arco escribió:
Los beneficios de un país los da la industria. Date un garbeo por el Ruhr. El turismo, la f1 y demás beneficia a tres, pero a los españoles no.
Yo matizaría un poco lo que dices. El problema de España es que falta una estructura empresarial sólida, que sí tienen los alemanes.
Pero el turismo es una industria igualmente, aunque en algunas zonas sea de temporada. De hecho es probablemente la industria más importante que tenemos, de hecho supone como el 15,2% del PIB que es una salvajada. Para que hagas una comparación, aunque también somos de los mayores fabricantes de coches (lo somos) el automóvil es el 10% del PIB.
Otra cosa son las malas prácticas empresariales, el cortoplacismo y el pelotazo... pero eso no es propio del turismo, se extiende a casi todas las industrias españolas.
Es en realidad un pez que se muerde la cola, no tenemos innovación y por ello no tenemos industrias competitivas (competimos en precio y eso hace que los márgenes sean ridículos, lo que al final se traslada a los salarios). Al no tener competitividad toda la que tenemos es vía salarios y precariedad. Lo que a su vez mata la innovación... o no. ¿Porqué no innovamos?, ¿por culpa de Unamuno?.
Respecto a financiar con fondos públicos eventos y chiringuitos varios... yo estoy por votar que no. Pero no ya la F1, tampoco financiaría la ópera, ni en realidad nada. Tampoco la investigación o el I+D.
Otro de los problemas en España es que la investigación es lamentable, es básicamente funcionarial. Se investiga mucho pero se inventa apenas nada. Casi nada de lo que producen las universidades llega al mercado. Tenemos una I+D que publica un sinfin de estudios y artículos irrelevantes (salvo contadas excepciones) simplemente porque esto forma parte del proceso de consolidación de empleo en la universidad, o porque justifica la existencia de Institutos Tecnológicos. Pero seamos serios , no somos vanguardia en prácticamente nada y nada de lo que inventamos se convierte en productos o servicios que generen riqueza y empleo. La pregunta es, ¿vale la pena seguir metiendo pasta en ese modelo o sería mejor cambiar el modelo?.
Pero no te creas, tampoco creo en los incentivos al empleo, o a cualquier iniciativa empresarial. ¿Con qué criterio le das dinero público a una empresa y a otra no?. Al final aquí siempre es lo mismo, todas las subvenciones van a "resultados extraordinarios", esto es, a beneficios, al bolsillo de unos cuantos. De hecho hay toda una industria alrededor de la obtención de subvenciones.
Así que el turismo, con todo lo cutre que te pueda parecer, tampoco es el peor de los sectores. Y nuestra industria es igual de cutre que nuestro turismo, en ausencia de competitividad (que sólo llega con I+D+I "de verdad", de la que llega al mercado) no hay otra vía de beneficios que no sea la explotación del currito.
Al final todo se reduce a un problema de oferta y demanda. Si tuviesemos industrias que produjesen innovaciones tecnológicas, o incluso de marketing (no hace falta inventar tecnología, también sirven modelos de negocio) y con ello pudiesen fijar precios, tendríamos un crecimiento sostenido de empleo y en consecuencia de salarios. Nuevamente la oferta y la demanda.
Y no es que sea un problema de nuestras grandes empresas, o siquiera de las PYMES... es un problema social grave. No innovamos en nada... en tu calle puede haber 5 bares... todos ellos ofreciendo el mismo café de mierda, los mismos bocadillos y poco más. Todos iguales. Si cada uno de esos bares se especializase, tuviese un producto de calidad contrastada diferenciado... tu propensión al consumo cada vez que bajases a la calle aumentaría, porque habría aumentado objetivamente la oferta. Multiplica eso por la enorme cantidad de bares que hay en España (unos 280mil) y supondría un aumento real del PIB.
La mitad de los que se quedan en paro con un buen despido se montan un bar. Pero en realidad no saben nada de hostelería, quizás porque la ven como tú, un negocio cutre.
Pero la falta de innovación está en todos los negocios, en todos esos comercios minoristas, verdulerías y fruterías, panaderías y pastelerías, carnicerías, etc... que están cerrando frente a la presión de las grandes superficies. En parte por una obvia competencia desleal de esas superficies facilitada por nuestros amados gobernantes, pero también en parte por una falta de innovación, calidad y competitividad.
Y así nos va.