Y el Español inmigrante, el cateto con acento romo, ha sido justamente caricaturizado en Toda la América Española, el gachupín (de gachupa=boina en Méjico y en muchas ocasiones en países de Sudamérica. No es para ofenderse, responde a arquetipos, igual que se nos llama gallegos a todos los españoles, son acepciones imprecisas populares que no creo que los Españoles, aun siendo de Galicia, nos importen o hayamos querido reparar.
En Norteamérica, que como Antirae estará en contra de la academia, estará en contra de la geografía y, de primeras, puede que Méjico es Norteamérica:
En América del Sur:
http://www.20minutos.es/noticia/378874/0/chistes/gallegos/argentina/
Pero, ya digo, estas visones groseras, faltas de rigor (eso es grosería, que no
grocería) del español, aquí nadie las considera ofensivas ni desagradecidas, igual que era grosero y generalizador el término
sudaca que se forjó a finales de los 60 en España.
Es el chiste del arquetipo, sin más, yo creo que la esencia del humor argentino es otra: una mezcla de ingenio, de reírse de uno mismo y de atrevimiento, de desmesura. Esto último, la desmesura, lo groso, lo diferencia de otros países de su entorno geográfico e idiomático.