Informática musical

Monta tu propio home-studio

¡Ojo! Este artículo es del año 2002. Aunque los principios básicos siguen vigentes, muchas tecnologías, hardware y software han cambiado.

Planteamiento

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Hay muchas maneras de acercarse al mundo de la creación musical, y dependiendo de esto habrá diferentes necesidades que cubrir. No es lo mismo hacer música pop que remezclar temas o preparar un estudio para DJs. Nosotros nos centraremos ahora en la situación que se da más frecuentemente; supongamos pues que estás en el caso habitual de un aficionado a la música que quiere convertir esta afición en algo un poco más serio, creando sus propios temas musicales desde cero, gastándose la menor cantidad de dinero posible, y sin meterse en demasiadas complicaciones.

De entrada, damos por hecho que tienes algunos conocimientos de teoría musical, o al menos que sabes tocar de oído algún instrumento. Está claro que sin esto va a ser difícil componer nada, pero tampoco te subestimes: la práctica te ayudará mucho, y de alguna manera hay que empezar. También presuponemos que tienes una mínima destreza en el manejo de ordenadores basados en Windows; no hablamos de programación ni nada parecido, sino de tareas básicas como instalar y ejecutar programas y moverse por el interface de menús y ventanas de Windows. Bueno, si has navegado por Internet -y lo cierto es que has conseguido llegar hasta esta página-, vamos a dar por sentado que ya tenemos todo lo necesario antes de empezar...

Mínimo gasto, equilibrio entre componentes, mínimas complicaciones, máxima creatividad y posibilidades. Este será nuestro lema a partir de ahora. Una combinación inteligente de informática musical y un pequeño número de accesorios hardware lo hará realidad.

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¿Tienes un estudio así? Entonces no te interesa este tutorial...

El mundo de la creación musical se ha abierto a todos los públicos y a todos los bolsillos en los últimos años, especialmente con las novedades en informática musical. La oferta es tan grande que es fácil perderse; por ello es necesario tener claro lo que vamos a necesitar para hacer música y cómo elegirlo correctamente.

El ordenador

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Es el elemento central de un estudio doméstico moderno. El ordenador va a centralizar la mayoría de las tareas de creación y producción, y por ello debes ser certero a la hora de elegir. Aunque seguro que ya tienes un ordenador que podrás utilizar para música y así ahorrarte el gasto, aquí hablaremos como si no tuvieras nada, para repasar los elementos principales a los que debes prestar atención.

Sin duda los PC son mucho más baratos que los Apple Mac y ofrecen un alto rendimiento por su precio, así que en esta primera elección lo tienes bastante claro. Intenta no ser demasiado rácano, y no escatimes sobre todo en la placa madre; una placa barata y de baja calidad va a darte muchos dolores de cabeza. El procesador puede ser -el gran dilema- un Intel Pentium o un AMD Athlon; nosotros vamos a mojarnos aquí recomendándote un AMD por su relación prestaciones/precio, pero insistiendo mucho en que lo acompañes de una placa madre de calidad; asegúrate previamente de que no vas a tener problemas de compatibilidad.

253_640.jpg La tarjeta de sonido es por supuesto el elemento sensible de un PC dedicado a música, y debes tomarte tiempo para decidir la que te conviene, ya que hay una gran variedad (con una entrada estéreo o múltiples entradas, con sintetizador o sampler a bordo o sin él, etc). Recuerda siempre que "lo mejor" para ti no es necesariamente lo más caro que puedas pagar, sino aquello que mejor encaja contigo y que resuelve tus necesidades. Un punto crucial va a ser su velocidad de trabajo en sistemas VST o DirectX; debes fijarte en la calidad de sus drivers y en su latencia. La tarjeta de sonido, por otra parte, seguramente incluya una entrada y salida MIDI para poder comunicarse con tu teclado o tus dispositivos MIDI, aunque lo cierto es que no todas la llevan, como también es verdad que ya empiezan a salir teclados que se conectan por USB. En este caso -o si necesitas mas puertos de entrada y salida MIDI-, piensa en comprar aparte un interface MIDI; lee nuestros artículos sobre [ protocolo MIDI ] para profundizar en esta cuestión.

La oferta de tarjetas es muy grande y todo depende de lo que quieras hacer y cuánto puedas gastar. Como sugerencia, podemos decirte que la Sound Blaster Audigy está bien si tu presupuesto es reducido (anda por los 90 euros); su latencia es baja e incluye un sampler a bordo. Si puedes pagar más y no te importa no tener sampler en la tarjeta -de hecho, casi ninguna tarjeta lo lleva incorporado; los samplers por software son mejores- entonces tienes otras opciones en la franja de los 300-400 euros que ofrecen una mayor calidad de sonido: Terratec EWX2496, las Audiotrak Inca, los modelos de Hoontech, M-Audio Delta 44, Echo Mia... de más barata a más cara.

En cuanto a la elección de discos duros, sé un poco generoso. Lo ideal es tener dos, uno donde instalar el sistema operativo y los programas y otro dedicado exclusivamente a grabar pistas de audio. La razón para esto es que si sólo tienes uno, la aguja lectora del HD tendrá que sudar de lo lindo para manejar todas las tareas de lectura y grabación de datos a la vez; repartir el trabajo aligera la carga del ordenador y te permite hacer más cosas. Si no puedes pagar dos no pasa nada; simplemente tu PC se parará donde otros mejor equipados podrán continuar, pero esto sucederá en condiciones bastante extremas. En cualquier caso, compres un HD o dos, asegúrate de que el dedicado a audio es rápido; en los estándares actuales esto significa un ATA100 corriendo a 7200 RPM. Y añade un ventilador de disco duro, que es barato y alarga mucho la vida de estos componentes.

El último punto importante es la grabadora de CD. Necesitarás una para "quemar" tus temas musicales en un CD de audio que se pueda reproducir en cualquier lector. La oferta aquí también es amplia y seguro que encontrarás una que te vaya bien y no sea cara. Los precios suelen colocarse entre 100 y 200 euros.

Con esos cuatro elementos bien escogidos, lo demás se hace bastante fácil; simplemente sigue los estándares tecnológicos del momento: compra una tarjeta de video decente, añade un CD-ROM/DVD -aunque la grabadora puede evitarte este gasto- y un monitor de al menos 17" para trabajar cómodamente con muchas pistas en tu secuenciador. Una caja grande y espaciosa mejorará la ventilación y alargará la vida de todas las piezas.

254_640.jpg Por último, decir que tras la aparición del Windows XP las cosas han mejorado bastante en cuanto a estabilidad y rapidez en tareas de música -y en general también-, así que si todo tu hardware y software es compatible con XP (asegúrate bien) te recomendamos instalarlo. Si no es así, tendrás que seguir trabajando con Windows 98 o Me; en todo caso, deberías usar un sistema operativo dedicado sólo a música y bien optimizado. Aquí tienes dos tutoriales para mejorar el rendimiento de estos dos sistemas para música:

· [ Optimización de Windows 9x/ME ]
· [ Optimización básica de Windows XP ]
· [ Optimización avanzada de Windows XP ]

El software

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255_640.jpg El corazón de tu sistema debe ser un secuenciador que se comporte como un estudio virtual completo. Estos programas te van a permitir secuenciar (grabar por pistas) en MIDI y audio, y aplicar efectos virtuales. Incluso podrás añadir instrumentos virtuales en tus producciones. Se encargarán de la mezcla de todos los elementos para conseguir una obra completa. Recuerda que vas a pasar la mayor parte del tiempo delante del secuenciador, así que elige el que mejor se adapte a tu manera de hacer las cosas, sin reparar mucho en lo que dice la gente sobre cual es "el mejor" o en hojas de características.

Los tres secuenciadores principales del mercado actual son Logic (en la foto), Cubase y Cakewalk SONAR, de más caro a más barato. Pero aún el SONAR sigue siendo un poco caro para muchos presupuestos; para solucionar esto, busca las versiones "lite" (reducidas), por ejemplo Logic Audio Fun, Cubasis y Cakewalk Express. O da una oportunidad a otros secuenciadores de bajo precio que también resultan muy completos, como Magix Studio o N-Tracks. Ante todo, fíjate en que puedan secuenciar tanto MIDI como audio, y que funcionen como un "estudio virtual" (esto es, que sean compatibles con plugins VST o DirectX, o ambos).

256_640.jpg Aunque un secuenciador moderno puede cubrir todas las necesidades de creación y producción, no está nada mal que dispongas de un editor de audio específico. Este programa te permitirá tratar archivos de audio concretos para aplicarles diferentes procesos, cosa que puede resultar pesada de realizar desde un secuenciador, que está pensado para manejar múltiples pistas y enfocado más bien a la mezcla. Por ejemplo, cuando tengas toda tu obra ya dispuesta en un archivo máster estéreo, el editor podrá ayudarte a darle unos últimos toques a nivel general.

Aquí las opciones son Wavelab de Steinberg (en la foto), el Sonic Foundry Sound Forge y Cool Edit Pro. Como en el caso de los secuenciadores, estos programas se ofrecen en diferentes versiones a distintos precios. El Goldwave es la alternativa más barata, ya que es shareware; podrás probarlo sin pagar con todas sus funcionalidades disponibles (no como las versiones demo), y si te gusta sólo tendrás que hacer una pequeña donación a su creador.

257_640.jpg Por último, pero no menos importante, debemos referirnos a los instrumentos y efectos virtuales. Son programas que se insertan dentro del entorno de tu secuenciador (formato plugin, "enchúfalo") y se comportan como los aparatos "reales". Por ejemplo, si tenemos una pista de voz podremos añadirle una reverberación virtual, que sonará "en tiempo real"; esto quiere decir que no será necesario procesar la voz para luego ver como queda; simplemente insertando el efecto en ese canal ya oiremos en vivo el resultado. Si cargas un sinte o sampler virtual, podrás tocarlo, grabarlo y editarlo como si fuera un elemento hardware "de verdad".

Todo esto nos evita un gasto enorme en máquinas; ten en cuenta que muchos secuenciadores ya traen algunos plugins de serie, y que por Internet circulan muchos otros totalmente gratuitos. Como te puedes imaginar los hay de muchas calidades y tipos diferentes así que, de nuevo, no faltará dónde elegir.

El teclado controlador

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258_640.jpg A no ser que nos sorprendan con algún tipo de controlador mental (y basta que lo digamos para que alguien [ se lo tome en serio ]), el teclado es la mejor manera de introducir notas y secuencias en un ordenador. Aunque no sepas tocar el piano deberías hacerte con uno de estos, ya que lo básico se aprende pronto y, de todos modos, facilita mucho las cosas. No resulta nada cómodo trabajar con el teclado del PC y el ratón para estos asuntos...

No te asustes pensando en precios; no estamos hablando aquí de un teclado sintetizador completo que incluye sonidos y mil historias, sino de teclados "mudos", que se limitan a enviar los datos de notas, volumen y demás por MIDI, haciendo sonar los dispositivos de nuestro ordenador (como los instrumentos virtuales, o el sinte/sampler incorporado a tu tarjeta, si lo tiene). De todos modos, si ya tienes un sintetizador, por supuesto que podrás usarlo como controlador -solo necesitas que sea MIDI-. Si no lo tienes, puedes plantearte también la compra de un sintetizador usado, que añadirá sonidos a tu estudio a un precio reducido.

Hay una gran oferta en el mercado de teclados maestros, y los precios varían dependiendo del número de octavas que tenga el teclado y de las funciones que ofrezca. Pueden encontrarse modelos alrededor de 100 euros, y a partir de ahí, lo que quieras. Algunos fabricantes famosos son FATAR, Midiman, Evolution, Edirol (filial de Roland) o Miditech.

Monitores

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259_640.jpg Necesitarás algo para escuchar todo lo que haces, y de hecho esta es una de las partes mas importantes de todo el estudio. De poco sirve gastarse dinero en todo lo demás si al final lo vas a escuchar con una calidad mediocre. Necesitamos que el sistema de escucha sea lo más nítido y fiel al sonido original que podamos. Una frustración típica de todos los que empiezan es ver cómo sus obras suenan más o menos bien en casa y, sin embargo, al escucharlas en el coche o en la cadena de un amigo todo se convierte en un desbarajuste. La culpa de esto siempre es del sistema de monitorización. Si, por ejemplo, tus altavoces no reproducen adecuadamente las frecuencias graves, tenderás a a ecualizar y marcar excesivamente esa franja; de ese modo, cuando lleves tu trabajo a otro sitio los graves estarán "pasados de rosca".

Lo primero que haremos será descartar los "altavoces multimedia" que son habituales en el mercado informático. Ofrecen una calidad muy baja, y no están diseñados para esta función. Algunos modelos de gama alta pueden ser razonables, como los Videologic Sirocco, pero considerándolo todo, es la peor opción. Para gastarse 300 euros en un sistema multimedia, te recomendamos que ahorres un poco y esperes a tener unos monitores de estudio a tiro.

Si tienes cerca del PC una cadena de música hi-fi la situación mejora. Puedes conectar el ordenador a la cadena y escuchar todo lo que haces a través de ella; la calidad de un sistema hi-fi medio es superior a las soluciones multimedia.

Lo ideal es hacerse con unos monitores amplificados de campo cercano (esto es, diseñados para escucharse en un radio corto de distancia). Son aparatos diseñados para ofrecer una respuesta "plana" y no colorear el sonido con elementos extraños. El hecho de que lleven su propia amplificación integrada en el sistema nos evita la compra de un amplificador aparte, mejora la calidad de sonido y reduce el cableado, si bien eleva el precio.

Los precios de monitores de campo cercano autoamplificados empiezan a partir de los 450 euros de unos Behringer Truth, y suben casi hasta el infinito... considera también modelos como los Yamaha MSP5 (en la foto), Event PS5 o PS6, Genelec 1029, Alesis M1 MkII active o Tannoy Reveal active; todos estos oscilan entre 600 y 900 euros aproximadamente. Y si ya tienes un amplificador adecuado, podrías ahorrar dinero comprando los típicos Yamaha NS10M (un estándar en muchos estudios, aunque hay mucha polémica sobre su calidad), o los Alesis M1 y Tannoy Reveal pasivos (esto es, sin amplificar).

De todos modos, es importante hacer un matiz general. Aunque tener unos buenos monitores puede mejorar mucho la audición, esto no depende solo de ellos. Estos monitores están diseñados para situarse en salas tratadas acústicamente, o sea en estudios bien preparados. Si haces música en tu habitación no tiene mucho sentido arruinarse comprando monitores, porque no les sacarás el partido adecuado. Asi que busca un punto medio: procura evitar la mediocridad de los altavoces multimedia e intenta hacerte con un sistema hi-fi decente o unos monitores de bajo precio.

Otros aparatos

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Con todo lo que hemos dicho hasta ahora ya podrías empezar a hacer música desde ya. Pero por si acaso, vamos a detallar algunas otras posibilidades que pueden llegar a ser necesarias en ciertos casos.

Micrófono

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Por supuesto, es vital si quieres registrar tomas de voz o de instrumentos reales. No lo hemos destacado antes porque para empezar cualquiera vale, pero si quieres unos resultados dignos tendrás que pensar en un buen micro dinámico "todoterreno" como el Shure SM58, o uno de condensador barato como el Behringer B-1 (en la foto), para conseguir más naturalidad; ambos micros rondan los 150 euros. Para saber más sobre tipos de micrófonos y averiguar cuál te conviene más, recuerda leer nuestros [ tutoriales de micrófonos ].

Mesa de mezclas

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Es importante si quieres introducir en el ordenador, a través de la tarjeta de sonido, un conjunto de señales externas. Por ejemplo, si tienes un grupo y quieres grabar al batería o al guitarra y al bajo a la vez vas a necesitar varios micrófonos o entradas de línea, es decir: una mesa. una confusión generalizada es pensar que las tarjetas de sonido de múltiples entradas pueden actuar como mesas de mezcla, sin más. Esto no es del todo correcto: esas entradas suelen ser sólo de nivel de línea, lo que te obligará a preamplificar las señales de micro o no se oirán. Tampoco permiten controlar el nivel de entrada original; si la señal llega saturada, lo más que vas a poder hacer con la tarjeta es subir o bajar el volumen... de una señal distorsionada. Ten todo eso en cuenta a la hora de elegir. En cuanto a mesas, las famosas Behringer Eurorack son seguramente las mejores en calidad/precio, y una mesita decente como la 1604A (en la foto) sale por unos 280 euros. El modelo 2004 cuenta con 8 salidas independientes que pueden ir muy bien con tarjetas multientrada.

Cableado

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Bueno, es obvio que será necesario disponer de cables para que las cosas funcionen. No hablamos de los cables de alimentación de los aparatos; para empezar, te harán falta un par de cables MIDI para conectar el teclado a la tarjeta de sonido (o a un interface MIDI si es lo que elegiste), a no ser que el teclado se conecte por USB -que los hay-. La salida MIDI se conecta a la entrada MIDI de la tarjeta, y la salida MIDI de la tarjeta a la entrada MIDI del teclado, como es lógico, aunque esa segunda conexión puede sobrarte si tu teclado no tiene sonidos, evidentemente. Por lo demás, te harán falta cables de micro para conectarlos a la tarjeta o la mesa de mezclas, y cables de línea para hacer lo mismo con guitarras y bajos eléctricos, sintetizadores y demás. En general, el gasto total en cableado deberia ser bajo; ve a una tienda de electrónica y pide los cables a medida -que estén bien apantallados para evitar interferencias de los aparatos eléctricos de tu estudio-, o si eres mañoso y sabes como hacerlo, móntalos tú mismo comprando los componentes por separado.

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