Aquí se han tratado varios temas... lo dificil es tratarlos separadamente, porque están muy, muy relacionados.
Para empezar... si la música en directo ya no interesa. Aquí nos encontramos con 2 problemas:
1) La inversión que tiene que realizar el grupo.
2) Que esa música se consuma.
En el primer caso, y a pesar de que muchos productos son mucho más baratos ahora, hay que realizar una inversión millonaria para hacerse con un equipo decente (entre guitarras, micros, teclados, baterías, soportes, cables, mesa de mezclas, previos, cajas de inyección, puente de luces), si quieres hacer algo decente y que te contraten para tocar en las fiestas de un pueblo de 200 hab.
En el segundo caso, falta que esa música se consuma... Estamos ante un panorama poco favorable... mucha música barata, muy comercial, de masas, de producción rápida y en cadena... esto último ya sabéis porqué, ¿os acordáis de "María" y "La Copa de la Vida" de Ricki? (joder, parece que esté llamando a mi perro). Pues bien, ambas son iguales, idénticas... Y este tipo de música es ideal para las discos móviles, que cuesta 5 min montarlas, y que son mucho más baratas que contratar un grupo que toque en directo.
Pero en fin, supongamos que sí nos contratan. Lo que nos van a pagar no está nada mal en algunos casos, pero... ¿volverán a hacerlo en otra ocasión? Me refiero a... ¿es la música de nuestro grupo lo que la gente busca? ¿Vale para deleitar sus noches de pedo y juguesca?
Vamos, que hay infinitos factores que influyen, en un caso para que la gente no se decida a montar un grupo, y en otro caso, para que no se decidan a contratarlo.
Por otro lado se ha comentado que a pesar de los puteos, los gastos y demás, hacer música es satisfactorio... Cierto, de hecho es lo que han hecho siempre los grandes compositores... Muchos de ellos fueron unos incomprendidos en su época, por ejemplo, eran más escuchados Salieri o Spohr que Mozart o Beethoven... incluso Mozart y seguidores ensombrecieron la figura de un gran operista valenciano, para evitar que quitara protagonismo al mismísimo Mozart, un músico español que estudió en Salzburgo, un tal Cano (creo), del que nada se sabe (y puede que ni se sepa).
Actualmente pasa lo mismo, y quizás de aquí a unos años, ciertas discográficas se forren los bolsillos sacando maquetas de esas que se envían y que en principio pasan de ellas... pero que ahí quedan... y saldrán a la luz cuando sus autores quizás ni vivan. No sé tíos, a lo mejor le ponen estilo y todo a esas creaciones, englobándolas en una nueva tendencia llamada Resurrection, juasjuasjuas.
Resumen: esto de la música es una casa de putas. Triunfa el más guapo y el que mejor se vende. Pero yo no busco fama, solo estar bien con lo que hago, como un hobbie, y con que tenga el reconocimiento de unos pocos, me sobra.