Generación perdida
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Generación perdida suena demasiado poético, personalmente, la denominaría como generación zombie porque así es como vamos acabar: Seremos igual que zombies arrastrándonos por las ciudades, sin futuro, ilusiones ni ideales en pos de un trozo de trabajo, de comida, de sanidad, de educación , temiendo la vejez, anhelando sin esperanzas obtener el paraíso que se nos mostrará a través de la televisión o la publicidad, babeando como hambrientos esqueléticos ante los escaparates del lujo en manos de unos pocos, que a su vez vivirán temerosos, escondidos, atrincherados de la muchedumbre
janfriboga escribió:Antes de eso se llegará a la revolución, ya sabes... pero hay que reconocer que se ha conseguido hacer de España un país de gordos, criminales, subvencionados, putas y volantineros.Generación perdida suena demasiado poético, personalmente, la denominaría como generación zombie porque así es como vamos acabar: Seremos igual que zombies arrastrándonos por las ciudades, sin futuro, ilusiones ni ideales en pos de un trozo de trabajo, de comida, de sanidad, de educación , temiendo la vejez, anhelando sin esperanzas obtener el paraíso que se nos mostrará a través de la televisión o la publicidad, babeando como hambrientos esqueléticos ante los escaparates del lujo en manos de unos pocos, que a su vez vivirán temerosos, escondidos, atrincherados de la muchedumbre
Puede que llegue el día de volver a ver la vieja tradición en España de los magnicidios...
undercore escribió:He crecido viendo la tele y programación para adultos; Informe Semanal, Línea900, Testimonio, En Portada, La Noche Temática, etc. etc... además de los programas "serios" y documentales de las emisoras autonómicas valenciana y catalana. Por lo que recuerdo haber visto, no solo era en Galicia donde se cebó la plaga de la heroina, aunque si es verdad que allí por ser lugar de entrada del material, es donde mas población acabó enganchada.pero la de la droga (supongo que la gallega, que sí que se llama generación perdida) fueron ellos solos
#8
yo recuerdo un docu (creo que fue en informe semanal) llamado así"generación perdida", que contaba con un puñado de gallegos supervivientes de esa generación, que jugaban un partido de fútbol sala y acaban ganadolo, lo que les daba cierta sensación de "triunfo", teniendo en cuenta lo que habían pasado.
yo recuerdo un docu (creo que fue en informe semanal) llamado así"generación perdida", que contaba con un puñado de gallegos supervivientes de esa generación, que jugaban un partido de fútbol sala y acaban ganadolo, lo que les daba cierta sensación de "triunfo", teniendo en cuenta lo que habían pasado.
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De esa generación jeringuera fue mi padre y se quedó por el camino. En un intento cuasi-desesperado por abandonar el sucio ambiente habitual que le rodeaba optó por buscarse un trabajo en otra ciudad para así intentar comenzar una nueva vida. A través de unos amigos encontró un buen trabajo en un bingo a razón de 220.000 pelas de finales de los 80 más extras y propinas (verídico). El problema fue la ciudad a la que tuvo que trasladarse: Vigo. En aquellos años esa ciudad era un hervidero de drogadicción con un acceso a las drogas acojonantemente fácil y en abundancia. No olvidemos que fue la época en la que las Rías Bajas y la Ría de Arosa eran El Corte Inglés del yonki. Pues imaginad a un "chaval" de 29 tacos con adicción al caballo y un sueldo de 220.000Pts en la puta ciudad del vicio. Fue su puntilla.
Aunque esto se vivió en toda España si que es cierto que por aquí arriba aún se acusan las consecuencias de aquellos años. En ciudades como Valladolid o Salamanca hace muchos años que no veo a los típicos yonkis colgados caminando por la calle, esos con su chándal de tactel rosa pidiendo pelas. Parece que con el paso del tiempo fueron palmando. Pues bien, fue poner el pie en Galicia y volver a verlos. En lugares como Villagarcía de Arosa o Cambados, que fueron el epicentro del tema, aún se puede ver a gente curtida que ronda los 50-60 tacos, deambulando por ahí en busca de no se sabe muy bien qué. Unos van hablando solos por la calle, otros "vigilan" los parkings públicos, etc. Se ve aún bastante fauna que viene del caballo pero que no ha palmado, quizás porque aquí la calidad de las drogas siempre fue mucho mayor: a menos intermediarios, menos corte. Si aquí se desembarcaba, poco porte podían llevar. Diferente podía ser cuando las sustancias llegaban a Madrid o Valencia. Sea como sea, toda esta fauna "extinguida" aún deambula moribunda por la zona. Impedidos física y mentalmente para trabajar en cualquier cosa, rechazados por la sociedad, parecen zombies salidos del pasado. La mayoría en los huesos, desaliñados y con el mismo look callejero de siempre. Una pena.
Aunque esto se vivió en toda España si que es cierto que por aquí arriba aún se acusan las consecuencias de aquellos años. En ciudades como Valladolid o Salamanca hace muchos años que no veo a los típicos yonkis colgados caminando por la calle, esos con su chándal de tactel rosa pidiendo pelas. Parece que con el paso del tiempo fueron palmando. Pues bien, fue poner el pie en Galicia y volver a verlos. En lugares como Villagarcía de Arosa o Cambados, que fueron el epicentro del tema, aún se puede ver a gente curtida que ronda los 50-60 tacos, deambulando por ahí en busca de no se sabe muy bien qué. Unos van hablando solos por la calle, otros "vigilan" los parkings públicos, etc. Se ve aún bastante fauna que viene del caballo pero que no ha palmado, quizás porque aquí la calidad de las drogas siempre fue mucho mayor: a menos intermediarios, menos corte. Si aquí se desembarcaba, poco porte podían llevar. Diferente podía ser cuando las sustancias llegaban a Madrid o Valencia. Sea como sea, toda esta fauna "extinguida" aún deambula moribunda por la zona. Impedidos física y mentalmente para trabajar en cualquier cosa, rechazados por la sociedad, parecen zombies salidos del pasado. La mayoría en los huesos, desaliñados y con el mismo look callejero de siempre. Una pena.
Marqués de Rabotieso escribió:Aunque esto se vivió en toda España si que es cierto que por aquí arriba aún se acusan las consecuencias de aquellos años
Hay algunos municipios en Valencia que tienen un escalón de edad donde deberían estar todos aquellos que murieron a causa de una sobredosis o de enfermedades derivadas de la adicción.
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Creo que en Valencia sufrísteis el empalme entre el caballo de los 80 y el pastilleo de los 90. No se que es peor, si que la gente palme con una jeringa en el brazo o que se queden atontados para toda la puta vida. Puede que las drogas de diseño no tengan la costumbre de matar a nadie pero a largo plazo las consecuencias son terribles. Recuerdo a un chaval de Salamanca, el típico fiestero de pegarle bastante a los caramelos, que actualmente necesita la ayuda de su madre para poder subir o bajar un bordillo. Recuerdo a una chica de mi barrio vallisoletano, funcionaria de la Junta y con varios títulos e idiomas en el cazo. Pastilleo, embolia y ciega de por vida. Recuerdo a un amigo del colegio, buen chaval. Otro que empezó con la pastillas y se quedó tarumba. La puntilla creo que se la dio una temporada que estuvo viviendo en una especie de comuna hippie en el campo. Desde hace años camina por las calles del barrio como un zombie, mirando hacia el suelo y acompañado de su perro. Es para lo único que sirve.
Otra zona que yo he visto castigadísima es el Valle del Jerte, Cáceres. Toqué varios años por allí y me daba la impresión de que el típico yonki de aparcamiento fue fabricado en serie en esa comarca. Terrible.
Pero lo peor está por venir, lo veo en mi hijastra de 14 años y no es una excepción. La percepción del mundo de las drogas está completamente distorsionada, no hay riesgos, "no pasa nada", cuanto más te metes más molas, etc. De mi generación con esa edad como mucho veías a alguien fumandose un porro y ya era un puto outsider. Ahora ya le han pegado a la coca -poco, que es cara-, consumen MDMA con asiduidad, etc. Además los precios de las drogas de diseño cayeron en picado. En mi adolescencia era imposible pillar una pastilla por menos de 2.000Pts pero diez años después, en una de esas noches en las que decides liarla, me cobraron solo 5€ y los efectos no fueron precisamente flojos. Como digo, lo peor está por venir.
DROGA GÜENA, YO CONTROLO. Etcétera.
Otra zona que yo he visto castigadísima es el Valle del Jerte, Cáceres. Toqué varios años por allí y me daba la impresión de que el típico yonki de aparcamiento fue fabricado en serie en esa comarca. Terrible.
Pero lo peor está por venir, lo veo en mi hijastra de 14 años y no es una excepción. La percepción del mundo de las drogas está completamente distorsionada, no hay riesgos, "no pasa nada", cuanto más te metes más molas, etc. De mi generación con esa edad como mucho veías a alguien fumandose un porro y ya era un puto outsider. Ahora ya le han pegado a la coca -poco, que es cara-, consumen MDMA con asiduidad, etc. Además los precios de las drogas de diseño cayeron en picado. En mi adolescencia era imposible pillar una pastilla por menos de 2.000Pts pero diez años después, en una de esas noches en las que decides liarla, me cobraron solo 5€ y los efectos no fueron precisamente flojos. Como digo, lo peor está por venir.
DROGA GÜENA, YO CONTROLO. Etcétera.
Marqués de Rabotieso escribió:De mi generación con esa edad como mucho veías a alguien fumandose un porro y ya era un puto outsider
Lo de Valencia es para hacérselo mirar. Salías un domingo por la mañana para llevar a los críos al campo o a la playa y no había autovía con restos de tres o cuatro accidentes graves. El caballo produjo, además de muchos adictos (y posteriores muertos) una avalancha de delincuencia e inseguridad como no se ha conocido nunca. Hubo incluso un imcipiente movimiento cinematográfico con películas que retrataban la manera en que jóvenes y críos campaban a sus anchas poniendo en jaque a la policía desde el universo marginal que produce la droga.
Luego llegó, como dices el pastilleo y la perversión de la industria del ocio con unas discotecas casi vanguardistas transformadas en ruta bakala con migraciones masivas de catetos de pueblos y otras capitales en busca de desconexión extrema.
Pero yo no sé a qué generación perteneces porque en la mía no recuerdo que hubieran porreros outsiders. Casi todos fumaban, bebían y buscaban trabajos temporales para poder comprar ácido el fin de semana. Por suerte no hubo yonkis en mi grupo, pero sí que fueron contemporáneos y alguno había por el barrio.
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