He escrito ya dos parrafadas y no las he publicado ... la verdad es que no estoy pa mucha guerra.
Voy a intentar puntualizar solo esto y ya está por mi parte.
Supongo que lo que el público nota es solo el resultado, no si has estudiado en Oxford o en la Universidad de Debajo el Puente (en adelante UDP) o si has tardado 20 años en hacer tu obra sudando sangre o se te ocurrió el día anterior mientras cagabas ...
... como ya dije debería haber un nivel de excelencia exigible en lo que exponemos, y más si pretendemos cobrar por ello, que requerirá un recorrido más o menos lógico para el autor de una sinfonía y sin embargo para el vocalista de un grupo punk pueda circunscribirse a la elegancia con que toque los huevos y se de hostias con los de la primera fila ...
... y cada caso sera necesario arroparlo con lo que haga falta para llegar a buen fin, pero sin talento no hay nada ...
... distinto es que los mercaderes del arte se hayan empleado a fondo en vender mierda hasta conseguirlo, pese a que desde su lógica empresarial es una evolución natural e intachable (la mierda es un recurso inagotable y facil de obtener). Rebajando el nivel de exigencia del mercado hasta conseguir coparlo de arribistas, chapuzas y infinidad de otras bazofias vergonzosas, ya sea cine, television, comics, música y arte en cualquiera de sus manifestaciones, entre otras muchas cosas.
Entiendo que desde esta perspectiva a los que aún tienen algo de paladar y algunos profesionales que se sientan relegados por la situación se puedan sentir indignados ...
... pero esto no tiene nada que ver con quien puede y no puede hacer algo a priori ... por mi ya hay bastante con los limites que ponen estos en su mayoría tenderos de la industria del detritus.
Podemos quejarnos del servicio o producto si lo consideramos deficiente, pero ir pidiendo carnets me huele a algo muy distinto como ya dije.
Ya más de una vez he expresado mi idea de la creación artística, mas allá de su circunscripción al mercado ... aquí no hay democracia, ni valores morales que valgan, ni retribución debida, ni esfuerzo reconocido, ni justicia exigida ... solo entrañas desparramadas.
Y aún riesgo de parecer demasiado solemne y pretencioso, me voy a permitir daros una ultima sentencia, consejo o advertencia, que os ofrezco de todo corazón y espero acepteis de buen grado.
Se han soltado las fieras del circo ... ¡corred insentatos!