‘acotada’). Aquí tenemos de nuevo unos controles sencillos para establecer la ‘libertad’ que concedemos al espíritu improvisador que subyace en el código de estas aplicaciones.
Existe un clásico deslizador ‘swing’ para introducir ese aire en el pulso. Hay también opciones para la creación máximamente aleatoria: la pantalla presenta unos dados que permiten crear un patrón o una combinación de sonidos producto del azar cuando nos falte la inspiración. Pero su singularidad se encuentra en los controles disponibles al pulsar ‘jamming’: no son simples aleatorizaciones ‘en bruto’ sino algoritmos de improvisación diseñados para cada estilo y bien extensos en cuanto a líneas de código que existen detrás.
El control ‘Jam Intensity’ es un deslizador continuo que puede ir creciendo desde una nula improvisación (patrón fijo) a una mucho más intervenida ejecución libre sobre la base del patrón diseñado y presentado en pantalla. Es siempre difícil describir los resultados, pero con decir que son creíbles creo que está todo dicho. A mitad del recorrido tenemos un batería deseoso de intervenir pero todavía comedido, al 75% decide hacerse más protagonista, y en el extremo mayor, sin llegar a ser una zona de ‘solo’ o ‘break’ continuo sí que empieza a manifestar ganas de no repetirse e introducir muchas más amplias y constantes variaciones pero sin perder nunca la esencia del pulso que mostraba el patrón original, que nunca llega a quedar tapado/desdibujado del todo.
El algoritmo es particular para cada app. Detecta el número de notas presentes, los ‘huecos’ en la intervención de cada instrumento, la posición dentro del patrón/compás y los golpes cercanos a cada paso individual para poder entender el contexto en el que se va a improvisar, etc. En los estilos de mayor complejidad métrica, como las percusiones brasileñas y africanas, abundan intervenciones en grupos irregulares (no sólo tresillos, también septillos y lo que sea menester), en todos ellos hay aparición de ‘ghost notes’ con golpes secundarios sobre elementos de percusión, y añadido de golpes principales seleccionando huecos en función de la actividad en curso dentro del patrón.
Mezcla, efectos y sincronía
[Índice]La vista mezclador ofrece el control maestro de volumen, y controles de panorámica y nivel para cada pista, más el nivel para las ‘ghost notes’. Hay también pulsadores mute y solo.
En la vista efectos ganamos acceso a un compresor/puerta con ajustes de umbral/ratio/release/ganancia, un ecualizador de 3 bandas con frecuencia y ganancia, un delay (un tanto difícil de ajustar al no estar esclavizado al tempo), y una reverb básica pero que crea un entorno en el que escuchar el sonido inicialmente seco (afortunadamente permite ajustar una duración de cola diferente para altas frecuencias, algo siempre esencial).
Hay opciones para marcar el tempo al pulsar play antes del verdadero inicio con un sonido claqueta (count in), así como para tap tempo y para sincronización MIDI. También está presente Inter Aplication Audio (IAA) y me consta que están atentos a la cuestión Ableton Link y quizá pueda haber futura incorporación de ese protocolo cara al sincronismo.
Conclusiones
[Índice]Las apps de Lumbeat son de uso bien sencillo y aunque están lejanas en precio y en posibilidades respecto a programas para ordenador tales como BFD3, Superior Drummer, o Addictive Drums, consideradas en sí mismas tienen resultados convincentes y una inmediatez muy agradecida. Desde luego, en el ámbito de aplicaciones iOS, hay pocas que se me ocurran con esta combinación de características (si acaso Drum Perfect).
Contar con un batería inspirado y a la vez fácil de controlar, no es siempre fácil. Ni en versión carne y hueso, ni en versión máquina. Salvo que se esté dispuesto a pagar por un ‘pro’ con mayúsculas (de nuevo humano o máquina), Lumbeat nos ofrece una forma accesible de contar con un compañero excelente para los ensayos o para crear unas bases de batería cara a un tema. Capaz de no sonar repetitivo gracias a su vocación de ‘jammer’ y mucho más divertido que escuchar un metrónomo o un patrón fijo de una caja de ritmos más convencional. Su juego de sonidos es variado y acertado, bien alejado de apps que en el momento de afrontar la creación de baterías ‘acústicas’ languidecen y parecen poco más que un ‘juguete’ o bien exigen un esfuerzo de programación descomunal.
Con ganas ya de ver la nueva entrega de Luis Martínez orientada a las escobillas, habrá que estar atentos.
Más información | lumbeat.com