10.- Nomenclator. Esclavos que eran usados como agendas y a veces como calculadoras para recordar cómo se llamaba la gente con la que sus amos se relacionaban, o las cantidades que se mencionaban en una charla, para que nadie se olvidara.
9.- Vendedor de esclavos. Capturaban a los supervivientes perdedores de las batallas para venderlos como esclavos, o bien «adoptaban» a los niños que los padres no querían para luego revenderlos.
8.- Ornatrix. Las peluqueras de la antigüedad, que a falta de la química moderna tenían que usar todo tipo de pontingues asquerosos y cabello natural cortado a las esclavas para hacer pelucas y postizos.
7.- Virgen vestal. Jóvenes que tenían que pasar treinta años al servicio de Vesta, la diosa de la familia, manteniendo el fuego sagrado. Pequeño problema: si durante ese tiempo dejaban de ser vírgenes, eran quemadas vivas.
6.- Dentista. Desagradable trabajo en un mundo en el que no existían los productos de higiene dental ni la anestesia.
5.- Productor de vino. Todo el rollo de la cosecha y la producción no estaba mal, pero tragaban tanto azucar y especialmente plomo (no se sabía que fuera peligroso) que su vida no era muy longeva que digamos.
4.- Praegustator. El probador del vino y la comida preparada para el emperador o dirigente de la época, que en ocasiones era sutilmente condimentada con veneno por sus enemigos, que no eran pocos. Ni que decir tiene que murieron más praegustadores que emperadores por esto.
3.- Remero de galeras. Como ejercicio para mantenerse en forma no estaba mal, pero la paga era únicamente la ración de comida diaria y la motivación a base de latigazos.
2.- Depilador de sobacos. Al parecer la carencia de desodorantes la suplían los deportistas de las épocas antiguas con esclavos que se dedicaban a la olorosa tarea de depilarles los sobacos «a mano».
1.- Delator. Ejemplificados por el mismísimo Judas, era el tipo de gente cuyo trabajo diario consistía en delatar a los vecinos, por ejemplo por no pagar sus impuestos. Además cobraban tanto si eran ciertas sus acusaciones como si no. Ratas. Soplones. Chivatos. Con el paso de los siglos, se han añadido más denominaciones, pero la esencia no ha cambiado mucho.
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9.- Vendedor de esclavos. Capturaban a los supervivientes perdedores de las batallas para venderlos como esclavos, o bien «adoptaban» a los niños que los padres no querían para luego revenderlos.
8.- Ornatrix. Las peluqueras de la antigüedad, que a falta de la química moderna tenían que usar todo tipo de pontingues asquerosos y cabello natural cortado a las esclavas para hacer pelucas y postizos.
7.- Virgen vestal. Jóvenes que tenían que pasar treinta años al servicio de Vesta, la diosa de la familia, manteniendo el fuego sagrado. Pequeño problema: si durante ese tiempo dejaban de ser vírgenes, eran quemadas vivas.
6.- Dentista. Desagradable trabajo en un mundo en el que no existían los productos de higiene dental ni la anestesia.
5.- Productor de vino. Todo el rollo de la cosecha y la producción no estaba mal, pero tragaban tanto azucar y especialmente plomo (no se sabía que fuera peligroso) que su vida no era muy longeva que digamos.
4.- Praegustator. El probador del vino y la comida preparada para el emperador o dirigente de la época, que en ocasiones era sutilmente condimentada con veneno por sus enemigos, que no eran pocos. Ni que decir tiene que murieron más praegustadores que emperadores por esto.
3.- Remero de galeras. Como ejercicio para mantenerse en forma no estaba mal, pero la paga era únicamente la ración de comida diaria y la motivación a base de latigazos.
2.- Depilador de sobacos. Al parecer la carencia de desodorantes la suplían los deportistas de las épocas antiguas con esclavos que se dedicaban a la olorosa tarea de depilarles los sobacos «a mano».
1.- Delator. Ejemplificados por el mismísimo Judas, era el tipo de gente cuyo trabajo diario consistía en delatar a los vecinos, por ejemplo por no pagar sus impuestos. Además cobraban tanto si eran ciertas sus acusaciones como si no. Ratas. Soplones. Chivatos. Con el paso de los siglos, se han añadido más denominaciones, pero la esencia no ha cambiado mucho.
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