Sintetizadores

Mr. Prophet: el algodón no engaña (DSI Pro 2 y Prophet 12)

Veredicto
Hay muchas sorpresas agradables en ambos que les aportan suficiente personalidad y exclusividad. La potencia de los osciladores (especialmente con la capacidad wavetable y la existencia de verdadera AM y FM entre osciladores) es un punto fuerte.

Poco antes de verano llegaron las primeras noticias sobre un mono/parafónico de las manos de Dave Smith. El gancho de la etiqueta ‘Prophet’ sigue existiendo y desde DSI (Dave Smith Instruments) lo ha aprovechado reiteradas veces para lanzar productos.

Al igual que sus polifónicos usan el gancho de la marca Prophet, en Pro 2 el nombre nos trae a la memoria el monofónico Pro-One de Sequential. Desde luego la polifonía del Prophet 12 se ve reducida a una parafonía de 4 voces con un único juego de filtros en el Pro 2, pero sin embargo en el apartado de síntesis más estricto el hermano pequeño revela poderes crecidos sobre los del Prophet 12.

Abriendo boca

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Prophet 12 y Pro 2 comparten entre sí muchas cuestiones más que con Prophet 5 o Pro-One. Hemos probado ambos, y aunque la review se centra en el más reciente Pro 2 os contamos también las diferencias con Prophet 12 para así situar ambos mejor.

En particular, y como siempre aterrando con ello a unos cuantos, para ambos instrumentos los osciladores ya no son analógicos (sí lo eran en Prophets anteriores como el P8) sino digitales. Como consecuencia una enorme versatilidad los acompaña, que no sólo alcanza a las formas de onda (llegando incluso a ofrecer wavetables dinámicas a lo PPG), sino a la capacidad de realizar estructuras FM y AM entre osciladores, un gran añadido respecto a Prophets previos. Aportan también ambos toda una colección de funciones de deformación/distorsión tanto analógicas como digitales. Salvo los osciladores, el resto de la cadena audio principal está resuelto en analógico (filtros, VCA, e incluso las distorsiones de salida).

El balance me parece muy positivo en cuanto a versatilidad al crear sonidos. Cerrando los ojos y abriendo los oídos, disponer de tal riqueza a nivel de osciladores genera una amplitud de ámbitos sonoros mucho más allá de lo que permiten dientes y pulsos en otros Prophets anteriores. En particular, Pro 2 despunta con extras significativos sobre lo que ya de por sí incluye Prophet 12, a costa de la polifonía reemplazada por una mera parafonía de hasta 4 notas.

Too pots or not too pots, that’s the question

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Hay abundancia de controles físicos que sin llegar a un pot para cada parámetro (sería imposible con el alto número de ellos) sólo entierra los muy secundarios y lo hace con un acceso ágil. Pese a usar un display esquiva la sensación de ‘menús’ y resulta muy amigable y natural. La inmensa mayoría de los pots (tradicionales y tipo encoder) y pulsadores tienen una única función, que ayuda a sentirse tocando un instrumento.

Es la pantalla y sus 4 pulsadores y 4 encoders asociados donde podremos encontrar usos múltiples para un único juego de controles. La pantalla actúa de una forma que podríamos llamar contextual. Al tocar los pots o pulsadores de cualquier sección, pasa a mostrar información y parámetros extra o vinculados a esa sección. Los 4 botones bajo la pantalla y los 4 encoders superiores se usan para modificar el valor de esos parámetros antes escondidos.

Nada como un ejemplo, que tomo de la sección de osciladores. Habiendo cuatro osciladores no hay espacio para 4 juegos de controles dedicados, de forma que una hilera de 4 botones selecciona el oscilador al que atacaremos desde los 2 encoders y 6 pots de esa sección, y que son de funciones fijas. Al jugar con ellos, la pantalla mostrará tanto una información detallada/gráfica de los parámetros que estemos modificando, como algunos parámetros extra que no se encuentran entre los controles directos.

Otra ocasión en la que la pantalla se usa intensamente es a la hora de definir rutas de modulación, ofreciendo información exhaustiva sobre los orígenes y destinos de modulación.

Globalmente el manejo es ágil e intuitivo. La pantalla tiene una resolución destacada que hace cómoda la lectura. Por la elección de colores, con el negro dominante, se integra en el aspecto del resto del panel sin resultar una presencia agresiva.

Sigo sin entender, salvo por cuestiones de coste, el que paneles tan intensos en controles se fabriquen horizontales, pura continuación del plano del teclado. Especialmente en el caso de monofónicos en donde una mano siempre libre anima a toquetear botones y agradece el ángulo que facilita la visión y el acceso. Teniendo fresco en la memoria el recuerdo del Sub37 que probé recientemente y su panel ligeramente inclinado, se echa de menos. También reconoceré una cierta añoranza del tamaño, tacto y aspecto de ‘laboratorio retro’ de los capuchones de los pots en Sub37. Aquí son unos capuchones mucho más estándar, nada incómodos pero sin ese romanticismo y encanto.

Prophet 12/Pro 2: arquitectura global

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El aspecto, el interfaz y las tripas de Prophet 12 y Pro 2 tienen un gran paralelismo, pero no es justo considerar Pro 2 una versión reducida en polifonía del Prophet 12.

La arquitectura del Pro 2 viene acompañada de unas cuantas especificidades muy agradecidas. Son una delicia las posibilidades en su juego de filtros, que superan con mucho las del Prophet 12. El secuenciador poir pasos patrones en Pro 2 y lamentablemente ausente en Prophet 12, llega a terrenos muy, muy densos en programación y control.

Otro tanto a favor del Pro 2 el que uno de los 4 delays es de tipo ‘BBD virtual’ permitiendo un color diferente a la limpieza y claridad de un delay ‘nativo digital’, como lo son los 4 presentes en el Prophet 12.

En este esquema intento resumiros los principales aspectos de la arquitectura de uno y otro. El contenido de la ‘caja grande’ está replicado doce veces en Prophet 12… Y sí, no es error al dibujar: por increíble que parezca hay doce juegos de 4 delays en Prophet 12.

Interesante recalcar que el Prophet 12 admite un uso bitímbrico (split o layer) en el que las 12 voces se reparten 6+6 entre dos sonidos simultáneos. La programación de sonidos bitímbricos en Prophet 12 se realiza conmutando a toque de botón todo su panel para gobernar una u otra capa, pero ambas quedan registradas en la misma memoria (no son sonidos independientes combinados, sino un matrimonio indisoluble). Prophet 12 incluso cuenta con dos distorsiones analógicas estéreo en la salida a fin de poder afectar individualmente a cada timbre. En Pro 2 encontramos una única distorsión analógica, también estéreo, porque no existe la opción bitímbrica.

Prophet 12 añade un pan spread que reparte las voces en un panorama estéreo más o menos abierto al gusto, nuevamente carente de sentido en Pro 2. Como lo es también el modo unison que sí está presente en Prophet 12 para fundir las 12 voces en un uso monofónico engrosado sometiéndolas a un ajuste detune regulable.

Más allá de estas cuestiones claramente vinculadas a la polifonía, las diferencias hacen ganador al Pro 2 en cuanto a opciones de manipulación sonora y síntesis. Tendremos ocasión de comprobarlo en el resto de apartados.

La parafonía en Pro 2

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Pro 2 es un sinte esencialmente monofónico pero con un añadido de parafonía generoso en número y en alcance: las 4 voces parafónicas se reparten los 4 osciladores disponibles y comparten como es habitual los filtros (más el control asociado: envolvente de filtro, etc.), pero sin embargo sus envolventes de nivel son individuales.

No hay duda de que el hecho parafónico está muy lejos de la polifonía real, pero con la capacidad de tocar 4 notas, aunque sea con filtrado ‘en bloque’, la utilidad de Pro 2 va mucho más allá del estricto monofónico, bajos, leads, etc. y alcanza pads, brass, y otros muchos tipos de sonidos.

Otra cuestión interesante: dado que son osciladores independientes, cada uno puede ajustarse individualmente. Eso permite en modo parafónico que cada voz use una forma de onda distinta. En un uso menos exagerado, pequeños retoques individuales en cada uno de los cuatro (p.ej. una misma onda con diferencias en el ‘waveshape’) colaboran a dar más riqueza al resultado.

Vamos presentando los módulos, recalcando si las hubiera las diferencias Pro 2 / Prophet 12.

Súper osciladores

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Para cada voz del Prophet 12, así como en la única voz del Pro 2, hay 4 osciladores. El primero de ellos acompañado de suboscilador senoidal a una octava de distancia. Frente al subosc cuadrado tan típico en otros sintes, consigue añadir cuerpo grave sin interferir en exceso el resto del sonido.

Los cuatro osciladores disponen de las formas clásicas: seno, triangular, diente, cuadrada, ruidos blanco, rojo y violeta. Pero también otras basadas en wavetables (este artículo describe ese tipo de síntesis): tines, mellow, church, muted, nasal, boing, gothic, ahhh, shrill, ohhh, buzzz, meh. Cada una de las 12 wavetables es en realidad toda una colección de variantes de cada una de esas formas, por lo que pueden usarse como ondas fijas seleccionando alguna variante concreta, o bien para impartir movimientos al estilo PPG. Esos movimientos a través de las wavetables, pueden recorrer una parte o toda una wavetable, o incluso varias adyacentes.

Sólo en Pro 2, contamos también con ‘super waves’ que actúan de forma semejante a un unison en sus resultados. Combinan varias instancias desafinadas de la forma básica. Sorprendentemente el atributo ‘super’ se aplica no sólo al diente (‘super saw’ conocido ya en sintes de muchas marcas) sino también a las ondas tipo wavetable. Encontraréis disponible por ejemplo la onda de excitante nombre ‘super ahhh’. En Prophet 12 el modo unison es la alternativa a estas superwaves del Pro 2.

Los parámetros que podemos atacar directamente con controles dedicados en los osciladores los vimos en una figura anterior. Son la afinación (gruesa y fina), la selección de la forma de onda, el nivel de salida, el nivel de entrada de audio externa (en Pro 2), el control de anchura de pulso que dobla como control de ‘shape’ para las otras formas o de puntero dentro de las ‘wavetables’, un control de glide/portamento, y finalmente el nivel del suboscilador (siempre generado desde el oscilador 1, los otros 3 no cuentan con él).

En parámetros a través de la pantalla, accedemos entre otras cosas al reinicio de las ondas al arranque de nota como alternativa al funcionamiento ‘libre’ de los osciladores, a un control ajustable tipo ‘random’ sobre la afinación de cada nueva nota, afinación fija en vez de variable con las notas, y también a una parte bien atractiva: opciones de sinc, FM y AM entre osciladores.

Tanto sync, como AM y FM pueden realizarse desde Osc2 hacia Osc1, Osc3 hacia Osc2, Osc4 hacia Osc3, Osc1 hacia Osc4: Es perfectamente posible crear estruturas en cascada. Disponer de AM y FM reales entre osciladores es una extraordinaria noticia, y en ese particular el carácter digital nos permite que resulten métodos fiables para el diseño de sonidos afinados, útiles para partes ‘con notas’ y no sólo para efectos y ruidos varios. Es más, las rutas de modulación permitirían llegar a otras estructuras, si necesitáramos algo no resuelto por cascada.

Junto a los osciladores, Pro 2 permite procesar una señal de audio externa como una fuente más, atravesando sus filtros y sometida a todo el resto de la estructura de síntesis. Escondida en la pantalla encontramos la posibilidad de despertar incluso un extractor de envolvente muy útil al procesar instrumentos externos o para impartir efectos de ‘gate’ desde una pista de percusión y que cuenta con parámetros de ataque y liberación. Permite también usar el nivel de una señal externa como señal de control interna aplicable mediante modulación a cualquier destino deseado.

Cuestión de carácter

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También es por pantalla como accedemos a una sección llamada ‘character’. Se trata de un juego peculiar de efectos de deformación/distorsión previo al filtro. Permite aplicar reducción de la frecuencia de muestreo (decimate) o el nº de bits (hack), saturación (drive), realce de graves (girth) y realce de agudos (air). Girth y air, en su ajuste extremo llevan el realce fuera de su zona lineal y fuerzan algo de distorsión.

En una frase que vamos a repetir a menudo, es importante recalcar que en Prophet 12, esta sección ‘character’ es individual en cada voz. No se trata de un elemento global o compartido, sino de un juego peculiar de efectos de deformación que tratan individualmente cada una de las voces. Con ello la tolerancia a esas distorsiones es mayor, no dará lugar de inmediato a un emborronamiento confuso de la mezcla de voces.

Filtros, marcando diferencias

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Dos filtros analógicos tanto en Prophet 12 como en Pro 2, pero con diferencias muy notables, a favor del Pro 2. Tanta flexibilidad como ofrece Pro 2 elevada a 12 voces hubiera encarecido excesivamente el Prophet 12.

En ambos el filtro 1 es un clásico resonante paso bajo 24dB/oct (4 polos) capacitado para autooscilación. La indicación por DSI de que es un diseño inspirado en el filtro del Prophet 5 hay que tomarla más como marketing que como realidad. Es un diseño nuevo (y nada malo, por cierto). Cuenta con un control ‘boost’ continuo que permite llevar a saturación la acción del filtro. Admite en Prophet 12 (no en Pro 2) un modo 2 polos con 12dB/oct si deseamos un filtrado menos selectivo.

El segundo filtro en Prophet 12 es un simple HPF 2 polos, sólo autooscilante cuando le aplicamos alguna modulación que aumente el valor de la resonancia más allá de su recorrido nominal. En Pro 2 se reemplaza por un diseño ‘state-variable’, también 2 polos pero configurable LFP/HPF/BandPass/Notch y que cuenta con resonancia nuevamente no oscilante.

Las diferencias no acaban ahí. En Prophet 12 el LPF y el HPF vienen configurados de forma fija en serie. Sin embargo Pro 2 permite combinación en serie, en paralelo, e incluso intermedia. Juega con un parámetro que establece de forma continua uso combinado y regulable de ambas conexiones, casi un morphing/fundido entre los dos ruteos. Algo muy poco frecuente, la verdad.

También muy original y útil, hay un modo sólo disponible en Pro 2 en el que cada filtro se aplica a una pareja de osciladores.

Envolventes

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En Prophet 12 hay 4 generadores de envolvente por voz, mientras en Pro 2 hay 5. En ambos una de las envolventes gobierna la frecuencia de corte del LPF, otra la amplitud (a través de un VCA), y dos están libres para usarse en las rutas de modulación. La envolvente extra en Pro 2 está dedicada a controlar el corte del segundo filtro (podría realizarse algo parecido en Prophet 12 con una de las envolventes libres). Todas ellas comparten un mismo diseño DADSR+Loop, y control de la respuesta a la velocidad.

A nivel de controles físicos, en Pro 2 y Prophet 12 hay un juego de pots ADSR para la envolvente del VCA. También están disponibles pots de ADSR y grado (+ o -) de actuación para la envolvente del LPF, acompañados en el caso de Pro 2 un tercer juego independiente para el filtro 2. Adicionalmente (a través de la pantalla) se puede ajustar para cada una de las envolventes la reacción a la velocidad de pulsación, y además un tiempo de delay que será ocupado con silencio antes de arrancar la evolución ADSR más un parámetro para activar una envolvente en bucle. Permite configurar un ciclo repetitivo que recuerda un LFO pero altamente personalizable.

En el caso del Pro 2, hay un control más a través de pantalla en la sección de la envolvente del VCA que establece el grado de distorsión analógica al que vamos a someter la señal en ese punto, forzando el VCA más allá de su recorrido nominal. Se trata pues de una distorsión post filtro. Vamos acumulando por tanto diferentes lugares estratégicos donde impartir distorsión antes de llegar a la complejidad y acumulación de sonidos que producen los delays. Nada que ver distorsionar la salida de los osciladores antes del filtro (señales ricas en contenido), la propia actuación del filtro, o la actuación del VCA (que trabaja sobre una señal ‘simplificada’ tras pasar por el filtro y ver rebajado su contenido espectral).

Tanto en Prophet 12 como en Pro 2 hay cuatro LFOs por voz (independientes por tanto para cada nota que suena en el Prophet 12). Con 4 pulsadores escogemos cuál deseamos editar y contamos con pots dedicados para elegir el destino al que se aplicará el LFO, su frecuencia, su intensidad y su forma. Las formas disponibles un poco espartanas: triangular, rampa desc/asc, cuadrada, pulso al 37,5% al 25% y al 12,5%, más una opción S&H. Lamentablemente sólo la triangular es bipolar. Bien podrían haberse ofrecido en bipolar las rampas y cuadradas adicionalmente a su versión unipolar. Un trino cuadrado es algo que me gusta aplicar a ciertos sonidos, pero sin el carácter bipolar aumentar la intensidad del trino enseguida desplaza la sensación del tono y deja desafinada la nota. Todo es cuestión de insistir ante DSI cara a un posible nuevo firmware.

Además de los controles físicos dedicados, a través de pantalla disponemos de opciones sync para LFOs a tempo, así como de reinicio del ciclo con el arranque de las notas o bien funcionamiento libre. También hay control de la fase de inicio, y control slew rate, útil con el S&H y para convertir cuadradas y rampas en otras formas con cambios menos abruptos.

Puede extrañar la ausencia de mecanismos previstos para una entrada gradual de los LFO. No es que sean imposibles esas acciones, sólo algo más enrevesadas. Hay que jugar con las rutas de modulación y dirigir alguna envolvente al control de la intensidad de la acción del LFO.

Realimentación sintonizable

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Existe una ruta de feedback desde la salida del VCA al mezclador de los osciladores (previo a ‘character’ y los filtros). Una vez más, en el Prophet 12 es individual por cada voz, y como sus parámetros son destinos modulables, las distintas voces pueden describir trayectorias independientes en cuanto a feedback controladas desde la acción de una envolvente o LFO, la velocidad, etc.

En el panel se cuenta con dos pots dedicados: cantidad de feedback y tunning. El control de cantidad permite ajustes de realimentación + y -. Pero no es un feedback instantáneo: en el lazo hay un pequeño delay ajustable. Ese feedback diferido consigue impartir efectos comb. El delay no es fijo sino sometido a ‘key track’ por lo que realmente se fija una nota base de coloración ‘comb’ y luego cada nota ejecutada en el teclado transporta convenientemente a lo que convenga. Por eso está etiquetado como ‘tuning’ y no como ‘delay’. En ajustes extremos de realimentación se llega a provocar la autooscilación.

Efectos: 4 delays modulables

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Cuatro botones para seleccionar cuál de los 4 delays retocamos y controles dedicados para ajuste del tiempo, mezcla, y realimentación. Acompañados, ya desde los controles de la pantalla de otros parámetros como sincronización (para delays esclavizados a tempo), LFdamp, HFdamp, panorámica…

Dado que el tiempo de delay puede ser modulado se pueden generar efectos chorus/flanger. También la panorámica de cada delay admite modulación. Aunque no hay como tal una reverb, a nadie se escapa que un juego de 4 delays configurados adecuadamente puede generar una reverb algorítmica simple.

En el Prophet 12 estos delays son por voz, independientes, y como son destinos modulables pueden describir trayectorias individualizadas muy diferentes al tradicional efecto de delay común a todas las voces. Realmente otro terreno bien diferente. Nada impide usar el keytrack o la velocidad para ajustar de forma diferenciada los delays para cada nota ejecutada sobre el Prophet 12 cuando interpretemos acordes.

Rutas de modulación

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Las rutas de modulación incluyen algunas predefinidas, pero además hay 16 rutas configurables por el usuario asociando una de las más de 50 fuentes y más de 140 destinos en Pro 2 (aprox. 25 y 100 en Prophet 12). La preparación de las rutas es intensiva en el uso de la pantalla, pero sencilla. Facilitada además con opciones de tipo ‘learn’: puede escogerse un destino de modulación moviendo el control correspondiente.

A destacar que entre las fuentes se encuentran los propios osciladores, lo que permite usarlos para modulaciones a velocidad audio más allá de las ya incluidas por defecto para AM y FM. No sólo hacen posibles otras rutas y estructuras, sino también cosas bien conocidas en otros sintes como modular desde un oscilador la frecuencia de corte de un filtro, por ejemplo.

Arpegiador

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Del arpegiador, poco que decir. Muy clásico, con recorridos arriba, abajo, alternante, aleatorio o recorriendo las notas en el mismo orden de la interpretación. Ajustable también el nº de repeticiones de cada nota y el rango de octavas recorrido, además por supuesto de funciones de retención (latch) de las notas, o tap tempo, sincronía con relojes externos, etc.

Secuenciador (sólo en Pro 2)

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El secuenciador de Pro 2 (no hay en Prophet 12) es un elemento que asegura unos resultados distintivos y muchísimo disfrute. Aunque en el Prophet 8 podemos encontrar un antecedente claro del secuenciador que incluye Pro 2, hay un abismo de distancia entre ellos. Pro 2 ofrece dos modos: 16 pasos y 16 filas o bien 32 pasos y 8 filas (P8 ofrecía 16 pasos con sólo 4 filas).

Las filas pueden aplicarse a todo tipo de destinos. Típico será incluir las notas en la primera pista (admite silencios y ligaduras así como velocidad). Las otras pistas ofrecen territorio amplio para controlar parámetros como frecuencia de corte, distorsión, volúmenes, panorámica... cualquier destino de modulación.

Cualquier fila (sea de notas o no) puede usar slew/glide en cada paso que deseemos, para realizar las transiciones de forma continua en lugar de por salto. Admite que cada una de las pistas tenga longitud diferente, todo un territorio para generar polirritmias tímbricas que se superpongan al dibujo del fraseo melódico básico o al toque que realicemos en tiempo real desde el teclado. Sin llegar desde luego a la complejidad patronera de un Elektron Analog4, este secuenciador destaca con claridad frente a otros muchos y ofrece un enorme potencial.

La programación es muy sencilla. Cada sonido memorizado guarda su propia secuencia. En la sección secuenciador encontramos 16 pulsadores más un conmutador entre los pasos 1-16 y 17-32. Basta escoger un paso con el pulsador correspondiente de la sección secuenciador y pulsar la nota o mover el control deseado para retocar ese valor. Mientras no desbordemos el máximo de filas, la gestión es automática. Pro 2 irá creando nuevas filas si usamos parámetros nuevos, o reutilizando las existentes si editamos parámetros que ya hayamos visitado.

No hay duda de que impacta más ver un secuenciador analógico repleto de filas y columnas de potenciómetros, pero en este caso exigiría 256 potenciómetros. Aquí la pantalla resulta un buen aliado, especialmente cuando deseamos corregir algún valor determinado, ofreciendo una representación gráfica de los niveles en cada paso que ayuda a situarse. Jugar un rato con este secuenciador realmente crea adicción por la combinación afortunada de simplicidad de uso y complejidad en los resultados.

Por si no teníamos ya pocas ocasiones de distorsionar la señal dentro de la arquitectura de cada voz, contamos en Pro 2 y Prophet 12 con una distorsión analógica final que actúa globalmente sobre el audio de salida. Es una distorsión regulable en intensidad y que es estéreo (para no deformar los juegos de imagen estéreo generados con las panorámicas y delays). Además, en el Prophet 12 hay en realidad un juego de dos distorsiones estéreo para poder procesar separadamente las dos capas de sonido que llega a ofrecer en su modo bitímbrico.

Tanto Prophet 12 como Pro 2 cuentan con 8 bancos (4 PRE , 4 USER) de 99 sonidos cada uno y disponen de aftertouch. Se cuenta con controles de glide (con / sin legato y de tipo tiempo fijo o pendiente fija), transposición, y además de las tradicionales ruedas de tono y modulación hay dos ‘touch sliders’ que detectan tanto la posición como la presión y que pueden (pulsando un botón que hay inmediatamente encima de cada uno) enclavarse manteniendo una posición fija.

Nada que objetar. Sólo faltaría, siendo Dave Smith uno de los padres de la norma MIDI junto con Ikutaro Kakehashi de Roland. Encontramos MIDI DIN 5 puntas y vía USB (Class Compliant). Para representar el toqueteo de los controles de su panel puede usar CCs (con alcance limitado, lógicamente, puesto que hay más controles que números de controlador en MIDI) o NRPNs (ya sí con alcance completo). También contamos con la posibilidad de volcados sysex para sonidos individuales o bancos completos.

La conexión analógica del Pro 2

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Pro 2 cuenta con conexiones típicas de síntes analógicos/modulares: 4 in y 4 out tipo CV (1 V/octava en el caso de usarse para control de notas) más un Gate Out (10V para lanzar secuenciadores, etc.). Son altamente rutables. Las entradas pueden usarse como fuente de modulación, y las salidas pueden ser atacadas como destino de modulación, en definitiva, no se trata sólo de disponer del disparo de notas sino poder rutar cualquier señal externa hacia el motor de síntesis y viceversa. Es más, las salidas CV pueden asociarse en una ruta de modulación a cualquier control MIDI, de forma que Pro 2 pueda estar actuando como conversor MIDI a CV.

Demos de sonido

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Conclusiones

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Últimamente he podido probar varios equipos a los que tenía ganas hace tiempo. Estos nuevos DSIs estaban altos en la lista de prioridades para mis pruebas y permanecen altos tras ellas en mis lista de deseables.

Hay muchas sorpresas agradables en ambos que les aportan suficiente personalidad y exclusividad. La potencia de los osciladores (especialmente con la capacidad wavetable y la existencia de verdadera AM y FM entre osciladores) es un punto fuerte.

Centrándonos en Pro 2, la parafonía es tan generosa en voces y en recursos que para varios usos asemeja ser polifónico. No renuncia por ello a una filosofía muy 'de monofónico’ que se manifiesta en su potencial casi modular, visible en muchas de sus características: las conexiones In y Out tipo CV, las variadas opciones en el ruteo de los filtros, un extraordinario secuenciador de concepto típico modular pero con un número de filas/columnas impensable si no es en digital, la posibilidad de procesar audio externo, la inclusión de un extractor de envolvente, el alcance de sus rutas de modulación, sin olvidar la capacidad AM/FM con los osciladores y la generosidad de las rutas de modulación, cuestiones estas dos últimas que sí son compartidas por Prophet 12 y Pro 2.

Habrá quienes agradezcan sus amplias posibilidades para la síntesis aunque implique una mayor programación, otros pesarán más en la balanza la excelente usabilidad e inmediatez del Moog Sub37. Todo un combate entre titanes. Menos mal que estar como el asno de Buridán me deja todavía paralizado en la decisión de una posible compra. Si no fuera por esa parálisis, este año los Reyes Magos encontrarían agotado su presupuesto antes de tiempo y dejarían llorando a mis hijos. Por el bien de ellos, mejor me lo seguiré pensando.

Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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