Ayer me escribió un privado Woodman, sin más intención que reforzar esa idea difusa que lancé de poder hacer un libro, a él le emplazo para que testifique que, desde el primer momento, yo asocié semejante empresa con Hispasonic, sin más reflexión que la pura afinidad y el alineamiento con la página en la que ha sido producidos.
Te aclaro, no obstante, que para lo bueno y para lo malo, el autor de los post míos es el nada oculto Carmelo Peciña Ruiz; yo, que soy ese, soy el autor material, el responsable jurídico y el autor intelectual. Otra cosa es que Hispasonic, como medio y como sitio, se reserve el derecho de uso de todo lo publicado por cada uno de nosotros; pero ni suplanta la autoría intelectual ni, en absoluto, creo que su finalidad sea nutrir una futura editorial con nuestros pensamientos y expresiones.
Duermo tranquilo por esto.
Y, expresada mi tranquilidad con el propietario de esta Web, también hago esta reflexión: no hemos descubierto la piedra filosofal.
Nadie es, realmente, la hostia en este mundo, ni Jobs, ni infoJobs, ni Yisascraist.