Os dejo aquí este interesante artículo donde describe los errores que cometemos al tratar la masterización como un proceso de energía a nuestra mezcla y los peligros que tiene, tanto para la propia mezcla como para el oyente. El lema que rezaban muchos discos de vinilo "PLAY THIS MUSIC LOUDER" tal vez debería volver a formar parte de la maquetación de muchas contraportadas; evidente es que está hiendo en detrimento de la calidad sonora la más que cuestionable guerra del volumen a la que nos someten nuestros clientes y muchas veces nosotros mismos pretendiendo igualar a tal productor o aquel disco, y la muy mal entendida "calidad" que ofrecen algunos estudios/productores/compañías por pretender que "sonar más" es sonar mejor. Lo único que se consigue es distorsión y más distorsión. Y no hablamos de una cremosa válvula Telefunken o un bus master de SSL "apretadito".... hablamos de distorsión digital, de conversores y limitadores a todo trapo cargándose nuestro curro.....
http://www.chicagomasteringservice.com/loudness.html
Creo que por suerte hay una clara corriente en contra de la maximazación por que sí. ¡¡Yo desde luego apuesto por lo contrario!!
¿Toda esta guerra es por no subir el volumen del reproductor?
Un saludo y espero que os guste el artículo!!