No, me encanta, me encanta negar, quitar la razón, tampoco me importa darla y la palabra de la negación es redonda, intemporal, sin género, ni número.
Nena, falda, braga, alma, sol, ven, mamá, coño, coche, viola, casa, tierra, mar, cielo, cine y muchas abrevaituras, apócopes y similares como bici, boli, papi...
Compara con perifrástico, esdrújulo, hipotálamo; o, saliéndonos de las esdrújulas, acontecimiento, concatenación, asambleario, halitosis (y la mayoría de las que se usan para la anatomía, fisiología y patologías de los seres vivos) casi todas largas, rimbombantes, costosos de decir y más de escribir.
En un término medio se quedarían lujuria, equilibrio, revolución, catarsis, algarada, reaparación, poesía, saber, filosofar
Proscritas por feas de solemnidad recepción, alcahueta, potorro, sobaco, aparcamiento, chalet, travestí.
En el límite de lo admisible: literatura, filosofía, termodinámica (y muchas de las científicas).
Polla, en mi universo de palabras queda como mejor que picha por poco y, dse luego que por delante de pene o rabo.