De esta forma, si alguien quiere asegurarse de que va a tener una calidad de vida aceptable, debería buscar el modo de no depender del sistema establecido. Lo contrario, en caso de que uno pertenezca al 99% de la población que no forma parte de dichas clases dominantes, es como vivir encima de un castillo de naipes, independientemente de que a día de hoy pueda disponer de una fuente de ingresos.
Para ello, hay una serie de estrategias que se pueden seguir, como irse a vivir a una zona rural (o poder ir eventualmente), en caso de que sea posible, para que se pueda disponer de una fuente de agua potable y comida propia, o tratar de emanciparse del sistema desde un punto de vista energético (adquiriendo o produciendo dispositivos que generan energía a través de fuentes inagotables), o aprendiendo a producir o a arreglar electrodomésticos y maquinaria...
Aparte, hay una serie de movimientos, asociaciones y cooperativas, que agrupan a personas para que puedan disfrutar de una calidad de vida lo más alta posible, dependiendo sólo lo imprescindible del sistema establecido; cooperativas de consumo responsable, cooperativas integrales, asociaciones que buscan el bien común, cooperativas que comparten recursos...