Hoy he estado limpiando mis armas.
Luego me he acostado con mi favorita.
Le he dicho cosas bonitas.
Al tocarla, al acariciarla,
me acuerdo de las cosas que he hecho con ella.
Sólo eso es suficiente para que me corra.
Verla sucia, húmeda y caliente vuelve a excitarme.
Puedo pasarme así toda la noche.
Pero hoy saldré a darme una vuelta.
Sí, voy a levantarme y a buscar a alguien.
Alguien a quien pueda contarle cosas,
mientras le hundo mi arma,
y le acaricio el alma.
No soy un Monstruo.
Yo amo los animales,
y amo el Bosque.
Soy un Monstruo Artista y Bondadoso.
Hoy, en el brazo de una joven que estaba abierto,
he acomodado gusanos.
Soy un Monstruo Previsor,
por eso llevaba diez días cuidándolos con carne y harina.
Lo grabaré, como siempre.
Como soy previsor, también tengo muchas baterías.
Hoy es el Día de la Paciencia.
Se me dan bien los nudos,
así que estaré unos días sin salir de aquí.
Hoy es el Día de la Generosidad.
Cuando se acabe,
haré uno de mis cuadros,
"Brota Sobre Tus Ojos", voy a llamarlo,
y dormiré escuchando el silbido del Bosque,
el encantador sonido
del Agradecimiento.
Hoy es el Día del Agradecimiento.
Bosque, te dedico este poema
que acabo de escribir:
Semillas, naturaleza,
sangre tirada y espesa.
Violetas en cada ojo,
pétalos a mi antojo,
cuadros descoloridos,
húmedos, semiescondidos.
Rojos oscuros, brillantes,
¡párense, caminantes!
Rosas en lo malherido,
castañas en lo podrido.
Junto a un abeto gigante,
escribe el monstruo perdido.
¡Párense caminantes!,
aquí hay algo interesante.
Vuelvan a donde han venido,
pero dejen su sangre antes.
Caramba, qué delicados,
ahora que se han manchado.
Tengo ciertos caprichos,
no digan que no lo he dicho.
Y una calavera ríe,
o, al menos, me lo parece,
y las rosas de los rosales,
sobre tus labios florecen,
con agua de los canales,
en tus vacíos ojos,
chupados por los piojos
embelleciendo el valle.
Hoy he visto a un monstruo.
Estaba dormido.
He husmeado entre sus dientes,
en su aliento de gasolina.
Hoy es el día de la Extravagancia.
Hoy he visto a un monstruo.
Estaba sudado,
como ha estado siempre.
Hacía rodar un ojo
sobre la arena caliente.
Hoy, en el Día de la Violencia,
un tigre ha salido de mi pecho.
Hoy ha terminado el Mundo Infernal.
A partir de ahora seremos más buenos.
Hoy es el Día de la Sabiduría
y vamos a devolverlo todo.
Vamos a simular que lo hacemos
y a embellecer la historia.
Hoy es el Día de la Demencia.
El Monstruo era un montón de trapos,
pero me da miedo mirarlo.
Porque he dicho que se mueve.
Cada vez que cierro los ojos,
extiende sus asquerosos brazos.
Hoy es el Día de la Insania.
Ayer fue el Día de la Pereza.
Hoy es el Día de la Venganza,
el Día del Gusano Coleccionista,
del Sapo,
del Monstruo de los Harapos.
No pienso asomar ni un pelo de la sábana.
Hoy es el Día del Miedo.
Hoy es el Día de las Máscaras.
No me ha gustado ninguna,
pero me están esperando.
La primera que escojo es la de un Monstruo.
Al tocarla recuerdo
que he hecho cosas horribles.
Hoy es el Día de las Cosas Horribles.
Siempre es el Día de las Cosas Horribles.
Hoy es el Día de Aquello que Hice,
hasta ahí, me acuerdo.
Hoy es el Día de los Recuerdos,
y he hecho cosas horribles,
no puedo contarlo en voz alta.
Hoy es el Día de la Fantasía,
y hay tanto ruido,
tantos gritos,
lo que siento es tan fascinante.
Es el Espíritu de la Violencia.
Hoy es el Día de la Violencia.
Siempre es el Día de la Violencia.
Hoy le he mostrado a un hombre su propio ojo.
Se lo enseñaba entre mis dedos,
cogido con delicadeza.
Luego he cogido una aguja
y la he sacado y metido una y otra vez dentro del ojo.
Lo he chupado como un caramelo.
Después, me he estirado el prepucio y me lo he puesto en el pene,
cuidando que mirara hacia afuera
y lo he vuelto a poner en su asquerosa cuenca.
Jugando, me he quedado dormido,
y cuando he despertado
no recordaba dónde lo había dejado finalmente.
Jajaja, lo había puesto en mi culo
y se me había olvidado.
Con mi traje de adivino
sé hacia dónde camino.
Con ojos serenos,
miro con cara de bueno.
Con sonrisa estudiada,
me acerco a mujeres aisladas.
Y aún tengo las trenzas de una
que un día se encontró en la laguna.
Sólo un asiento vacío,
justo el que está al lado mío.
Y llevo conmigo el traje fantástico
que me hace inmune a sus maliciosos cánticos.
Con mi traje de cinismo
se activa -enciende- mi mecanismo.
Con ojos de experto
busco el momento perfecto.
Cayendo al abismo,
finjo hacer lo correcto.
Y aún tengo un bolso guardado
de un caso que no se ha cerrado.
Sólo un asiento vacío,
justo el que está al lado mío.
Y llevo muy dentro una historia terrible
que no es de verdad, porque es imposible.
Con mi traje de asesino,
veo mujeres de ojos divinos.
Con el cesto bien lleno,
camino buscando de nuevo.
Con mirada extraviada,
reviso una pistola robada.
Y aún tengo un anillo dorado
que buscan, pero no han encontrado.
Sólo un asiento vacío,
justo el que está al lado mío.
Y llevo conmigo un precioso pendiente
que yo mismo arranqué con mis propios dientes.
Con un traje muy justo,
sentado, esperando a disgusto.
Con aspecto enfermizo,
manoseando en el bolsillo unos rizos.
Con la cara alterada,
oculto una sonrisa malvada.
Y aún tengo guardados los dedos que un día
buscaba la policía.
Sólo un asiento vacío,
justo el que está al lado mío.
Y llevo conmigo las piezas dentales
de una que un día se encontró en los canales.
Con mi traje de mago,
poseído, sin saber lo que hago.
Me vuelvo invencible,
y lo que siento es irresistible.
Esta noche no hay luna,
pero veo un reflejo en el lago.
Y aún tengo las uñas de una
de la que tengo un recuerdo muy vago.
Sólo un asiento vacío,
justo el que está al lado mío.
Y llevo conmigo ese traje tan mágico
que me hace invisible y resulta tan práctico.
Hoy he estado en una Feria.
He visto a unos niños
y se me han ocurrido un montón de cosas.
Algunos estaban solos,
jugando separados de sus padres.
No entiendo cómo los dejan así
con la gente tan mala que hay.
Me he distraído siguiéndolos hasta la entrada del Bosque.
Cada vez me imaginaba más juegos.
Tengo que apuntarlos,
que luego no me acuerdo de nada.
Te puedes divertir de mil maneras con los niños.
La lástima es que antes,
tendría que haber pasado por la Ferretería.
Hoy he jugado con un músico.
Le dije,
si no tienes dedos,
¿cómo vas a tocar?
Y si no tienes lengua,
¿cómo vas a cantar?
Hoy quiero hacer una nueva Melodía.
La Melodía del Lago.
Me hace gracia ver cómo intenta agarrarme.
Se le olvida que no tiene dedos.
Lo llevo hasta la orilla del Lago
y sumerjo su cabeza boca arriba.
Ya veo las burbujas ascendiendo.
¡Ahí viene!, ¡ahí viene!
Ya suena la Melodía.
Hoy he estado con dos Mujeres.
Como no se movían,
he tenido que ponerles juntas las bocas
por mí mismo.
Luego me he masturbado.
Como no quería desperdiciar ni una gota de semen,
lo he hecho dentro de la boca de la más joven.
He tenido cuidado
de ponerle una bolsa de plástico en la garganta,
para que no se perdiera nada.
¿A que soy listo?
Cuando he terminado,
las he cogido por sus cabecitas
y las he apretado.
¡Cómo se besaban!
Era tan sexy.
En cuanto me acuerdo, se me riza el pene.
Lo que no me gusta
es el ruido cuando chocan los dientes.
Por eso antes las golpeé en la boca,
para que se les hincharan los labios.
Jajaja, ¿sorprendidos?
Cuando me aplico soy el número uno.
Mi colección de fotos
se está volviendo más exquisita, más extravagante.
Me encanta lo moderno.
Hoy ha sido un gran día.
Hoy he pisado un cadáver.
Le he metido el pie en la boca
y la he movido arriba y abajo.
Ha sido súper divertido.
He tocado la flauta y lo he grabado.
Luego le he puesto la flauta en la boca
¡y parecía que estaba tocando!, jajaja.
Um, ahora que me río
me doy cuenta de lo serio que está.
Me he tirado casi una hora con un palito
poniéndoselo dentro de la boca
hasta que me ha parecido que sonreía.
Ha valido la pena.
Me lo estoy pasando bomba.
Lo he arrastrado hasta un árbol
y lo he puesto recostado,
con esa extraña sonrisa,
tocando la flauta, jajaja.
Me he orinado encima
mientras sonreía como un estúpido con su estúpida flauta.
Lo he grabado todo.
Ha sido un coñazo,
pero luego lo agradeceré.
Ya está sucio.
Y huele mal.
Ya no me gusta.
Voy a buscar otro.
Hoy me lo he pasado bomba.