"Cuando a fines de los ochenta se destapó la epidemia del SIDA, el gobierno cubano tomó medidas sanitarias y políticas excepcionales. La intención obvia consistió en enfrentarla de manera agresiva y eficaz para reducir el daño a su mínima expresión posible y tratar a las víctimas con las medicinas e instrumentos tecnológicos más avanzados. Un especialista en el tema, el doctor Eliseo J. Pérez-Stable, opina que la respuesta de las autoridades fue única y consistió en desarrollar una campaña masiva y obligatoria para recolectar muestras de sangre de los ciudadanos a partir de los quince años de edad. La otra parte de dicha estrategia consistió en sacar fuera de la circulación a todas las personas infectadas con el virus en franca violación de sus derechos individuales. Las aislaron en la finca 'Los Cocos', cerca del pueblo Santiago de Las Vegas en La Habana.1 Por varios años el sitio fue, en una sola pieza, sanatorio y reclusorio.
Los derechos económico-sociales chocaron contra los derechos personales. La libertad individual de los pacientes fue sacrificada en aras de la atención médica y de la prevención epidemiológica. El estado se comportó como benefactor en materia de salud y como carcelero de los enfermos. La finca se convirtió en una alegoría de la sociedad general. Por ese motivo el libro de Miguel A. Fraga En un rincón cerca del cielo. Entrevistas y testimonios sobre el SIDA en Cuba (2008), constituye una demostración, como pocas, del comportamiento antitético de un tipo de estado que se erige en promotor y mecenas de ciertas políticas y en represor supremo de otras.2 Más que el testimonio personal de un paciente, es un acta literaria donde se reúnen las experiencias traumáticas de varios enfermos que no se quejan de los tratamientos médicos ni de la alimentación, excepcional en términos locales. A cambio, sí condenan con palabras fuertes, inequívocas y conmovedoras el encierro forzoso, la discriminación, la segregación, el ostracismo forzado, la homofobia y la negación de la libertad de elección. Por otro lado, sigue vigente la pregunta acerca de si el estado, para proteger a la población de una epidemia, tiene la potestad de anular por decreto la libertad de sus ciudadanos a nombre de la seguridad y a cambio del pan de la atención hospitalaria gratuita."
el entrecomillado ha sido extraido de:http://otrolunes.com/archivos/13/php/este-lunes/este-lunes-n13-a07-p01-2010.php
Desde el anio 2001 Cuba produce sus propios medicamentos genéricos contra el SIDA.Estos medicamentos (teniendo en cuenta su disponibilidad) se distribuyen gratuitamente a los afectados.Y eso es lo que suele decir nuestro gobierno.Pero la realidad es que en un intento
de cuidar al resto de la población cubana sana,el régimen castrista condenó a estos otros a vivir en "Cuarentena".
Los derechos económico-sociales chocaron contra los derechos personales. La libertad individual de los pacientes fue sacrificada en aras de la atención médica y de la prevención epidemiológica. El estado se comportó como benefactor en materia de salud y como carcelero de los enfermos. La finca se convirtió en una alegoría de la sociedad general. Por ese motivo el libro de Miguel A. Fraga En un rincón cerca del cielo. Entrevistas y testimonios sobre el SIDA en Cuba (2008), constituye una demostración, como pocas, del comportamiento antitético de un tipo de estado que se erige en promotor y mecenas de ciertas políticas y en represor supremo de otras.2 Más que el testimonio personal de un paciente, es un acta literaria donde se reúnen las experiencias traumáticas de varios enfermos que no se quejan de los tratamientos médicos ni de la alimentación, excepcional en términos locales. A cambio, sí condenan con palabras fuertes, inequívocas y conmovedoras el encierro forzoso, la discriminación, la segregación, el ostracismo forzado, la homofobia y la negación de la libertad de elección. Por otro lado, sigue vigente la pregunta acerca de si el estado, para proteger a la población de una epidemia, tiene la potestad de anular por decreto la libertad de sus ciudadanos a nombre de la seguridad y a cambio del pan de la atención hospitalaria gratuita."
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Desde el anio 2001 Cuba produce sus propios medicamentos genéricos contra el SIDA.Estos medicamentos (teniendo en cuenta su disponibilidad) se distribuyen gratuitamente a los afectados.Y eso es lo que suele decir nuestro gobierno.Pero la realidad es que en un intento
de cuidar al resto de la población cubana sana,el régimen castrista condenó a estos otros a vivir en "Cuarentena".