Curiosa historia. Cuando me tocó hacer unas prácticas pedagógicas, como profe, sobre “diseño gráfico/dibujo técnico” me sorprendí gratamente al comprobar que uno de mis alumnos era uno de los componentes del mejor grupo de música electrónica que han pasado por mi cabeza y, además, nacidos en Salamanca, a los que admiraba y acudía a todos sus conciertos. Incluso llegué a vestirme acorde con su estilo. Por cierto, alumno ejemplar y con buenos valores humanos, allá por los años 90 cuando los valores humanos no estaban de moda. Para mi, todo un privilegio haber coincidido en tal circunstancia.
Salud y buena música.
Salud y buena música.