en Madrid no era la primera ni la segunda vez que estaba;
ni a lo grande ni a asomarse a vomitar era
como lo son hoy lo pequeño o hablar de ella.
Todos sabían que para dormir en su templo
no había que esperar ninguna diligencia o polvo de hada.
Rumbrun, rumbrón, corbran. lililón.
Todos sabían lo de su resumido aspecto
ya que nunca fue a presumir y nunca tuvo un trozo de nada.
Rumbrum, rumbrón, corbran, lililón.
Mi niña calva de seis pelos.
Mi niña calva de seis pelos.
Rumbrum, rumbrón, corbran, lililón.