Creo que entiendo tu punto, Javiondo, y lo comparto relativamente. Es decir, a mí Pierre Schaeffer, Stockhausen o Boulez siempre me han parecido más interesantes como exploradores del sonido que conmovedora su música. A ver cómo tararea uno 'El martillo sin dueño', uffff... Tienen, con todo, un mérito increíble y han abierto un camino lleno de posibilidades, pues ya no se trabaja con notas, sino con frecuencias. La peculiaridad del sistema tonal es que están tan bien cohesionados sus elementos y tan bien establecidas las relaciones entre sus partes, que resulta muy fácil asmilar cómo funciona, incluso para quién no tiene ni idea de teoría musical. Por alguna razón, nuestro cerebro responde muy bien a ese sistema tan cerrado que es la tonalidad.
Asimilar otros sistemas es complicado, incluso aunque posean una estructuración monolítica. Si echamos un vistazo a las pautas del serialismo integral, no puede haber nada más rígidamente organizado, y, sin embargo, uno escucha el 'Modo de valores e intensidades' de Messiaen y se diferencia muy poco, al oído, de algo puramente aleatorio, mientras que sus bases no pueden ser más opuestas.
De todas formas, bien está que haya de todo. Voy a escuchar a Varése, que ese sí que fue un visionario.
Si algo nos ha enseñado la historia, es que eso de "como debe de ser" no existe. Cuántos supuestos que parecían irrevocables han caído como un castillo de naipes a lo largo de los siglos. Y no hablo sólo de la música. En cualquier ámbito pasa lo mismo. Decir que la música debe seguir un determinado patrón para ser válida es propugnar un dogma, y para mí un dogma es un insulto a la inteligencia. Ahora, no sé si Javiondo ha querido decir eso en algún momento. Me parece que mezcla teoría con apreciaciones muy subjetivas. Desde luego, Stravinsky era un grande; sabía lo que hacía, experimentó y nunca perdía de vista la melodía, en un sentido bastante tradicional del término, pero por otro lado eso de que ese tipo de música vaya a gustar siempre a niños y a viejos lo veo cogido por los pelos. Todo este legado de la música clásica se mantiene ahí porque hay gente que se toma la molestia de vigilar por su preservación haciendo grabaciones, escribiendo libros o cómo sea, pero desde luego no sobrevive porque a una mayoría le guste, por desgracia. Lo que normalmente llamamos música clásica a mí me parece hoy una pieza de museo que, salvo los 8 ó 10 compositores más ilustres, no sé yo si sobreviviría sin mecenazgo o apoyos estatales.
Ojo que no estoy cavando la tumba de la música clásica ni digo que me guste la situación en la que se halla, pero en serio... ¿Conocéis a mucha gente que le guste Stravinsky de fuera de vuestro círculo de amistades del conservatorio o entorno musical? Y eso que, como ya digo, él era uno de los grandes.
Nos estamos desviando del tema inicial y nos vamos de cabeza a la etnomusicología, pero no me importa, esto está muy interesante.
Ginastera: debí leer mejor los mensajes de Javiondo. Rectifico: entiendo su punto pero resulta dogmático por momentos.
En cuanto a lo de 'otras culturas', pues casi inconscientemente juzgamos 'lo otro' según nuestros parámetros, bien porque es la única herramienta de juicio que tenemos y estamos demasiado acostumbrados a ella, bien por etnocentrismo puro y duro y desprecio por lo ajeno.
Una vez estuve en un concierto de gamelán javanés y no fui capaz de apreciar cadencias o momentos de tensión-relajación. Me parecía, de hecho, todo bastante tenso, pero los intérpretes indonesios parecían llenos de calma y concentración. La verdad es que no sé si para ellos eso suena como algo tarareable, pero era música tradicional, desde luego.
Recuerdo también una entrevista a Leo Brouwer en la que decía que se había alejado de la música contemporánea porque apenas tiene momentos de reposo, que todo era tensión, tensión, tensión.