No, Klaus, que imaginaba que serías el primero (y no sería extraño que el único, vale Emilio igual se pasa al debate), esto no es dogma, ni afortunadamente se postula como tal; es una línea estimulante de catalogar conceptos, de renombrar y de repensar (y lamentablemente, para muchos, de pensar por primera vez).
¿Es que el marxismo o los sucesivos neoliberalismos mecanicistas no son cuestionables y endebles?, renombrar aspectos dados como inamobibles, hacer pasar las libertades, el individuo, incluso aspectos intocables (troncales para la identidad jurídica) como el sexo, me parece oportuno, estimulante, previsiblemente fecundo.
Sobre todo cuando hay un abandono generalizado del discurso filosófico en favor del alienamiento (y de la alienación), como se puede comprobar en estos foros( ni mejores ni peores; sin ir más lejos) la rancio y mimético, lo entregado al linchamiento de baja radiación del argumentario.
Alquilen que es capaz de convencer, de vivir su propia identidad y supuesto conflicto de forma apasionada y racional, experimentando, al margen de heroísmos mediáticos, seguramente más filtrantes que inclusivos, que roza tan dentro ya la agresión al orden establecido (sana costumbre perdida en la universidad), a la que no hay huevos de castigar por su especificidad y nivel argumental (es un debate en la universidad); pero que, insisto, mantiene una apariencia y práctica más que de rebeldía, de dinamitero/dinamitera, es actitud de yonki /camella de la testosterona envasada me parece una construcción fascinante, aunque fuera sólo una especie de personaje de ficción.
Y que no se casa con nadie, con nadie que no sea como parte de un debate teórico argumental, dejando en evidencia a progres ocasionales, a feministas memas y retardatarias y que amenacen al ser tenidas en consideración por juristas romos y socorridos a las libertades
Y que ni hablamos del conflicto (resuelto a medias y de forma velada) para la medicina, sobre todo en su vertiente social y jurídica.
Y que crea conceptos fascinantes, y alude no tan de soslayo a cuestiones para mi basales como la pornografia (auqnue la pacatería circundante aconseje medias disculpas por analizar el Play Boy).
Y que encima está interesada por la arquitectura y la forma.
Y que incorpora la comunicación contemporánea de forma decidida y consciente, extensa.
Y que, sin esforzarse, deja en la mierda la actitud continuista y culpista de la izquierda en lo tocante a ciertos individuos conscientes enculturados en la inmediatez ( me gustaría entra en profundidad a conocer lo que piensa esta filósofa de la brecha digital, del placer y la libertad en la era post digital, que me da que no sea ninguna inocente, ya se advierte, al hilo, lo que piensa y porqué se vale de lo post).
Casi no se había codificado y ésta tía empieza a elaborar código, código, y cóctel molotov revolucionario.
Si me conoces un poco, te puedes imaginar que no soy de esos que tienen un conflicto de identidad con su cierto (incluso ahora que estoy como un lechón), ni me planteo la sexualidad de otra forma que no sea subversión, divertimento y disparate, como todo en mí. Tampoco le concedo más protagonismo al asunto que lo que aconsejan mis biorritmos y mis dedicaciones.
Pero, fíjate que aun habiendo hecho en mi vida lo que me ha dado la gana a unos límites poco habituales, he tenido mis conflictos y los sigo teniendo, y mis incomodidades; pero tampoco es esto lo que me hace interesarme por este discursos, es idea de movimiento (de internacional) aun sobre algo relativamente endeble, es lo más fascinante.
No se si tendré la suerte de conocer a esta pensadora, no temo ser rechazado por heterosexual conmiserado; pues no lo soy, sobre todo lo segundo; pero tampoco por ser tan gamberro, es como si hubiera encontrado (aun sintiendo cierta incomodidad por el ismo femenino, con el que tampoco soy condescendiente y me molesta -y amena- a menudo) la horma de mi zapato (o de uno de mis posibles zapatos).
Claro que es cuestionable; pero no tanto desde la filosofía o sus hijas espúreas sociales; desde el dogma 8al que creo que no rindes pleitesía).
Así que te invito a que tomemos estrógenos, lo mismo hacemos manitas.