Además de las enormes virtudes cinematográficas y estéticas de ésta película, la reciente edición restaurada de la Friedrich Wilhelm Murnau Stiftung (distribuída en España por DIVISA), contiene una impresionante banda sonora que no es la original de Werner Richard Heymann y que no aparece acreditada (supongo que por problemas legales o por respeto).
La banda sonora pertenece en realidad a Timothy Brock, compositor norteamericano, y está interpretada por la Olympia Chamber Orchestra. Es música apabullante, semi-industrial, y con gran influencia de la electrónica clásica alemana, con ecos de Paul Schütze y la Electronic Body Music.
De verdad que es digna de interés y le da un carácter nuevo y diferente a la película.
Otras películas de la colección también han sido orquestadas por él. Algunas pueden encontrarse como bandas sonoras independientes de la película en el sello K Records.
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La banda sonora pertenece en realidad a Timothy Brock, compositor norteamericano, y está interpretada por la Olympia Chamber Orchestra. Es música apabullante, semi-industrial, y con gran influencia de la electrónica clásica alemana, con ecos de Paul Schütze y la Electronic Body Music.
De verdad que es digna de interés y le da un carácter nuevo y diferente a la película.
Otras películas de la colección también han sido orquestadas por él. Algunas pueden encontrarse como bandas sonoras independientes de la película en el sello K Records.
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