Introducción a la grabación binaural

El mundo de la grabación de campo tiene muchas formas y estilos, técnicas y métodos, procesos y preferencias. Sin embargo, nada hay comparable a la particularidad de la grabación binaural, en tanto logra en muchas situaciones resultados totalmente originales y de una imagen estéreo bastante interesante.

Hoy en día con los avances del 3D y la realidad virtual en los videojuegos, los nuevos sistemas de sonido de los teatros y casas, y las posibilidades que se abren con las nuevas tecnologías de comunicación y creación, encontramos interesantes vías de exploración para la grabación binaural. Imposible no recordar el clásico ejemplo de la barbería virtual:

(recomendado escucharlo con auriculares)

El uso en la música es clásico y de hecho los primeros modelos de esta forma de grabación eran más bien sistemas de monitoreo y registro de estudio. Con el tiempo y el desarrollo de formas de grabación de campo, la técnica se ha ido trasladando a nuevos territorios, revelando así otros matices y una incomparable riqueza estética de posibilidades sónicas.

La grabación binaural consiste básicamente en la utilización de un equipo de grabación cuya configuración imite nuestro sistema de percepción auditiva. En otras palabras, podría decirse es un método que pretende grabar como simulando nuestros oídos, en su posición, en la forma como se reparte la imagen estéreo, en la sensación de espacio, en los procesos que nuestra estructura psicofísica altera lo escuchado, en el rango mismo que se interpreta de señal, entre otros factores.

Esta imagen estéreo por lo general se captura con sistemas creados o adaptados para ello. Algunos pueden ser construidos a modo de auriculares o adaptarse a objetos. Sin embargo, existen configuraciones más apropiadas donde los micros se han de ubicar con exacta medida para una imagen estéreo óptima, principalmente en lo que respecta a la perspectiva del oyente que reproduce posteriormente la grabación.

Hemos de empezar por el más famoso, compañero de muchos, alter-ego de otros, en últimas todo un personaje: La cabeza Dummy Head de Neumann, como la KU-100 que es el modelo disponible actualmente. Y no es mentira esto de la obsesión que puede representar un artificial sujeto de escucha como estos. Hay uno muy famoso llamado, Fritz, un Dummy Head KU-81 que ha utilizado Gordon Hempton –quien ya mencionamos hace unos meses–, famoso por su alias como Soundtracker, bajo el cual explora el paisaje sonoro en torno a la pregunta por la extinción de los territorios y la ecología acústica.

Un Dummy Head KU-100 está costando hoy unos $8.000, todo un lujo como para dejarlo por ejemplo, en medio de una selva, con un tigre merodeando a su alrededor, como le sucede a Hempton y relata en su documental, que es por cierto muy recomendado para todos aquellos interesados en la grabación de campo.

Existen sin embargo otras opciones más económicas. En los últimos años una compañía que ha venido ganando mucho terreno en este sentido es 3Dio, con su hoy amplia línea de (orejas) micrófonos binaurales que, según muchos, no tienen nada que envidiarle a Neuman y bueno, hay que destacar que en 3Dio llevan el concepto mucho más lejos. Es cierto que tienen un sistema que desborda los $5.000, pero estamos hablando del Omni Pro, un sistema de cuatro pares de oídos que permite grabación en varias configuraciones de polaridad y sincronización con video en 360 grados, similar al utilizado en el concierto Sound and Vision de Beck grabado, tanto en sonido como en vídeo, a 360 grados.

Ahora bien, el modelo más sencillo es el Free Space Binaural Microphone, que consiste en un par de orejas en una base, por $499, o ya su versión II que optimiza su funcionamiento, pero eleva el precio a $1999. En general los productos de 3Dio han recibido buenas críticas y son numerosos los ejemplos que rondan en la web sobre sus particulares dispositivos. Uno reciente es el publicado por The Verge, donde se explora, con un sistema 3Dio, el sonido de New York, de paso contando –aunque en inglés– útiles datos y curiosidades acerca de la grabación binaural.

(Existe un vídeo bonus con material extra de grabación)

Aunque en teoría los sistemas más apropiados son aquellos creados con mediciones específicas, existe otra forma de grabación binaural, donde la cabeza que determina la ubicación de los oídos es la misma que escucha, es decir, la del oyente.

En tal caso se trata de micrófonos binaurales que se utilizan como si se tratara de auriculares, lo cual le genera un valor agregado a esta forma de grabación: puede camuflarse. Algunos modelos de estos micrófonos son tan parecidos a un par de auriculares, que se pasa fácilmente desapercibido al grabar (en términos de la visibilidad de equipo) pudiendo acceder a situaciones y espacios que no sería muy apropiado habitar con grabadora en mano. El problema de este método de stealth recording o "grabación sigilosa" es en algunas situaciones con el viento, que implica utilizar protectores que pueden delatar la presencia de algo más extraño que simples “auriculares”.

En este caso, es en teoría fácil construir unos micrófonos propios, aunque existen todo tipo de alternativas. Una página muy conocida en estos micrófonos es SoundProfessionals, donde se encuentra una amplia variedad de estilos basados en cápsulas de diferentes fabricantes, por ende con diferentes características. Sus micrófonos van desde por debajo de los $100 hasta modelos que sobrepasan los $499, entre su línea incluyendo varios modelos que pueden llevarse in-ear, en los oídos.

El problema de muchos de estos micrófonos es que, al ocupar la oreja, anulan la posibilidad de monitorear en auriculares aquello que se graba. Sin embargo, existen modelos más avanzados que ofrecen grabación binaural y monitoreo al mismo tiempo. Quizás el mejor ejemplo de este sistema sean los micros/auriculares CS-10EM de Roland (imagen superior), cuyo precio oscila entre los $80 y $90.

Otra opción son los Hooke, próximos a llegar y pensados como auriculares que integren grabación y se puedan integrar a los flujos de trabajo de smartphones, aunque sin llegar a la pretensión de controlar lo que escuchamos, como Here.

Tampoco hemos de olvidar los sistemas Sonic Studios o de un montón de posibilidades que surgen al combinar configuraciones de varios fabricantes. Hablar de modelos que sean más flexibles sería abrirnos a las posibilidades de muchos micrófonos que podrían integrarse en el proceso; sin embargo hay ciertas opciones interesantes que no podríamos dejar de lado, como el Soundman OKM II, los clásicos productos de microphone madness o las posibilidades que abren un par de DPA SMK4060.

Algunos utilizan estas opciones más cercanas a micros de solapa, en conjunto con sistemas de soporte que permiten recrear la imagen binaural (algunas veces con alambres, madera, metal, etc) o bien mediante ingeniosos accesorios como los BudFits, que permiten en este caso situar los micros en las orejas.

Hasta aquí esta corta introducción donde podemos ver qiue son varias las posibles formas de grabar de forma binaural. Algunas son más exactas y precisas, ofrecerán seguramente una mejor calidad y esto por lo general tiende a significar costos mayores. Otras por su parte, serán un tanto menos profesionales pero igualmente podrán construir la imagen binaural, que es lo fundamental de este proceso. Habrá seguramente otras opciones que, de no estar en la lista, sería interesante conocer, o bien si alguien es usuario de los mencionados productos, compartid vuestra experiencia.