Las únicas armas de defensa personal en España son estas:
El funcionamiento es sencillo y no requiere licencia ni registro:
1. Le entran unos rubios del este por la ventana mientras duerme.
2. Les sirve un café con unas pastas, cual buen anfitrión.
3. Habla con ellos con educación y cordialidad mientras se van turnando. Mientras uno registra el salón, el otro hace un kit-kat y se toma el cafelito.
4. Al finalizar la velada puede obsequiarles con unos buenos puros habanos para que se vayan contentos.
Pero vamos, que nunca se te ocurra meterle a uno un porrazo según asoma la cabeza por la ventana, no sea que te calquen una denuncia y acabes sentado en un banquillo por intento de homicidio, xenofobia y racismo mientras una activista pro-derechos humanos te saca una foto a la salida del juzgado y la cuelga en las redes sociales para que todo el mundo te conozca, maldito nazi hijo de puta. ¿Qué necesidad hay de pasar por todo esto cuando se puede arreglar el asunto con café?
El funcionamiento es sencillo y no requiere licencia ni registro:
1. Le entran unos rubios del este por la ventana mientras duerme.
2. Les sirve un café con unas pastas, cual buen anfitrión.
3. Habla con ellos con educación y cordialidad mientras se van turnando. Mientras uno registra el salón, el otro hace un kit-kat y se toma el cafelito.
4. Al finalizar la velada puede obsequiarles con unos buenos puros habanos para que se vayan contentos.
Pero vamos, que nunca se te ocurra meterle a uno un porrazo según asoma la cabeza por la ventana, no sea que te calquen una denuncia y acabes sentado en un banquillo por intento de homicidio, xenofobia y racismo mientras una activista pro-derechos humanos te saca una foto a la salida del juzgado y la cuelga en las redes sociales para que todo el mundo te conozca, maldito nazi hijo de puta. ¿Qué necesidad hay de pasar por todo esto cuando se puede arreglar el asunto con café?