El Gobierno se ha sacado algo como el Canon Digital pero para prensa en internet. Cualquier página que enlace contenidos de diarios online, tiene que pagar un canon por ello. Léase Google News, Menéame o, incluso, si les da por ello, Hispasonic por enlazar aquí noticias o artículos de otros medios. Y cuando hablo del Canon es porque lo han hecho igual que el Canon. Da igual que los contenidos que enlaces no sean de miembros adscritos a la AEDE, asociación que ha reclamado la existencia de este canon y a la que pertenecen los grandes (en tamaño) de la información, como El País, El Mundo, La Vanguardia, El Periódico, ABC, La Razón, etc, etc. Puedes enlazar a El Diario, que no está adscrito y no quiere el canon, o a Público, que lo mismo, y hay que pagarlo igual. Es como lo de los DVD's para piratear o para grabar el vídeo de tu boda, hay que pagar canon sí o sí.
En Alemania se intentó lo mismo, solo que sin canon. La respuesta de Google fue, a los medios quejicas, "pues vale, podéis quitaros de Google News si queréis". Cuando las visitas a sus webs bajaron una barbaridad, volvieron corriendo a Papá Google pidiendo entrar de nuevo en News sin recibir un duro a cambio. Pero aquí, con el canon, estos jetas cobrarán aunque nadie enlace a El País o El Mundo o los que he dicho ya antes, y como lo harán por tirada, aunque el grueso de los enlaces sean de diarios no adscritos a la AEDE y, por tanto, contrarios al canon del que no verán un euro, la pasta se irá al bolsillo de los grandes.
¿Y quién ha sido el artífice final de que esto suceda? Resulta que hasta el último momento, esa tasa estaba fuera del anteproyecto de ley que debía aprobarse en las Cortes, pero en esto que llegó Peggy Sáenz de Santamaría y lo metió doblado in extremis sin saberlo siquiera la mayoría de los que redactaron el anteproyecto. ¿Para qué? Está clarito, ¿no? ¿Para qué puede servir meter algo como el canon que favorece a los grandes medios de comunicación dándoles dinerito by the face? Biba la prensa libre.