El futuro de la prostitución y el turismo sexual son las muñecas robots, no se trata de un sueó de ciencia ficción sino de las conclusiones de dos investigadores australianos.
En su informe publicado ‘Robots, hombres y turismo sexual’, Ian Yerman y Michelle Mars, investigadores de la Universidad de Victoria en Australia, aseguran que “para el 2050 los robots sexuales se convertirán en los principales protagonistas del sexo”.
Esta afirmación es compartida por Douglas Hines, fundador de True Companion LLC, la primera empresa que fabrica robots sexuales, quien indica que está creciendo la popularidad de “los amantes robots”.
“Desde que hemos lanzado nuestro primer producto (…) el interés de las personas por su uso se ha incrementado drásticamente en Estados Unidos y en el extranjero”, dice.
En términos sociales, los robots sexuales ayudarían a acabar con la esclavitud sexual y la trata de menores de edad, afirma el empresario, quien sostiene que “las mujeres menores de edad son explotadas para satisfacer los deseos de otros, mientras que con los robots no se explota a nadie”.
En declaraciones recogidas por el periódico australiano The Dominion Post, los investigadores señalaron también que con estas “parejas” no habría problemas de enfermedades. “El sexo con robots es más seguro, libre de limitaciones y precauciones”. Además los robots están hechos de “un material resistente a las bacterias para disminuir aún más la probabilidad de enfermedades sexuales e infecciones”.
Sin embargo, hay también quienes opinan que la prostitución con muñecas sexuales robots está destinada a fracasar, porque “los robots no serán capaces de satisfacer por completo”. “La mayor parte de la experiencia sexual es la interacción con una mujer. El hombre quiere contar sus historias, quiere que se le escuche, quiere que actúe como ella desee, un robot no va a poder hacer eso”, afirmó Dennis Hof, propietario de uno de los prostíbulos más famosos de EE. UU.