Y ahora…¿Qué hago con el envase?
Muchos somos (casi todos) los que vamos a comprar a supermercados, hipermercados, autoservicios varios, gasolineras, productos que están contenidos en “cómodos” blisters. Según parece, la idea inicial era la de poder exponer y organizar los productos colgados de unos soportes y así venderlos por el sistema de “self service”. Por otro lado, al aumentar la superficie, aumenta también la visibilidad desde lejos y dificulta el hurto, ya que es más incómodo de llevarse en el bolsillo.
Todo eso está muy bien. Pero hay más razones.
Una de ellas es que hay muchos fabricantes de envases que necesitan producir en masa, y claro, cuantos más productos envasados más envases harán falta. Obvio.
Otra es el consabido reciclaje de plásticos, negocio que los ayuntamientos delegan en subcontrata a empresas dedicadas a tal fin, pudiendo aumentar de este modo la cuota de recogida de basuras. Aún más obvio que lo anterior.
Pero si los plásticos se reciclan, ¿a dónde va a parar lo reciclado? pues obviamente a las empresas que fabrican productos basados en plástico. Cabe destacar que de lo que tiramos al contenedor amarillo, sólo se recicla un 6%, todo lo demás se acumula en los vertederos o es incinerado como combustible para producir energía, favoreciendo, aún más si cabe, la contaminación terrestre y atmosférica.
Pero ahora centrémonos en lo que nos concierne como clientes de la industria del sonido.
Cuando adquirimos un artículo que viene envasado en plástico transparente, nunca (o casi nunca) nos fijamos en las posibles indicaciones del envoltorio, sino sólo en lo que contiene. Seguro que esto está identificado como un efecto psíquico-visual, como cuando llevamos los cristales de las gafas sucios porque no los miramos, vemos a través de ellos (los que usamos gafas, claro).
Hace poco compré un producto de una conocidísima marca alemana de dispositivos de audio (no daré el nombre, dejaré que seáis un poco “Sherlock Holmes”), a la que incluso dediqué un hilo por un manual de instrucciones erróneo, precisamente de ese producto (¿más pistas?). Pues bien, el envoltorio transparente en el que venía, no tiene ninguna marca, ningún símbolo que me sugiera que ese envase es reciclable. Algo así como tres flechitas formando un triángulo, un numerito en el interior y unas letras que identifican el polímero.
En el aparato pone claramente “made in China”, y si ya vienen con el embalaje correspondiente, éste también tiene muchos números de ser de por allí.
De la misma forma que yo, los empleados de la cinta transportadora de la planta de reciclaje y que separan lo que no se identifica con los antedichos triangulitos, actuarán en consecuencia: dicho blister irá a la pila de lo que no se aprovecha, es decir, a formar parte de nuestro medio ambiente más próximo, el vertedero de basuras, en el cual se acumularán millones de envases que no cumplen normativa mundial alguna.
Este sólo es un ejemplo referido a los envoltorios pero, ¿qué decir de los elementos plásticos que forman los aparatos en sí?
Es evidente que esos símbolos no figuran en el exterior, pero… ¿y en su interior?
Pues corremos un riesgo grande de que tampoco. Porque aunque como seres consecuentes con el medio ambiente, lo llevemos a un punto verde y allí, una vez desguazado comprueban que no, ¿dónde lo depositan?¿formará parte de algo en el futuro?
Ya no entraré en las décadas que suponen la biodegradación de plásticos y su interacción con la naturaleza, ya que este tema da, por sí sólo, para un libro-tocho, tocho de los gordos.
Habrá quien diga: uff, yo ya no estaré vivo. Vale, tampoco yo. Pero lo estarán nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, que se cagarán en nuestra generación por la herencia que les habremos dejado.
Puede que suene a chantaje emocional pero la compra de productos no reciclables no es problema del que adquiere dicho producto, su eliminación a posteriori de su uso se convierte en un problema global.
Y vosotros... ¿que opináis?
Documento de Word base de este miniarticulillo creado martes, 09 de octubre de 2012, 14:51:27, reformado hoy.
Imagen: Blister no reciclable. Foto by e_mac.
Muchos somos (casi todos) los que vamos a comprar a supermercados, hipermercados, autoservicios varios, gasolineras, productos que están contenidos en “cómodos” blisters. Según parece, la idea inicial era la de poder exponer y organizar los productos colgados de unos soportes y así venderlos por el sistema de “self service”. Por otro lado, al aumentar la superficie, aumenta también la visibilidad desde lejos y dificulta el hurto, ya que es más incómodo de llevarse en el bolsillo.
Todo eso está muy bien. Pero hay más razones.
Una de ellas es que hay muchos fabricantes de envases que necesitan producir en masa, y claro, cuantos más productos envasados más envases harán falta. Obvio.
Otra es el consabido reciclaje de plásticos, negocio que los ayuntamientos delegan en subcontrata a empresas dedicadas a tal fin, pudiendo aumentar de este modo la cuota de recogida de basuras. Aún más obvio que lo anterior.
Pero si los plásticos se reciclan, ¿a dónde va a parar lo reciclado? pues obviamente a las empresas que fabrican productos basados en plástico. Cabe destacar que de lo que tiramos al contenedor amarillo, sólo se recicla un 6%, todo lo demás se acumula en los vertederos o es incinerado como combustible para producir energía, favoreciendo, aún más si cabe, la contaminación terrestre y atmosférica.
Pero ahora centrémonos en lo que nos concierne como clientes de la industria del sonido.
Cuando adquirimos un artículo que viene envasado en plástico transparente, nunca (o casi nunca) nos fijamos en las posibles indicaciones del envoltorio, sino sólo en lo que contiene. Seguro que esto está identificado como un efecto psíquico-visual, como cuando llevamos los cristales de las gafas sucios porque no los miramos, vemos a través de ellos (los que usamos gafas, claro).
Hace poco compré un producto de una conocidísima marca alemana de dispositivos de audio (no daré el nombre, dejaré que seáis un poco “Sherlock Holmes”), a la que incluso dediqué un hilo por un manual de instrucciones erróneo, precisamente de ese producto (¿más pistas?). Pues bien, el envoltorio transparente en el que venía, no tiene ninguna marca, ningún símbolo que me sugiera que ese envase es reciclable. Algo así como tres flechitas formando un triángulo, un numerito en el interior y unas letras que identifican el polímero.
En el aparato pone claramente “made in China”, y si ya vienen con el embalaje correspondiente, éste también tiene muchos números de ser de por allí.
De la misma forma que yo, los empleados de la cinta transportadora de la planta de reciclaje y que separan lo que no se identifica con los antedichos triangulitos, actuarán en consecuencia: dicho blister irá a la pila de lo que no se aprovecha, es decir, a formar parte de nuestro medio ambiente más próximo, el vertedero de basuras, en el cual se acumularán millones de envases que no cumplen normativa mundial alguna.
Este sólo es un ejemplo referido a los envoltorios pero, ¿qué decir de los elementos plásticos que forman los aparatos en sí?
Es evidente que esos símbolos no figuran en el exterior, pero… ¿y en su interior?
Pues corremos un riesgo grande de que tampoco. Porque aunque como seres consecuentes con el medio ambiente, lo llevemos a un punto verde y allí, una vez desguazado comprueban que no, ¿dónde lo depositan?¿formará parte de algo en el futuro?
Ya no entraré en las décadas que suponen la biodegradación de plásticos y su interacción con la naturaleza, ya que este tema da, por sí sólo, para un libro-tocho, tocho de los gordos.
Habrá quien diga: uff, yo ya no estaré vivo. Vale, tampoco yo. Pero lo estarán nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, que se cagarán en nuestra generación por la herencia que les habremos dejado.
Puede que suene a chantaje emocional pero la compra de productos no reciclables no es problema del que adquiere dicho producto, su eliminación a posteriori de su uso se convierte en un problema global.
Y vosotros... ¿que opináis?
Documento de Word base de este miniarticulillo creado martes, 09 de octubre de 2012, 14:51:27, reformado hoy.
Imagen: Blister no reciclable. Foto by e_mac.