Reciclaje bricosónico: transforma tu viejo altavoz pasivo
¿Tienes arrinconado y sin uso un viejo altavoz pasivo? Por poco dinero puedes hacer de él un útil monitor autoamplificado, con bluetooth y control remoto, para ensayos, apoyo en escenario, fiestas, pequeñas presentaciones... Te lo contamos en este tutorial bricosónico.
No necesitas ser un experto, porque a día de hoy se pueden encontrar como módulos prefabricados infinidad de modelos de amplificador para acoplar en la caja del altavoz. Los tienes con bluetooth, entrada de micro y función karaoke (center-cancel) con eco para el micro, control remoto, radio incorporada, reproducción desde memoria USB o microSD... por citar solo algunas de las posibilidades. Ni siquiera tienes que elegir: los hay con todo. Y a precios de lo que cuesta un menú del día, y no es que queramos proponerte que ayunes, solo poner en perspectiva el escaso esfuerzo económico que hay detrás. Igualmente pequeño el esfuerzo ténico: realizar un agujero, y un mínimo de pericia para quitar/poner tornillos a la hora de desmontar y rearmar. Poco más necesitarás.
Los altavoces, por suerte, tienen desde hace decenios la buena costumbre de montar los conos sin soldadura. Usan una conexión (espadines y fastones) que se puede soltar y volver a poner fácilmente. Estamos hablando de reaprovechar algo que ya no usabas, así que tampoco te vuelvas histérico por conseguir la máxima pureza y afinidad entre la pantalla y el ampli. Con que garantices que la potencia que desarrolla no excede de la que aguanta tu altavoz es suficiente.
En cuanto a las impedancias... A menudo están en los 4 u 8 ohmios, y aunque es más adecuado que coincidan no es tan crítico mientras la diferencia no se mueva mucho más allá del doble o la mitad.