y volviendo al tema.
En plena época de moviles, certificados digitales de la agencia tributaria y demás moderneces.... ¿10 leuros por una tarjeta de plástico que no lleva ni foto, ni chip ni nada ? hay que ser ladrón.
Hay que tener en cuenta que una parte sería
para cubrir los gastos
de los regalos de la gestión, de la parte de la concesión.
¿O fue por concurso?
Efectivamente, (a Ups y Naray)
Antes se me ocurrió que no estaría tan mal tener que aprender castellano, catalán, gallego, euskera, ingles y un par de lenguas muertas, si luego en vez de valorar el curruculum y los conocimientos valoraran las aptitudes y capacidades para trabajar.
Con esto lo mismo: carnet de indentidad, de conducir, de sanidad, pasaporte, tarjetas bancarias... Ahorrariamos millones teniendo una sola.
Ya sé que es mejor usar la cabeza que el músculo, pero mientras tanto ... qué me quede como estoy.
#39
Calla calla, que yo les metía fuego, empezando por Cubillo. Vaya sarta de tonterías que dice esa gente.
Durante los noventa y luego en los primeros años de este siglo, no dejaba de maravillarme la alegría con la que se gastaban los dineros de la administración y el fantástico barullo en el que se movía la misma administración pública (con ele), cuando, a mediados de esa última década de los noventa, el cincuenta por ciento del dinero todavía no pasaba por sus arcas. Eso si, llegaban las ayudas de Europa y la economía crecía y crecía.
Luego lo que llegó fue la crisis y con ella el conocimiento de que lo más difícil es regular el consumo y los impuestos (valga aquí la constante subida del precio del tabaco como botón de muestra) en una economía globalizadora y tan injusta con los países pobres. Hace unos años leí que el treinta por ciento de lo que consumen los países ricos, lo producían, lo seguirán produciendo, países pobres.
Creo que si no hay un remedio claro es porque seguimos en una dinámica parecida solo que ahora el país se ha convertido en el "continente" y el contenido es el envejecimiento de la población y la emigración. Mientras, los países pobres siguen alegrándonos la vida, en un paisaje con guerras más o menos santas como telón de fondo.
Que unas cuantas personas de los veintitrés millones de españoles que, según alguna encuesta, viven al borde de la precariedad, se tengan que fastidiar para tener el carnet ese, es solo un ejemplo de las evanescentes alturas en las que se mueve la administración, a su propio pesar. El equilibrio entre gastos e ingresos hay que lograrlo a partir de una mínima satisfacción general, si no siempre será a expensas de terceros. No se trata de hacer músculo (si a caso el de activar la franja sacro coxígea) si no de conseguir un mínimo de equilibrio entre tanto barullo, como para poder pensar y tener presentes nuestros sentimientos.
La buena noticia es que ya está bastante claro que no va a quedar nadie con quien competir que no sea con nosotros mismos.
Y la mala es que no vamos a quedar ni nosotros mismos
No sé, ¿habrá extraterrestres? Cuando lo de "La Guerra de los Mundos" mucha gente se creyó lo que decía la radio. De eso solo hace unos pocos años pero ahora algo así es del todo impensable. Puede ser lo que dices y también lo contrario. Basta con que nos demos cuenta de esa posibilidad, aunque solo sea para los que vengan despues.
Hombre, lo de que quedarse, entiéndase como un decir.
A lo mejor nos quedamos con nosotros mismos.