Una de las cosas que suelen llamarle la atención a mis clientes y a los alumnos de mis workshops es el uso que le doy a la compresión paralela. Para el neófito, la compresión paralela es, simplemente, una técnica que consiste en fusionar la señal limpia con el envío a un compresor. Es una aproximación radicalmente o puesta al clásico uso del compresor en serie, donde el efecto se inserta directamente la pista y afecta a la señal. El esquema típico de la compresión paralela sería algo así:
La señal limpia se mezcla con la señal comprimida, sin más misterio. En cada DAW se puede hacer una manera parecida, que, básicamente, consiste en crear un buss, grupo o canal de efecto con el compresor y hacer un envío desde la pista. El compresor suele tener un ajuste extremo, para exagerar sus propiedades e, incluso, distorsionar si se desea.
La mayor dificultad de esta técnica es que el programa secuenciador debe compensar PERFECTAMENTE la latencia del compresor o usar un compresor que no añada latencia en su proceso (hay muchos). La compensación de las latencias parece algo obvio, pero hasta hace no tanto Pro Tools en su versión nativa tenía una forma un poco particular de hacerlo (más bien, no hacerlo bien).
El objetivo principal de comprimir en paralelo es conseguir más densidad, es decir, más volumen aparente (loudness) sin perder los transitorios. En las mezclas de hoy en día la densidad es muy importante, más allá de las guerras de volumen. Si estás trabajando en una canción de un estilo de música electrónica, necesitas que el bombo y cajas sean densos y con pegada o que el bajo y los leads no se pierdan. Si estás trabajando con estilos más acústicos, necesitas que la voz no se pierda bajo los arreglos, que las guitarras no queden enterradas detrás de la batería y, su uso más típico, que la batería suene potente. Aunque en la electrónica el dominio de la compresión paralela se ha vuelto fundamental, es en las grabaciones acústicas donde sus ventajas son más obvias, dado que los instrumentos acústicos tienden a tener más dinámica.
Quizás el salto más importante de mentalidad en el uso de la compresión paralela surge cuando te das cuenta de que si cada compresor tiene unas características únicas y deseables, ¿por qué no usarlas?. Y todo se complica.
En mi caso, yo tengo tengo varios buses de compresión creados de antemano en los proyectos, con distintos compresores y distintos ajustes. Cada uno tiene sus características y hago envíos dependiendo de qué estoy buscando. En mi caso, los que uso son: Neve 33609, Vertigo VSC-2, UAD 1176LN, Manley Slam!, UREI LA10a, JBL 7110.
- Neve 33609: El ajuste es para conseguir más pegada en el material.
- Vertigo VSC-2: Densidad y distorsión.
- UAD 1176LN: Densidad. El material suele perder algo de agudos.
- Manley Slam!: El ajuste que tengo es con el compresor óptico ELOP y la entrada al máximo. El sonido es muy denso y armónico. Lo uso principalmente con las voces.
- UREI LA10a: Es prácticamente idéntico al UAD 1176LN, salvo porque es mono y más rico armónicamente. Lo uso para el bajo, bombo y caja, consiguiendo, además, afianzar el centro de la base rítmica.
- JBL 7110: Es un compresor mono que tengo como comodín. Es idéntico al UREI pero sin transformador, por lo que es algo más limpio. Suelo utilizarlo con la voz.
Aparte de estos, en muchos proyectos uso un UAD LA2a con un ecualizador lineal recortando agudos en sustitución del Slam! u otros buses con 1176 para ciertas cosas.
El proceso de uso de esta marea de compresores en paralelo es sencillo: hago envíos a uno o varios compresores buscando ciertas características.
En mezclas acústicas, es común que la suma de la batería acústica la envíe al 1176, mientras que el bombo y caja vayan al LA10a y al Vertigo. Con las voces suelo usar el Slam!, pero a veces puedo usar el Vertigo para distorsionar, además. En las mezclas electrónicas también envío la mezcla de la percusión al 1176, destacando elementos con el 33609 y el Vertigo, pero esto son sólo pequeñas muestras de las posibilidades y, como comenté antes, es algo que uso constantemente durante toda la mezcla y en casi todos los elementos.
¿Qué compresor debo usar en cada caso? La elección de uno u otro tipo de compresor es el resultado de la experimentación y la experiencia y, en mi caso, ha evolucionado: con los años he ido añadiendo unos y quitando otros, dependiendo de mis preferencias o mis necesidades y, sin duda, es algo que está en constante cambio.
Si queréis ver cómo lo uso en acción (no tenéis que venir al Workshop, claro :-)), en los vídeos de la mezcla de Off To Space And Back hay varios ejemplos más sencillos.
Espero que esta pequeña introducción os anime a investigar el mundo de la compresión paralela avanzada.