La idea es tan simple que asusta; una mundo, una sociedad, un país que se rige sin un sistema de partidos.
Pero, ya oigo decir, ¡eso es imposible, y además, no puede ser!
Llevamos tanto tiempo con este sistema miserable, que ya no podemos vivir sin él, como un matrimonio que se aguanta los desplantes, las mentiras, los abusos del otro, y que a la hora de afrontar el verdadero cambio, se rajan. Es mejor vivir con este miedo amigo que sólo y sin esperanza.
Vaya, traigo buenas noticias.
Ye hemos dicho que no hay partidos políticos, que dónde se sitúe la gente ideológicamente es irrelevante.
Imagina que escogemos a los mejores entre toda la población, los que incluso tengan cierta vocación. Ellos son gestores y organizadores. Nada de ideología...¿ya lo dije?
El estado sería una infraestructura modesta, sobre todo comparándola con lo que ahora tenemos, un emporio en expansión que pronto será la mitad de los puestos de trabajo de todo el país. Y piensa que la otra mitad debe pagar el juego.
Y los ministerios indispensables. A saber:
- Educación
- Sanidad
- Infraestructuras
- Justicia
- Empleo
- Defensa
- Interior
No soy un experto, pero buscaría un cierto minimalismo.
En lo económico no me importaría que siguiésemos siendo de signo capitalista, aunque habría que ver qué pasa con los imperios económicos. Me da nosequé cuando veo que son los capitales monstruosos los que dirigen al mundo. Insisto sobre la IA y el control.
No me desagrada, a falta de algo mejor, lo que hemos tenido hasta ahora, gente que crea negocios, tiene ideas y las lleva a cabo, pequeñas y medianas empresas, trabajos y productos de calidad, nuestras vacaciones, nuestra familia y amigos...
Y en lo social no me importaría que fuésemos comunistas, dónde hubiese un sistema que cubriese todo lo que queda fuera de lo económico; quizás hablo de un sistema de ayuda (enseres, espacios, culturas) que nos ligara a los humanos en un proyecto común, una dirección que trascienda los puros intereses financieros. Creo que me estoy explicando como el culo; espero que hagáis parte del trabajo de imaginar.
Nos quitamos de encima el drama cotidiano de luchar contra nosotros mismos, contra mentiras calculadas, contra la incapacidad y la brutalidad, la hipocresía, el bando contrario, el señalamiento, la censura, el puro enfrentamiento.
A las preguntas de cómo se lleva a cabo esto, sólo quiero pensar en el cambio que supuso pasar de la dictadura a la democracia. Pues eso.
Ahora bien, se solía decir que con Franco se vivía mal, pero contra Franco se vivía mejor. Era una metáfora para decir que hay gente que necesita una oposición para funcionar. Pero en mi cabeza suena espectacular: vivir sin enemigos, sin rojos ni fachas, sin división, sin vasallaje, sin deber nada a la ideología.
Por mi parte, estoy más que encantado de que NO seamos iguales, que cada ser humano sea único, que no tengamos que hablar de mujeres, hombres, negros, blancos, homosexuales, bisexuales, binarios, gordos y flacos... Te lo digo otra vez, hacer hincapié en lo que nos diferencia no hace más que agrandar la distancia entre nosotros, porque todos podemos encontrarnos en nuestra increíble humanidad.
Para todo lo demás, los problemas que van a aparecer, ya tenemos un sistema judicial.
Soy consciente que con casi cada frase podemos disentir y crear un nuevo hilo, que inevitablemente seguirá abriendo el espectro hasta que sea inmanejable. Pero bueno, este espacio es lo que es, y yo tampoco es que tenga las cosas tan, tan claras. Estoy pensando en voz alta.
Sé que esto no va a gustar a casi nadie, pero es mi opinión, tan buena o mala como la tuya.
Una alternativa al sistema de partidos, ese sistema que, sistemáticamente, parte nuestra realidad en mil pedazos cada día.
