Cooperativas de consumo responsable y cooperativas integrale

Las cooperativas de consumo responsable están constituidas por consumidores que se ponen de acuerdo para consumir lo más ecológica, responsable y éticamente posible, uniéndose para conseguir precios competitivos y de esta forma hacer accesibles los productos en relación a los ingresos de los usuarios. Se selecciona siempre a productores cuya actividad es lo más ética posible y en el caso de los alimentos se elige a los que siguen parámetros de producción ecológica y de comercio justo. Además, se prima el consumo de artículos producidos lo más cerca posible de la cooperativa, para minimizar el precio por transportes y disminuir la contaminación derivada de la actividad.

El mecanismo de acción de estas cooperativas elude los costes relacionados con transportes y beneficios de intermediarios que los consumidores que adquieren sus productos en centros convencionales tienen que soportar (el grueso de lo que finalmente se acaba pagando). Con esto se consigue beneficiar directamente al productor.

Las decisiones que se toman en estas cooperativas son asamblearias, horizontales y todo se decide por consenso, no existiendo el afán de lucro. Las forman consumidores que se unen para conseguir un bien común.

Un ejemplo de esta actividad es el de un grupo de personas que adquiere de forma conjunta el seguro de su coche y obtienen de esta manera un precio ajustado, además de elegir a una compañía de seguros que actúa con criterios lo más éticos posible.






Las cooperativas integrales son unas redes, que en muchos casos incluyen algunas cooperativas de consumo responsable y que ponen en contacto a productores y consumidores de una determinada zona, para que los segundos puedan adquirir los productos producidos por los primeros a un precio más bajo del que ofrecen los mercados tradicionales por esos mismos artículos y de la forma que se especifica en la definición de las cooperativas de consumo responsable (en busca del bien común).

A través de estas cooperativas no sólo se ofrecen y adquieren bienes de consumo sino también servicios; por ejemplo, una persona puede ofrecer clases de electrónica y a cambio recibir carne, u ofrecer fruta y a cambio recibir ayuda en cuestiones de mecánica, medicina, derecho, ingeniería...

Hay tres formas de métodos de intercambio comercial; dinero convencional, dinero social (propio de la cooperativa) y trueque.

Estas cooperativas ponen al alcance de sus asociados bienes de una calidad muy alta; en el caso concreto de los agropecuarios (lo más usual), los consumidores tienden a adquirir artículos en la línea de los que suelen recibir los restaurantes.

Algunos profesionales como médicos, abogados, ingenieros, están empezando a interesarse por estas asociaciones, porque el hecho de seguir ejerciendo sus profesiones en el entorno del sistema actual, ha empezado a superar los parámetros marcados por su código ético (sobretodo en el caso de médicos a los que se les está empezando a exigir que no atiendan a determinados pacientes).

La cooperativa integral más importante de España está en Cataluña https://cooperativa.ecoxarxes.cat/, y cuenta ya con unos 4.000 usuarios, y hay otra muy importante en la Comunidad de Madrid. Las hay ya en todas las comunidades.

Agradecen que uno se informe antes de ponerse en contacto con ellos y también que se haga.

Mensaje de bienvenida de la cooperativa integral de Cataluña:

https://cooperativa.ecoxarxes.cat/pg/dokuwiki/1594/doku.php?id=guia_cast2

Muy interesante las cooperativas, el comercio justo, ecologismo, ...

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http://www.arcuvieya.org/

L'ARCU LA VIEYA es un proyecto asambleario y autogestionado que durante más de una década lleva trabajando para fomentar el comercio justo y el consumo consciente, crítico y transformador. En la tienda que gestionamos, se intenta hacer posible una opción de consumo responsable con la venta de productos de alimentación, higiene, artesanía..., siendo éstos de comercio justo, locales y ecológicos.

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Comercio Justo es un movimiento que comenzó en los setenta en Europa. Con una crítica al sistema de relaciones internacionales y denunciando las injusticias del modelo comercial internacional, en un primer momento las organizaciones involucradas hacían un trabajo de vender aquí productos procedentes de países del Sur, con el fin de mejorar así sus condiciones de vida. Esta venta de productos se hacía sobretodo en mercados solidarios, conciertos... pero sin establecer aún canales estables de distribución. Fue en los ochenta, con la consolidación de las organizaciones importadoras y la aparición de numerosas tiendas de Comercio Justo cuando el movimiento empezó a crecer considerablemente. A la vez que el movimiento crece, cada vez se hace más visible las diferentes visiones existentes dentro de las organizaciones de comercio justo. Estas diferencias podrían marcar dos vertientes bien diferenciadas:

VISIÓN TRADICIONAL

Una sería la visión tradicional de Comercio Justo, que basándose en unos criterios en la producción ( garantizar unos salarios y unas condiciones de trabajo dignas, garantizar que no exista explotación infantil, respeto al medio ambiente, igualdad de género, el pago de una parte del precio por adelantado, destinar parte de los beneficios a las necesidades básicas de la comunidad, relaciones comerciales a largo plazo, entre otros.), entienden el Comercio Justo como una forma de mejorar las condiciones de vida de los productores del Sur, pero que sigue funcionando con las mismas reglas de mercado capitalistas. Desde esta perspectiva, se buscará el máximo beneficio, entendiendo que cuanto más se venda más se ayuda.

NUESTRA VISIÓN

Nosotros, en cambio, entendemos que el Comercio Justo ha de ser un movimiento anticapitalista, que trabaje por romper las relaciones de dependencia Norte- Sur. Sólo se puede conseguir esto trabajando por reconstruir los mercados locales, la transformación de los productos en origen y reduciendo al máximo los intermediarios que participan en los intercambios comerciales.

El Comercio Justo por el que trabajamos es un movimiento social que, a través de una práctica comercial, una labor de sensibilización y un trabajo de movilización social aspira a cambiar los actuales modelos de relaciones económicas y participar en la construcción de alternativas.

Me gusta mucho la nueva visión. Entre otras cosas porque vamos camino de que haya pequeños focos de tercermundismo en todos los lugares del mundo, así que centrarse sólo en las relaciones Norte-Sur va a ser limitado.