hubo una época en que me sentaba, con un amigo que ya no está, a escuchar ese trío de cumbo con vitale y lucho gonzalez (el mejor de los que vitale tuvo, a mi humilde criterio), y también alguno de urubamba. Nunca terminabamos de escuchar un tema entero: era a cada rato un pause y rebobinar de la casetera, para volver a repasar alguna parte, y el comentario emocionado: ¡escuchá lo que tocó!, y algunos de los insultos que usamos los argentinos cuando algo nos gusta mucho.
El huayno T, o la vuelta de los tachos, fueron bandera de un folklore que estaba naciendo: nuevo, adelantado a su tiempo, creativo, libre
Alrededor de los 90, cuando yo tenía alrededor de 18, escuchando urubamba empecé a intuir la existencia del contrapunto, escuchando estos músicos.
Qué lindo volver a encontrarme con esta música. Hoy saqué el casete y lo volví a escuchar. También anduve por los mp3 de jorge y me encantó ver que sigue siendo tan creativo y libre como siempre