Los Hilos de la Marioneta escribió:
Pero me reafirmo en señalar la torpeza de no ver que al vecino musulmán del séptimo no lo puedes expulsar a ningún lado porque...es español. Si ha hecho algo ilegal: Ley y justicia.
Es que salvo algún majadero nadie habla de expulsar ni convertir a nadie. Se trata de reconocer que algunos tienen problemas de integración (la palabra maldita para el multiculturalista) probablemente alimentados por algunos de los bienpensantes que los acogen. Aquí tenemos libertad religiosa y de expresión, las mujeres y niños tienen derechos básicos que están por encima de la patria potestad. Es lo que hay. Cruz Roja estima que debe haber unas 17mil niñas en riesgo de ablación en España en estos momentos, haga números.
Te pongo un ejemplo, a mi no me gusta nada el futbol... pero en este país una mayoría disfruta con él, por lo que los demás "sufrimos" y "pagamos" las consecuencias. Es el problema de la democracia, garantiza unos derechos básicos a las minorías, pero la mayoría es quien gobierna. Así que da igual que yo sea más de voley femenino, me toca financiar el futbol y aguantar sus efectos secundarios. No me pueden prohibir que disfrute del voley femenino, pero tampoco puedo pretender que el tratamiento de tan noble deporte sea igual que el del futbol.
Los mismos teóricos del multiculturalismo reconocen el conflicto entre la definición de unos derechos básicos e inalienables y la preservación de los valores culturales propios:
Alguien escribió:
La integración, algo mas benigna que la asimilación, busca asimismo la supresión de los rasgos culturales diferenciales, aunque no directamente, sino mediante la extensión generalizada a todos los individuos de los mismos derechos civiles y politicos que disfruta la población mayoritaria de acogidal. La puesta en practica de la asimilación y de la integración (los dos modelos preferidos históricamente por los regimenes liberales para garantizar la cohesión social) implica, en último extremo, la eliminación paulatina y pacifica de las identidades de las minorias, pues ambos modelos tratan de negar, reducir 0, en el mejor de los casos, reconducir el pluralismo cultural. Para eludir estas implicaciones negativas resulta precise afiadir a este elenco otro tipo de actuaciones politicas mas respetuosas con las diferencias: justamente las que se agrupan bajo la rubrica de multiculturalismo.
José Alcina y María Calés (ed.): Hacia una ideología para el siglo XXI, Akal, Madrid, 2000,
http://digital.csic.es/bitstream/10261/10717/1/%2bMulticulturalismo%20-%20Akal%202000.pdf
Ojo, no comparto NADA la definición de integración de estos autores (lo que no es de extrañar conociendo la editorial), la integración no busca la supresión de los rasgos culturales diferenciales si no situarlos en la esfera que les corresponde. Tenemos una declaración de derechos, constitución, una legislación que nos permiten vivir nuestra cultura pero no que esa cultura se imponga a toda esta legislación que es exactamente lo que todos, del color que seamos, tenemos en común.
Por decirlo de algún modo, muchos de los elementos culturales diferenciales una vez pasados por el tamiz de la democracia occidental terminan por se elementos identitarios pero más cercanos al folklore que a otra cosa. Y eso hay doctrinas más o menos radicales que no lo toleran... por ejemplo el Opus Dei (por citar una forma de fundamentalismo religioso que no es mulsulmán).
Del mismo texto:
Alguien escribió:
Tampoco deberfa ignorarse que «el multiculturalismo populista tambien puede convertirse rapidamente en una forma de racismo inverso». Una politica centrada en la defensa del derecho a la diferencia corre ademas el riesgo de que bajo capa de igualdad en la diferenciación se perpetue 0 reinstaure la añeja desigualdad que tradicionalmente ha perjudicado a las minorías precisamente por ser diferentes.
...
Esto es, sin algun tipo de restriccion normativa basada en valores universales -como podría ser el respeto de los derechos humanos, objetos de un progresivo y esperanzador reconocimiento a escala practicamente planetaria- no hay manera de amparar coherentemente la asuncion polftica de la diversiclad cultural, pues, como afirma Savater con respecto al pluralismo moral, la propia opcion por la pluralidad excluye ya de entrada algun cierto tipo de morales, a saber: las que rehusan la coexistencia con las formas personales de realización.
Yo no rechazo a los norte-africanos, ni a los mulsulmanes... pero sí rechazo el salafismo y el wahabismo, porque simplemente es incompatible con el marco de derechos y libertades en el que se basa nuestro ordenamiento (el que compartimos todos aquí). Rechazo esas doctrinas como rechazo el nazismo o el fascismo y si me apuras el estalinismo.
Te cito el texto porque formaba parte de un curso que desarrollé no hace mucho. No me dedico exactamente a esto, pero digamos que sí tengo bastante información al respecto.
Los Hilos de la Marioneta escribió:
Oyes, y la directora esa... ¿Solo hace denuncia pública? Contrata a muchas mujeres en esa situación y lo trata con normalidad, ¿No?
Consultó con la dirección de la empresa que a su vez consultó con los servicios jurídicos y estos optaron por hacer la vista gorda, por no complicarse... ese es el problema. Hacer la vista gorda con actitudes que son delitos graves simplemente para no parecer racista.
Los Hilos de la Marioneta escribió:
El odio desde las mezquitas es algo que no se puede permitir, te doy toda la razón. Es sumamente difícil eliminar eso...limitar la libertad de expresión, o poner limites a un discurso x ... O enunciar que es odio y que no.
Es sorprendente la facilidad con la que se cierra la Librería Europa (que difunde panfletos nazis y seguramente bien cerrada está) y lo complicado que resulta llamar al orden al imam de turno... pero claro ser anti-fascista está bien visto, pero nadie quiere que lo tachen de xenófobo.