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Review del Pioneer XDJ-RR, un todo en uno para iniciarse en Rekordbox

Introducción

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Desde hace unos años se ha convertido en costumbre que Pioneer DJ tenga en su catálogo lo que han pasado a llamarse unidades “todo en uno”. Estos dispositivos aglutinan mezclador, doble reproductor y efectos en una sola pieza, y normalmente se pueden utilizar tanto como dispositivos autónomos como controladores de software DJ. La primera unidad de este tipo que llegó al mercado de la mano de Pioneer DJ fue la XDJ-Aero -que además fue la primera unidad en ser compatible con funciones de red inalámbricas-, seguida poco tiempo después por la XDJ-R1. El espaldarazo de la marca con estos dispositivos se produjo con la XDJ-RX, unidad que tomaba muchas de las funciones de los dispositivos de la gama Nexus tales como la pantalla a color o los efectos, y su éxito fue continuado por la XDJ-RX2, que incorporó mejoras como la pantalla táctil de alta resolución con formas de onda RGB, el sistema de clasificación y búsqueda de la gama Nexus o la incorporación de dos bloques completos de 8 pads con retroiluminación RGB.

El producto que nos ocupa hoy es el último “todo en uno” de la marca, el XDJ-RR, un dispositivo que podríamos enmarcar a medio camino entre la XDJ-RX y la XDJ-RX2, ya que aunque tiene un tamaño inferior, menos efectos, jogs sin iluminación y su mezclador no permite conectar apenas fuentes externas, sí incorpora mejoras en las funciones de hotcues, añade la pantalla de alta resolución con ondas RGB -aunque sin ser táctil- e integra el sistema de búsqueda heredado de la gama Nexus 2. Además pesa casi la mitad que una XDJ-RX2 y es más pequeño, lo cual lo convierte en un sistema ultraportátil, y mantiene tanto las funciones de grabación como la compatibilidad con la app móvil de Rekordbox. Y hay casi 500€ de diferencia. Pero no seamos tan superficiales y entremos en materia con este dispositivo.

Construcción y controles

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El XDJ-RR está construido de manera prácticamente íntegra en plástico negro mate. En los laterales de la pantalla el acabado es brillante, similar al metacrilato, mientras que a los lados del área de mezcla el acabado mate tiene una textura veteada. En la parte inferior tiene unas patas, que básicamente son unas láminas de goma que dan algunos problemas cuando pones el aparato en una superficie totalmente lisa, ya que hacen ventosa y es un poco problemático después “despegarlo”.

Los botones son los típicos de Pioneer DJ, de pulsación con poca presión y corto recorrido, en general todos de menor tamaño al que solemos ver en los reproductores de la marca, salvo quizá los referidos a funciones de carga, navegación y configuración. Los faders del área central de mezcla son los habituales de gama media que suelen montar en controladores, tienen una firmeza homogénea en todo el recorrido. El crossfader no es el Magvel que llevamos tiempo viendo montar en bastantes productos de la marca, es menos suave y se asemeja más al que monta el controlador DDJ-400; la curva del crossfader se ajusta desde un interruptor de 3 posiciones en el frontal que permite elegir entre inhabilitar el crossfader, mezcla equilibrada al centro y corte de scratch. Los potenciómetros parecen como los que monta el controlador DDJ-1000, tienen un tacto bastante apropiado. Los vúmetros de cada deck y el doble vúmetro del master son sólo de 9 segmentos, y cabe destacar que a diferencia de otros productos Pioneer DJ de dos canales el vúmetro del master está separado de los de canal y no en medio de ellos.

En el área de mezcla tenemos cuatro botones para los Sound Color FX en la parte izquierda –filter, noise, dub echo y pitch– y en la parte derecha los Beat FX, que han quedado reducido a únicamente tres: echo, reverb y flanger. Al ser únicamente tres los efecto, en lugar de encoders para elegirlos y asignarlos, tenemos simplemente dos interruptores de tres posiciones para elegir los efectos y a qué los aplicamos –canales 1, 2 y Master–. Tenemos el mismo botón azul que en las mesas Pioneer DJ para activar los Beat FX y el potenciómetro Level para regular su nivel de aplicación. En líneas generales, la disposición de los controles de mezcla es la misma que en las mesas de Pioneer DJ, salvando obviamente las diferencias de que hay controles que no existen y que hay muchos menos efectos.

En los laterales, donde están ubicados los controles de cada deck, contamos en la parte inferior con cuatro botones multimodo en lugar de los pads que suelen montar los controladores. Sinceramente prefiero que sean precisamente esto, botones de accionamiento rápido a botones con apariencia de pads, como encontramos en otros fabricantes. Estos botones sirven para las funciones de almacenamiento y disparo de hotcues –en total 8 como en los reproductores de gama alta, hay dos capas-, loops automáticos, slip loop -también conocido como loop roll- y beat jump. Estos botones se iluminan en azul, no hay iluminación RGB.

El jogwheel de cada deck es algo más pequeño que el de los otros todo en uno de Pioneer y no cuenta con iluminación interior, también es un poco más ligero, aunque al igual que los de los otros todo en uno es táctil y no mecánico para detectar la mano en la parte superior. El giro del jog es totalmente uniforme. Después hablaré sobre su respuesta.

Cada deck cuenta con los botones de búsqueda y avance y retroceso de pista, así como los de almacenamiento, borrado y navegación por los memory cues, exactamente igual que en los reproductores individuales. También tenemos los típicos botones para marcar el inicio y final de un loop, así como el que sirve para desactivarlo y volver al loop, y también al igual que en reproductores individuales los de Sync, Master, Master Tempo y Range –rango de control de tempo–. Sin embargo el control de pitch es notablemente más pequeño que en un reproductor normal, de 50mm, aunque ya os adelanto que proporciona la misma resolución que uno de 100mm.

Los decks comparten la pantalla superior de 7 pulgadas y los controles alrededor de ella para navegar por los archivos musicales y su información, o los controles para añadir o quitar las pistas del “tag list”. Hay también alrededor de la pantalla dos controles que están compartidos para los dos decks, el botón de cuantización y el de Time Mode/Autocue, lo cual significa que estas funciones se activarán o desactivarán para ambos decks por igual, lo cual es un poco limitante para algunas cuestiones. De todos modos, salvo porque la pantalla no es táctil y porque el encoder de navegación no tiene iluminación, podría decirse que el área de la pantalla es prácticamente igual que la de un reproductor de gama alta.

A los lados de la pantalla tenemos controles; a la izquierda para ajustar el micro que podemos conectar, que son un interruptor de 3 posiciones para activar/desactivar el micro o activarlo con talkover, y tres potenciómetros para el nivel de la señal del micro, graves y agudos. A la derecha de la pantalla junto a los dos puertos USB para conectar dispositivos de almacenamiento con música, uno de los puertos se usa también para grabar las sesiones, con lo que aparte de los botones USB Stop en cada puerto, tenemos otro para activar la grabación y otro más para ir incluyendo las marcas en la grabación de cada pista que suena.

Conexionado

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A pesar de no ser un dispositivo de gama alta, y que no dispone de salida específica de monitores, es un dispositivo relativamente completo en cuanto a conexiones. Tenemos en la parte posterior salida master con conexiones XLR balanceadas –algo inusual en esta gama–, y una salida master secundaria en formato RCA. Tenemos también una entrada de micro en formato combo jack/XLR y una entrada auxiliar en formato RCA. En esta parte tenemos también el conector para el adaptador de corriente externo de 12v y un puerto USB tipo B para conectar la unidad a un ordenador.

En el frontal tenemos dos conectores para la salida de preescucha de auriculares en formato jack y minijack.

En uso

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El dispositivo se usa prácticamente igual que los dos XDJ-RX que han salido al mercado hasta ahora, esto es, igual que si tuvieras dos reproductores y un mixer al centro. La diferencia principal es que no dispones de la posibilidad de conectar platos o reproductores externos, a no ser que quieras conectar algo a la entrada auxiliar, aunque apenas tienes control sobre la señal que metas por ahí. La alta resolución de la pantalla es de agradecer, ya que aunque la información que debe aparecer es mucha ya que es la de dos reproductores, todo se ve con suficiente detalle.

El tacto de los controles de mezcla es cómodo, hay suficiente espacio entre los controles. Lo mismo sucede con los controles de los decks, ya que aunque sean más pequeños que los de los reproductores de gama alta tienen buena separación y se localizan fácilmente. Esta distribución espaciosa se logra habiendo reducido dos controles, por un lado el de pitch que ya comentaba antes que es de 50mm y el otro es el jogwheel. En el caso del pitch no hay ningún problema porque sea de 50mm, tiene suficiente resolución -con el rango a 6% los pasos son de 0.01%- y se puede ajustar con la precisión suficiente como para clavar a mano cualquier mezcla. En el jogwheel las cosas no van tan bien, ya que aunque es un control de construcción firme –y contiene la única pieza metálica del aparato en la tapa superior– con un giro preciso, el hecho de que sea táctil limita un poco su utilidad. Funciona muy bien para hacer pitchbend y para desplazarte por la pista, pero cosas como el scratch se complican bastante; los jogs táctiles tienen cierta latencia en la detección de la mano del usuario, lo cual unido a cierta inercia, exige una precisión absoluta para poder ejecutar un scratch decentemente. No es un mal jogwheel, pero en este tamaño hubiera preferido uno como el del controlador DDJ-400.

Aunque se echan mucho de menos más Beat FX, combinando inteligentemente los 3 disponibles con los 4 Sound Color FX se pueden lograr cosas resultonas. Obviamente no vas a redescubrir la mezcla creativa con estos pocos efectos, pero peor sería no tener ninguno. El dispositivo es ágil navegando por los archivos musicales, y es capaz de cargar WAV, AIFF, MP3 y AAC; los formatos de compresión sin pérdida son algo reservado a la gama alta de Pioneer DJ, aunque en mi opinión yo diría que no es por imposibilidad técnica del aparato si no más bien una decisión de Pioneer DJ para diferenciar gamas de producto.

Las funciones que puede cubrir el aparato son similares a las de la gama Nexus 2, puedes tener 8 hotcues, hacer beatjump, loops manuales y automáticos, clasificar y buscar la música con el mismo tipo de opciones y filtros, ver la forma de onda con coloración RGB, ver la tonalidad de las canciones en notación clásica o con la camelot, disponer de la indicación de qué canciones son armónicamente compatibles entre sí, indicadores visuales para saber qué canciones están en el aire... Se echa de menos la pantalla táctil para las funciones de búsqueda, aunque siempre se puede tirar de conectar el smartphone al aparato porque es compatible con la aplicación móvil de Rekordbox, la cual permite buscar la música desde la pantalla táctil; eso sí, sólo la que tengas almacenada en el dispositivo iOS/Android. La función Slip que está disponible en todos los reproductores Pioneer DJ actuales también se echa de menos.

El añadido de la función de grabación que integra el aparato es muy práctica, realiza la grabación en formato WAV a 44kHz y 16 bits, y cada vez que pulsas el botón Track Mark realiza un corte para que puedas después si quieres grabar un CD con las canciones de tu sesión separadas en el momento de la transición. Todos los archivos de la grabación quedan almacenados en una carpeta que se crea automáticamente llamada Pioneer Rec.

En general el aparato es ideal para conocer muchísimas de las posibilidades del ecosistema Rekordbox empleando un único dispositivo compacto. Es recomendable para que cualquiera que tenga que pinchar con un equipo de la marca de gama alta pueda aprender o preparar en casa lo que va a hacer en directo, y además por un coste relativamente bajo tratándose de esta marca. Las sensaciones claramente no van a ser las mismas dado el tamaño de los controles de esta unidad y que hay funciones compartidas, pero la adaptación de este dispositivo a una cabina de gama alta no debería ser nada traumática.

Aunque no hay control físico para elegir el tipo de EQ que quieres aplicar desde el menú de configuración puedes elegir entre una ecualización tipo shelving o una tipo isolator, lo mismo sucede para la curva de los faders. Los vúmetros responden bien a pesar de ser algo justos y el sonido general del aparato es decente, queda lejos de la gama alta de Pioneer DJ pero me resulta más detallado que el que ofrecía el primer XDJ-RX.

Es bastante destacable lo bien que funciona el aparato como controlador del software Rekordbox en modo Performance, ya que a diferencia de otros dispositivos reproductores de gama media o baja de la marca, el XDJ-RR ofrece en su pantalla la representación de las formas de onda tanto generales como en detalle. Además cuando se usa como controlador se puede disponer de un abanico de funciones más completo que aporta el software, como por ejemplo mayor cantidad de efectos, ajuste de las funciones Touch Brake/Release, combinaciones de efectos gracias a la función PAD FX -aunque esto requiere un controlador adicional-, reproducción en reverse… Otra función interesante es que puede combinarse el modo HID con el modo autónomo, pudiendo tener un lado del aparato controlando el ordenador y otro reproduciendo de un USB con música conectado.

A pesar de no contar con puerto ethernet para las funciones completas de Pro DJ Link, el aparato sí que soporta la función Link Export y puede usar el ordenador como un “disco duro con pantalla gigante”. Algo es algo.

Algunos bugs preocupantes

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La unidad tiene dos bugs que por el momento Pioneer DJ no ha resuelto, de hecho desde el lanzamiento de la misma no ha habido ninguna actualización de firmware. Uno es con los hotcues, y es que si marcas de forma rápida los hotcues -por ejemplo tratando de marcar al vuelo fragmentos de un loop o una parte vocal- y luego los eliminas, al tratar de volver a marcarlos algunos botones de hotcue directamente no funcionan, no hacen absolutamente nada. Este problema por lo que hemos observado sucede ocasionalmente con algunos archivos musicales en formato AAC.

El otro bug, y quizá más preocupante, es el que desactiva temporalmente la función Master Tempo al realizar manipulaciones con el jogwheel en modo Vinyl. Este problema sucede ocasionalmente al hacer movimientos hacia delante con el jogwheel, el problema desaparece tocando otra vez la parte superior del jog, pero el efecto que produce es muy notable porque se nota un gran cambio de tonalidad. Este bug es muy peligroso para los que realizan técnicas con el pitch en modo Wide para encajar acapellas sobre bases, directamente parece que has invitado a cantar a los pitufos.

Estos dos problemas Pioneer DJ los debería poder resolver afinando el firmware del aparato, y esperamos que en breve aparezca una actualización que lo solvente. Aunque sea una unidad destinada especialmente a ser usada por aficionados, o para practicar, no tiene por qué tener errores tan serios.

Conclusiones

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El XDJ-RR es un dispositivo ideal para meterse de lleno en el ecosistema Rekordbox por un coste relativamente asequible si lo comparamos con lo que nos podría costar adquirir dos reproductores de gama media de Pioneer DJ y una de sus mesas de dos canales. Las limitaciones que muestra, como no poder conectarle reproductores adicionales o disponer de algunos controles de pequeño tamaño como el jog o el pitch, son compensadas con algunas funcionalidades interesantes como poder disponer de 8 hotcues por canción, tener una pantalla de alta resolución con formas de onda multicolor, ofrecer las mismas funciones de búsqueda y filtrado que la gama alta de la marca, ofrecer una salida balanceada y un modo de control HID realmente completo.

El punto débil del aparato son por el momento los dos bugs con los que ha salido de fábrica, aunque no deja de ser una cuestión solventable si Pioneer DJ se pone las pilas para hacer los deberes y afina el firmware. Es bastante chocante que se comercialice con estos dos problemas, además de una lástima porque empaña las muchas bondades del aparato.

Hay algo que mucha gente se estará preguntando, y es si merece la pena el ahorro que supone este aparato frente al XDJ-RX2, o quizá la pregunta inversa, si merece la pena pagar la diferencia de precio por llevarse el modelo superior. Sin haber analizado a fondo la RX2 -aunque estamos trabajando para poder ofreceros un análisis en breve- me atrevería a decir que son productos diferentes más allá de lo que cada uno puede hacer. El RX2 tiene más funciones, pero también un tamaño y peso bastante mayor que complica su transporte y manipulación. En cuestiones de movilidad, el RR gana por goleada. Si el aparato va a estar la mayor parte del tiempo fijo en un sitio y puedes pagar la diferencia, quizá debas plantearte que merezca la pena el RX2 por delante de este dispositivo.

Lo mejor:

  • Un dispositivo que te permite conocer todo el ecosistema Rekordbox y sus funciones por un coste bastante moderado.
  • Tamaño y peso adecuados para el transporte.
  • Disposición de controles muy similar a la gama alta de la marca. Muy fácil de usar.

Lo peor:

  • Los jogwheels.
  • Bug con los archivos AAC y los hotcues, y el bug que deshabilita el master tempo y produce cambios de tonalidad tras hacer scratch.
Teo Tormo
EL AUTOR

He trabajado como productor musical y discjockey. Desde hace años investigo y analizo la tecnología musical aplicada al DJ, buscando siempre las herramientas más innovadoras y observando su impacto en la industria musical.

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