Lo que se dice (yo no sé si es verdad), es que al toro bravo se le cuida muy bien. En cambio, a los animales de granja que nos comemos, se los tiene en unas condiciones penosas, hacinados en espacios muy reducidos.
Lo cierto es que no hay por donde coger esos argumentos pro-taurinos. Ok, se le cuida muy bien... y? Yo cuido de maravilla a mis animales y precisamente por eso no les clavo unas banderillas para dar espectáculo.