éste y otros artículos enlazados hablando sobre el origen del precio del CD y las políticas de monopolio de las discográficas.
Como cliente, no me explicaba el desorbitado precio de un CD, que tiene más cánones que la integral de Bach, un I.V.A. de artículo de lujo (la música sólo es cultura cuando atentamos contra la industria que la soporta), y un coste de risa comparado con el vinilo.
Ahora me entero (un poco tarde, ya lo sé) en el artículo linkeado arriba que el precio del CD es consecuencia del veto al soporte anterior, y del elevado coste inicial cuando éste y su reproductor estaban aún en desarrolo y lanzamiento.
Pues bien. Los señores de las discográficas engañaron a la primera generación de artistas del CD pagando el mismo royalty por un CD de 17$ que por un vinilo de 9$, es decir que el porcentaje al autor se redujo a la mitad al cobrar lo mismo por algo que costaba el doble. Cuando los costes de fabricación del CD se redujeron en extremo a medida que aumentaba la producción, las discográficas se callaron la boquita y callaron boquitas de la prensa musical (patrocinada por las mismas discográficas). Yo no estoy muy convencido de la contradicción del término "propiedad intelectual", inventado más para equiparar la venta de ideas o información a la de mercancía (que le vamos a hacer, el mundo funciona así), que para definir un concepto de propiedad física (el CD). Y veo en la labor de las sociedades de artistas la buena intención de proporcionar al creador una remuneración de su tiempo de trabajo. Lo que pasa es que se equivocaron de piratas. Las discográficas son las que asfixian al artista con sus contratos. Yo quiero que mi sociedad de autores (la utópica, me temo) proteja mi creación de los productores, no de los clientes. Yo quiero que cobre al que fabrica un CD por 50 céntimos y lo vende por 19 una parte más provechosa para mí y mejor repartida en general. Obviamente, visto el rumbo de los hábitos de consumo musical, lo que espero que reparta sea (por poner un ejemplo) la mitad de 5 o 6€, que es un precio competitivo y que garantiza mayor difusión. Como consumidor de música, yo estaría más que orgulloso de saber que pago al artista más que a la panda de ladrones que le da a él entre 8 y 15% de las ventas.
Acabo de leer
Como cliente, no me explicaba el desorbitado precio de un CD, que tiene más cánones que la integral de Bach, un I.V.A. de artículo de lujo (la música sólo es cultura cuando atentamos contra la industria que la soporta), y un coste de risa comparado con el vinilo.
Ahora me entero (un poco tarde, ya lo sé) en el artículo linkeado arriba que el precio del CD es consecuencia del veto al soporte anterior, y del elevado coste inicial cuando éste y su reproductor estaban aún en desarrolo y lanzamiento.
Pues bien. Los señores de las discográficas engañaron a la primera generación de artistas del CD pagando el mismo royalty por un CD de 17$ que por un vinilo de 9$, es decir que el porcentaje al autor se redujo a la mitad al cobrar lo mismo por algo que costaba el doble. Cuando los costes de fabricación del CD se redujeron en extremo a medida que aumentaba la producción, las discográficas se callaron la boquita y callaron boquitas de la prensa musical (patrocinada por las mismas discográficas). Yo no estoy muy convencido de la contradicción del término "propiedad intelectual", inventado más para equiparar la venta de ideas o información a la de mercancía (que le vamos a hacer, el mundo funciona así), que para definir un concepto de propiedad física (el CD). Y veo en la labor de las sociedades de artistas la buena intención de proporcionar al creador una remuneración de su tiempo de trabajo. Lo que pasa es que se equivocaron de piratas. Las discográficas son las que asfixian al artista con sus contratos. Yo quiero que mi sociedad de autores (la utópica, me temo) proteja mi creación de los productores, no de los clientes. Yo quiero que cobre al que fabrica un CD por 50 céntimos y lo vende por 19 una parte más provechosa para mí y mejor repartida en general. Obviamente, visto el rumbo de los hábitos de consumo musical, lo que espero que reparta sea (por poner un ejemplo) la mitad de 5 o 6€, que es un precio competitivo y que garantiza mayor difusión. Como consumidor de música, yo estaría más que orgulloso de saber que pago al artista más que a la panda de ladrones que le da a él entre 8 y 15% de las ventas.