- Papá
- Dime cielo
- Vengo del parque
- ¿Ah sí? ¿Y te lo has pasado bien?
- Bueno...
- Huy, ¿qué ha pasado?
- Pues nada, que estaba jugando con dos amiguitas...
- Ah, qué bien
- ... y entonces ha venido un señor y me ha dicho si podía ir con él...
- ¿Eh? ¿Un señor?
- Sí, papi.
- Mira, cielo, tienes que saber que no has de sentirte mal por nada, tú no tienes culpa de lo que haya pasado, pero me lo tienes que decir, ¿vale?
- Sí, papi.
- ¿Y fuíste con el señor?
- Sí, papi, es que mis amiguitas se fueron a los columpios y me quedé sola con él y me dijo que nos fuéramos detrás de un árbol...
- ¿Y qué hiciste? Recuerda que no pasa nada, puedes contármelo, cielo.
- Pues fui allí con él y me dijo que me quitara los zapatos
- Mmm...
- Y luego que me desabrochara el vestido
- ...
- Y luego que me lo quitara
- ...
- Y ya está
- ¿Cómo, ya está? ¿No pasó nada más?
- No, papi
- ¡Pues invéntate algo, joder, que se me ha quedado la paja a medias!