Es evidente que muchos de esos puestos verdes son necesarios, y tampoco pongo en duda el que cobren de nuestros dineros, como por ejemplo los basureros, el principal empleo verde del país. Pero hay otros muchos que ya mosquean bastante como los de consultoría ambiental, ingeniería ambiental y auditoría ambiental, solo mencionarlos ya nos cuestan una buena pasta.
Por no sé qué página del informe se frotan las manos pensando en los miles de empleos que se generarán cuando esos técnicos revisen todas la viviendas del país y redacten el correspondiente informe de adecuación energética y medioambiental que evidentemente pagaremos los paganos, porque los creyentes serán los que cobren.
En mi rápida lectura he entrevisto auténticas perlas que hacen que el esfuerzo haya merecido la pena, como descubrir los planes de futuro ecoeficiente que tienen preparados para ciertos oficios:
“Muchos trabajos existentes (especialmente los fontaneros, electricistas, los trabajadores del metal y los de la construcción) se transformarán y se redefinirán de acuerdo con los nuevos criterios de ecoeficiencia.”
Dado que en ningún lugar del informe nos informan sobre cuales serán esos nuevos criterios de ecoeficiencia de fontaneros, electricistas, albañiles y soldadores, me ha dado por pensar yo por mí mismo y he llegado a la conclusión de que deben prepararse para:
1.- Ir al trabajo y volver en un medio de transporte sostenible y ecoeficiente como las zapatillas o la bicicleta.
2.- En la tartera de la comida y del almuerzo deberán llevar alimentos ecológicos.
3.- Recibirán cursos de ecoeficiencia impartidos por consultores ecoeficientes expertos en ecoeficiencia.
4.- Los albañiles, sobre todo, deberán renovar su repertorio de piropos a mujeres viandantes por las proximidades de los andamios, redefiniéndolos y convirtiéndolos en piropos ecoeficientes medioambientalmente correctos. Eso exigirá nuevos cursos sobre piropos ecocorrectos que serán impartidos por ingenieros en lexicología ecoeficiente. Tampoco se trata de que vayan gritando “Estás más buena que un tomate ecológico cultivado con compost hecho con mi mejor basura”, sino de que refinen la cultura piropera y la adecúen a los nuevos retos medioambientales.
Como ejemplo de los nuevos piropos medioambientalmente correctos se me ocurre este “La belleza subyacente al remanente ecoeficiente de tu hermosura es el diferencial más precioso que uno puede contemplar”, o este otro “El día que la espiche, si me dan a elegir entre ir al cielo o ser abono para una maceta tuya, me quedo en tu maceta”, o este último “Eres la más maravillosa especia en peligro de extinción, una pizca de ti serviría para sazonar el resto de mi existencia”.
5.- Los fontaneros dejarán de utilizar el viejo soplete de gas pasando a utilizar los nuevos sopletes provistos con placas solares de interior.
6.- Los tacos propios de la profesión deberán ser ecoeficientes, por ejemplo, ya no se podrá decir “Me cagoentó lo que se menea”, lo correcto sería tacar diciendo “Me cagoentó lo que se menea sin energía renovable”.
Y hasta aquí llegan mis cavilaciones sobre el papel publicado por el OSE, aunque se me ocurre que el nombrecito no es muy ecoeficiente, deberían tal vez llamarlo Red de Observatorios de la Sostenibilidad Ambiental (ROSA).
Documentación.
Observatorio de la Sostenibilidad en España. Empleo verde en una economía sostenible.
Fuente: http://valdeperrillos.com/blogs/orel/fo ... gor-verdes