Mira que hay lugares e instituciones en las que protestar... Eh?
No hay propuesta sin protesta ni postpuesta sin puesta (mientras no sea posta, lobera)
“El arte es la actividad que exalta y niega simultáneamente. “Ningún artista tolera la realidad”, dice Nietzsche. Eso es cierto, pero ningún artista puede prescindir de la realidad. La creación artística es una reivindicación de unidad y un rechazo al mundo. Pero rechaza el mundo por lo que le falta y en nombre de lo que a veces es. La rebelión se puede observar aquí en estado puro y en sus complejidades originales. Por lo tanto, el arte debería darnos una perspectiva final sobre el contenido de la rebelión”.
― Albert Camus, El rebelde
Una imaginaria pregunta a F. Nietzsche y su también imaginaria y consecuente respuesta:
P. Usted no ha sido ajeno al dolor y al sufrimiento, ¿no es así?
R. No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.
Quien ha sufrido profundamente, tiene una soberbia y un hastío intelectuales, y se siente impregnado y como coloreado por una estremecedora certeza: la de que, debido a su sufrimiento, sabe más de lo que pueden saber los más inteligentes y eruditos; la de estar familiarizado con muchos mundos lejanos y terribles en los que ha “habitado”, y que nadie más conoce. Esa soberbia intelectual y solemne del que sufre, ese orgullo de quien ha sido elegido por el sufrimiento, del “iniciado”, del que casi es una víctima propiciatoria, necesita todo tipo de disfraces para protegerse del contacto de manos importunas y compasivas, y, en general, de todo aquel que no le iguala en sufrimiento. El dolor profundo nos ennoblece y nos separa de los demás.