La cosa es que llevábamos muchos años los españoles sin prestar atención al certamen eurovisivo, eso de ganar, de Masiel, sde Salomé quedaba anclado en aquella España no homologada por el mundo moderno, de pluriempleados, de emigración interna y de escasez.
El sol español que nos abrasa y lo abrasa todo y el tiempo se encargó de traernos turismo y progreso y, de birli birloque y oportunidades nos convertimos poco a poco en ricos. Como antes ya habíamos sido libres, afloró una conciencia cercana a lo exquisito que hacía patrio enviar experimentalistas como Remedios Amaya, mientras Felipe González e presentaba ante una nación postconciliar y progre y el Terrat alcanzaba a postular y enviar al Chiquilicuatre no hace tanto.
Ese Concurso de una organización con tan poco reclamo para la ciudadanía (una vez admitidos a la CE) como la T.I.A. había quedado para agrupaciones de gayers de camisa cuadros planchada.
Pero ahora ya somos pobres, no hay nada para mañana, se imponen los sueños, antes de ilusión que de pesadillas. Pese a los intentos de algún rezagado por desacreditar a Alfred, (por si no lo sabéis, es un dúo de participantes en OT enamorados) por independentista, ya se califica a Amaia Romero de Amaya de España. La España postpudiente, ahora pobretona, la España de las banderas constitucionalistas, engloba con ilusiones sus carencias.
Mañana querrán ser los chavales toreros, futbolistas o bedeles de ministerio, algo con lo que comer.
Pero que sepáis que este chico también es autoplodusío, que es multiinstrumentista (hasta toca el trombón) en eso no es también...
Y Amaia canta con formación, toca el piano, la guitarra, es músico, y promete ser diva campechana, hace justicia a tantas niñas navarras que no han subido al Gayarre; pero han roto cristales y retemblado jotas por la ribera.
Aquí tuvimos una que me la recuerda; pero tenía tanto talento que lo imparte; quizás podría sumarse, auqueue como acompañamiento o producción al estrellato de navarras divas.
En el futuro nos queda espera el estrellato, ganar de golazo a Brasil, o simplemente el amor, que no requiere más que el deseo y, llegado el caso dejarse llevar, que es gratis, el pisito ya llegará, y con ello ya estaríamos saliendo de este largo proceso sombrío en el que ya estamos metidos: hoy eurovisión, mañana el pisito.
El sol español que nos abrasa y lo abrasa todo y el tiempo se encargó de traernos turismo y progreso y, de birli birloque y oportunidades nos convertimos poco a poco en ricos. Como antes ya habíamos sido libres, afloró una conciencia cercana a lo exquisito que hacía patrio enviar experimentalistas como Remedios Amaya, mientras Felipe González e presentaba ante una nación postconciliar y progre y el Terrat alcanzaba a postular y enviar al Chiquilicuatre no hace tanto.
Ese Concurso de una organización con tan poco reclamo para la ciudadanía (una vez admitidos a la CE) como la T.I.A. había quedado para agrupaciones de gayers de camisa cuadros planchada.
Pero ahora ya somos pobres, no hay nada para mañana, se imponen los sueños, antes de ilusión que de pesadillas. Pese a los intentos de algún rezagado por desacreditar a Alfred, (por si no lo sabéis, es un dúo de participantes en OT enamorados) por independentista, ya se califica a Amaia Romero de Amaya de España. La España postpudiente, ahora pobretona, la España de las banderas constitucionalistas, engloba con ilusiones sus carencias.
Mañana querrán ser los chavales toreros, futbolistas o bedeles de ministerio, algo con lo que comer.
Pero que sepáis que este chico también es autoplodusío, que es multiinstrumentista (hasta toca el trombón) en eso no es también...
Y Amaia canta con formación, toca el piano, la guitarra, es músico, y promete ser diva campechana, hace justicia a tantas niñas navarras que no han subido al Gayarre; pero han roto cristales y retemblado jotas por la ribera.
Aquí tuvimos una que me la recuerda; pero tenía tanto talento que lo imparte; quizás podría sumarse, auqueue como acompañamiento o producción al estrellato de navarras divas.
En el futuro nos queda espera el estrellato, ganar de golazo a Brasil, o simplemente el amor, que no requiere más que el deseo y, llegado el caso dejarse llevar, que es gratis, el pisito ya llegará, y con ello ya estaríamos saliendo de este largo proceso sombrío en el que ya estamos metidos: hoy eurovisión, mañana el pisito.