Una solución sin artificios es colocar los micrófonos lo más cerca posible de la fuente de sonido. Así es como se hace generalmente en las baterías, por ejemplo, aunque es inevitable el bleeding, que es como se llama a este efecto en inglés, queda mucho más disimulado al poder reducir la ganancia del micro, también se reduce esa contaminación.
En el caso de las percusiones, ayuda mucho una puerta de ruido (preferiblemente en mezcla) ajustada de manera crítica, es decir, con el threshold alto y el release muy corto. Sólo debería abrirse con los golpes y cerrarse inmediatamente.
El saxo, misma cosa, micro muy cerca de la campana (sin que toque, claro), ganancia media y si es necesario, en mezcla, puerta de ruido. Aquí hay que ser hábil e ir buscando el ajuste idóneo.
Lo del piano es más complicado, ya que para obtener un sonido natural los micrófonos no pueden estar demasiado cercanos, necesita aire y desaconsejo el uso de puertas en este caso y sí justifico el empleo de mamparas aislantes.
Saludos.