#48 te comento mas tarde, me tengo que ir a un festival de grupetes a sonorizar.
#49 llevas toda la razon, espero no reventar el hilo con esto, no se si lo publicaran en portada, pero dada la discusión, tomar ladrillaco:
¿Por qué necesitamos estudiar música además de sonido si queremos ser un buen productor?.
En estos últimos años, gracias a las campañas de marketing de distintos productos relacionados con el sonido, hemos cambiado la denominación del técnico de sonido, por productor, es facil encontrar cualquier comentario tipo “llevo 4 años produciendo.....”, en vez de “llevo 4 años mezclando”,y últimamente están sustituyendo en nombre y no en trabajo a la idea de producción clásica, relacionada desde sus inicios con la música, entiendo que tiene mayor relevancia decir "soy productor musical" que "soy técnico de sonido", el trabajo del técnico está claro, el de productor al ser algo tan "exótico" y poco definido, puede dar la sensación de ser algo más grande e importante, cuando las dos figuras siempre han tenido que ir muy cogidas de la mano, cada figura es relevante en su cometido y los dos son vitales para el buen puerto de un trabajo.
En el mundo del sonido, creo que ya esta aceptada esta terminología nueva o suplantación de identidad, ahora no se estudia sonido, se estudia “Producción”, sin tener mayor incidencia que un cambio de nombre, y de una nueva generación con una nueva denomicación.
En cambio en el mundo de los músicos, este concepto no está asimilado, y cuando piensan en un productor para sus canciones no piensan concretamente en “su sonido”, el gremio de músicos está un poco confuso, ellos buscan a un productor para llevar a buen puerto sus canciones y sus inquietudes artísticas, alguien que pueda sacar el máximo provecho de su potencial artístico/musical, como comente en el libro “Claves, Errores y Soluciones para mejorar tu Música”, el sonido es algo secundario en una producción artística musical, lo importante es la música, y la encargada de trasmitir las emociones es ella mediante el sonido, una vez pasada esta primera etapa es donde comienza a tener relevancia casi absoluta el sonido, a la hora de grabar y reproducir esa obra artística, pasando la figura del productor a coordinador y supervisión del plan trabajado en la pre-producción (su mayor trabajo).
Podría citar a varios grandísimos productores como Quincy Jones, Desmond Child, etc... con una simple búsqueda en la wikipedia podemos observar sus trabajos y trayectorias, veremos que se habla de su labor como músicos y compositores, y no como técnico de sonido (lo cual no implica que tengan amplios conocimientos de sonido), en la llamada Cadena de Calidad de una Grabación, el eslabón más débil tiene mayor relevancia que el más fuerte, y realiza una función de “techo” y límite de calidad, normalmente comenzamos nuestra cadena por el amplificador/instrumento, micrófono, cables, previos, etc... primer error, el primer eslabón es la música/canción, y el siguiente los músicos, por mucho equipo y conocimientos de sonido, si la canción es mala y los músicos no tienen soltura con sus instrumentos, poca calidad podemos aportar, el apartado del sonido se suma a la calidad de la obra, pero no tiene fuerza para cambiarla, si es mala seguira siendo mala.
Si estamos interesados en ser un productor (artístico) y comenzar por el primer eslabón de la cadena de calidad, tendremos que orientar en primer lugar nuestro aprendizaje al mundo de la música, después podemos enriquecernos con conocimientos de sonido, el saber no ocupa lugar, solo tiempo.