Anoche estuve mirando The Walk, y aunque la película no me pareció nada del otro mundo, difícilmente voy a olvidar toda la parte que transcurre en lo más alto de las torres. El realismo de las escenas es tan bien logrado que despertó mi fobia a las alturas y durante toda esa parte tuve sudor frío y náuseas. No quiero imaginar lo que debe ser mirarla en Imax y en 3D.
Y claro, saber que fue un hecho real hace la experiencia incluso más escalofriante.
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